La chica de la ventana

Película australiana que está dirigida por el responsable de títulos como Patrick (2013), o el bienaventurado documental Electric Boogaloo: The Wild, Untold Story of Cannon Films (2014). La película está protagonizada por Radha Mitchell (The Crazies, 2010), y Ella Newton (serie Harrow).

Una madre y su hija se enfrentan a una amenaza incierta.(FilmAffinity)

La película parece un híbrido de Disturbia (D. J. Caruso, 2007), y Verano del 84 (Anouk Whissell, François Simard y Yoann-Karl Whissell, 2018), recogiendo todos los clichés posibles de los subgéneros a los que representa, y guardándose un par de plot twist, de una forma algo torpe y consiguiendo que el espectador pueda atisbar que va a pasar. Las actuaciones cumplen, sobre lo estereotipados de sus personajes sobre el guión, y el ritmo es bastante correcto, sobre que a este le cuesta arrancar más de lo debido. Sobre una trama con una preocupante falta de originalidad, su asequible metraje de tan solo 85 minutos, hace que la película sirva, al menos, como pasatiempo.

La Chica de la Ventana es una pequeña propuesta que peca de no arriesgar, con un guión que parece estar realizado a partir de trozos de otros films, pero aún así tiene algúnos elementos, y algún as en la manga, que hacen que merezca la pena dar una oportunidad a la propuesta si no se tiene mucho más que ver.

Nota personal 5/10

Guión muy manido y predecible, al que no se le saca un mínimo de partido o se le da una vuelta de tuerca cayendo en situaciones que rozan algunas el ridículo por inverosímiles.
Sin sorpresas y con actuaciones muy flojas, con pocos personajes.
En la parte positiva: la duración de la película.

Thriller cortito y básico.
Lo peor: en gran medida anda con piloto automático, salvo algún giro bastante sorprendente hay que reconocerlo, en el resto usa todas las fórmulas de este tipo de películas. Los personajes tienen poco desarrollo son clichés: la mejor amiga, el novio de la amiga, el vecino sospechoso, la madre que no se da cuenta de nada, la chica curiosa, los detectives, etc.
Lo mejor: prácticamente no tiene preámbulo, va a los hechos enseguida, no le preocupa profundizar en nada, sino el entretenimiento más simple.
La primera parte logra el encanto ochentero.
Es 0 pretenciosa.
Nadie va a decir que se decepcionó porque vende nada que no ofrezca, es una propuesta sincera.

Quizá muchas personas no les darán muy buena nota porque se inspira en muchos telefilms de sobremesa de fin de semana que tanto hemos visto ya, con una trama predecible sin mucho que aportar a un thriller de este tipo.

A pesar de todos los clichés, la película consigue entretener que ya es mucho, deslucen muchos fallos en el metraje y situaciones bastante surrealistas, pero si no hilamos fino la película aprueba sin más.

En resumen, si los telefilms de sobremesa no es lo tuyo, mejor no pierdas el tiempo con esta película.