La frase “rostro de Dios”, como se usa en la Biblia, da información importante acerca de Dios el Padre, pero la expresión puede malinterpretarse fácilmente. Este malentendido hace que la Biblia parezca contradecirse en este concepto.
El problema comienza en el libro del Éxodo, cuando el profeta Moisés, hablando con Dios en el monte Sinaí, le pide a Dios que le muestre su gloria a Moisés. Dios advierte que: “… No puedes ver mi rostro, porque nadie puede verme y vivir”. (Éxodo 33:20, NVI)
Luego, Dios coloca a Moisés en una hendidura en la roca, cubre a Moisés con su mano hasta que Dios pasa, luego quita su mano para que Moisés pueda ver solo su espalda.
Usar rasgos humanos para describir a Dios
Desentrañar el problema comienza con una simple verdad: Dios es espíritu. Él no tiene un cuerpo: “Dios es espíritu, y sus adoradores deben adorarlo en el Espíritu y en verdad”. (Juan 4:24, NVI)
La mente humana no puede comprender un ser que es puro espíritu, sin forma ni sustancia material. Nada en la experiencia humana se acerca siquiera a tal ser, por lo que para ayudar a los lectores a relacionarse con Dios de alguna manera comprensible, los escritores de la Biblia usaron atributos humanos para hablar de Dios. En el pasaje anterior del Éxodo, incluso Dios usó términos humanos para hablar de sí mismo. A lo largo de la Biblia, leemos de su rostro, mano, orejas, ojos, boca y brazo poderoso.
Aplicar características humanas a Dios se llama antropomorfismo, de las palabras griegas antropos (hombre o humano) y morfe (forma). El antropomorfismo es una herramienta para la comprensión, pero una herramienta defectuosa. Dios no es humano y no tiene las características de un cuerpo humano, como un rostro, y si bien tiene emociones, no son exactamente iguales a las emociones humanas.
Aunque este concepto puede valer la pena para ayudar a los lectores a relacionarse con Dios, puede causar problemas si se toma demasiado literalmente. Una buena Biblia de estudio proporciona aclaraciones.
¿Alguien vio el rostro de Dios y vivió?
Este problema de ver el rostro de Dios se complica aún más por la cantidad de personajes bíblicos que parecían ver a Dios y aún viven. Moisés es el mejor ejemplo: “El Señor hablaba con Moisés cara a cara, como quien habla con un amigo”. (Éxodo 33:11, NVI)
En este versículo, “cara a cara” es una forma de hablar, una frase descriptiva que no debe tomarse literalmente. No puede ser, porque Dios no tiene rostro. En cambio, significa que Dios y Moisés compartían una profunda amistad.
El patriarca Jacob luchó durante toda la noche con “un hombre” y logró sobrevivir con una cadera lesionada: “Entonces Jacob llamó al lugar Peniel, diciendo: “Es porque vi a Dios cara a cara, y sin embargo mi vida fue perdonada”. (Génesis 32:30, NVI)
Peniel significa “rostro de Dios”. Sin embargo, el “hombre” con el que luchó Jacob probablemente era el ángel del Señor, una cristofanía anterior a la encarnación, o aparición de Jesucristo antes de que naciera en Belén. Era lo suficientemente sólido como para luchar con él, pero solo era una representación física de Dios.
Gedeón también vio al ángel del Señor (Jueces 6:22), al igual que Manoa y su esposa, los padres de Sansón (Jueces 13:22).
El profeta Isaías fue otro personaje de la Biblia que dijo que vio a Dios: “En el año que murió el rey Uzías, vi al Señor, alto y sublime, sentado en un trono, y la orla de su manto llenaba el templo”. (Isaías 6:1, NVI)
Lo que Isaías vio fue una visión de Dios, una experiencia sobrenatural provista por Dios para revelar información. Todos los profetas de Dios observaron estas imágenes mentales, que eran imágenes pero no encuentros físicos entre humanos y Dios.
Ver a Jesús el Dios-Hombre
En el Nuevo Testamento, miles de personas vieron el rostro de Dios en un ser humano, Jesucristo. Algunos se dieron cuenta de que era Dios; la mayoría no lo hizo.
Debido a que Cristo era completamente Dios y completamente hombre, el pueblo de Israel solo vio su forma humana o visible y no murió. Cristo nació de una mujer judía. Cuando creció, parecía un hombre judío, pero los evangelios no dan una descripción física de él.
Aunque Jesús no comparó en modo alguno su rostro humano con Dios Padre, sí proclamó una misteriosa unidad con el Padre:
Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y aún no me conoces, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo puedes decir: Muéstranos al Padre? (Juan 14:9, NVI) “Yo y el Padre uno somos” (Juan 10:30, NVI)
Finalmente, lo más cerca que estuvieron los seres humanos de ver el rostro de Dios en la Biblia fue la Transfiguración de Jesucristo, cuando Pedro, Santiago y Juan presenciaron una majestuosa revelación de la verdadera naturaleza de Jesús en el Monte Hermón. Dios Padre enmascaró la escena como una nube, como lo hizo a menudo en el libro del Éxodo.
La Biblia dice que los creyentes, de hecho, verán el rostro de Dios, pero en el Nuevo Cielo y la Nueva Tierra, como se revela en Apocalipsis 22:4: “Verán su rostro y su nombre estará en sus frentes”. (NVI)
La diferencia será que, en este punto, los fieles habrán muerto y estarán en sus cuerpos resucitados. Para saber cómo Dios se hará visible a los cristianos habrá que esperar hasta ese día.
Fuentes
- Stewart, Don. “¿No dice la Biblia que la gente realmente vio a Dios?” Biblia con letras azuleswww.blueletterbible.org/faq/don_stewart/don_stewart_1301.cfm.
- Pueblos, Elmer. “¿Alguien ha visto el rostro de Dios?” brote de la bibliawww.biblesprout.com/articles/god/gods-face/.
- Bueno, Jared. “¿Qué significa en Apocalipsis 22:4 cuando dice que ‘Verán el rostro de Dios?’”
- CARM.orgMinisterio de Investigación y Apologética Cristiana, 17 de julio de 2017, carm.org/revelation-they-will-see-the-face-of-god.
