20 cosas que ver y hacer en Padua

Aunque Padua se sale del itinerario turístico del norte de Italia, alberga montones de atractivos que hacen que merezca la pena una visita (bien en el día o quedándote a dormir). Para demostrártelo, aquí te contamos las mejores cosas que ver y hacer en Padua, aquellos lugares que no puedes perderte 😉

10 cosas que ver y hacer en Padua

Pero antes déjanos contarte algo: Padua tiene reservado un gran sitio en nuestro corazoncito, y es que fue allí donde nos conocimos hace ya unos cuantos años. Diooos, que viejunos estamos. Además de ser un lugar perfecto para hacer Erasmus y formar parejas de diferentes nacionalidades jeje, Padua es famosa por albergar una de las iglesias más queridas (y bonitas) de toda Italia. Y ¡mira que hay unas cuantas¡

También por su Universidad, fundada en el año en 1222, es la segunda más antigua de Italia (la primera es la de Bolonia). ¿Te suenan de algo Galileo Galilei y Nicoló Copernico? Pues, aquí estudiaron, ya ves que no solo las nuestras fueron las únicas mentes brillantes que pasaron por esta ciudad 😉

→ Apuntate al free tour de Padua para conocer la ciudad de mano de un guía local (en español)

Ahora sí, vamos a ver todo lo que hay que visitar en Padua:

1. Capilla de los Scrovegni

Uno de los tesoros más preciados de la ciudad (sí, incluso más que los spritz) es la famosa Capella degli Scrovegni. Su exterior es bastante sobrio, pero en su interior se encuentran unos maravillosos frescos, ni más ni menos que la obra maestra de Giotto. Han sido declarados Patrimonio de la Humanidad en 2021.

Sin duda se trata de una de las mejores cosas que ver en Padua, así que no te lo pierdas. Te dejamos una foto del exterior para que sepas cuál es pero para disfrutar de los frescos… tendrás que entrar! Por cierto, la entrada cuesta unos 15€ y es MUY importante reservarla con adelanto: yo intenté pillar entradas a una semana vista y fue imposible 🙁 así que ya sabes, planifica con tiempo la visita.

→ Chiesa degli Ermitani

Justo al lado de la cappella degli Scrovegni, puedes ver la Chiesa degli Ermitani, en cuyo interior hay frescos de Mantegna. Por lastima los bombardeos de la II Guerra Mundial la dejaron bastante en mal estado, aun así se puede apreciar la maravilla de la obra del artista italiano.

2. Palacio del Bo

Padua es una de las ciudades con más estudiantes de toda Italia y muchos de ellos se gradúan en el impresionante Palazzo del Bo. Se puede conocer gracias a una visita guiada de 45 minutos que pasa por diferentes salas, por el teatro anatómico y que te permite en el que te cuentan algunas curiosidades.

El tour cuesta 7€ y solo está disponible en italiano y en inglés. Más información.

Si tienes suerte (sobre todo si pasas por Padua en enero/febrero/marzo o en junio/julio), puedes toparte con alguna celebración de laurea (la titulación universitaria). Según la tradición, los amigos del recién titulado le preparan un «papiro», que consiste en una hoja donde, con rimas, cuentan la historia de su vida. Obviamente incluyendo detalles vergonzosos y cachondos. ¡Es todo un espectáculo!

→ Estatua de Elena Lucrezia Cornaro Piscopia

En el Palacio del Bo hay una estatua muy peculiar: la de Elena Lucrezia Cornaro Piscopia. Puede que su nombre no te suene de nada… pero fue nada más y nada menos que la primera mujer titulada del mundo: en 1678, a la edad de 32 años, completó su doctorado en Filosofía justamente aquí, en la Universidad de Padua.

3. Basílica de San Antonio, la gran joya que ver en Padua

El 99% de personas que vienen a Padua lo hacen para visitar la Basílica de San Antonio ¿Y sabes qué? El Santo más querido y famoso de Padua… no es de Padua! De hecho ni siquiera es italiano: nació en Lisboa!

Tiene estilo ecléctico: románico, gótico y bizantino y en su interior están reliquias del Santo y su tumba. No dejes de darte una vuelta por el claustro: la paz que da pasear por el es increíble. Visitar esta impresionante Basílica es otra de las cosas imprescindibles que ver y hacer en Padua.

→ Estatua de Gattamelata

Delante de la Basílica de San Antonio, se encuentra la Estatua de Gattamelata, obra de Donatello. Una de las primeras estatuas ecuestres que, además, representa a uno de los más importantes condotieros del renacimiento italiano.

4. Barrio judío de Padua, de las zonas más autenticas

Un lugar curioso donde perderse callejeando (y que personalmente nos parece super interesante) es la zona del gueto judío.

El “Ghetto Ebraico di Padova” fue establecido en 1603 por decreto del Senado de la República de Venecia y designaba el área donde se obligaba a los judíos a vivir separados del resto de la población.

El gueto estaba rodeado por muros y puertas que se cerraban por la noche, los judíos tenían que pagar impuesto y dedicarse a limitadas profesiones. Pero el momento más oscuro llegaría unos siglos más tarde: durante la Segunda Guerra Mundial, en la Italia fascista, la comunidad judía de Padua sufrió persecuciones y deportaciones.

Curiosidad: aún sigue activa la antigua Sinagoga. Puedes visitarla en Via S. Martino e Solferino, 13.

5. Río Piovego y barrio Portello

A partir de mayo, la orilla del río Piovego (cerquita de la zona del Portello) se convierte en uno de los lugares más animados de la ciudad, sobre todo de noche. Guardo grandes recuerdos de aquellas sangrías blancas con mis amigos. (También hay otras noches de las que no recuerdo nada jeje).

Pero da igual si vas en verano, en invierno, de noche o en pleno día: la orilla del Piovego siempre está rebosante de vida, gracias a los estudiantes que pasean por ahí: hay varias facultades en esa zona, entre las cuales está la de psicología, donde estudié durante 3 años.

Toma algo en el Bar Tre Scalini, mientras disfrutas de las vistas del Arco del Portello y ves los estudiantes pasear agobiados mientras tu estás allí viviendo la Dolce Vida jeje, pringados! Es broma (o no). Consejazo extra: si te entra hambre, que sepas que a poca distancia se encuentra la Focacceria da Francesco, toda una institución local, donde degustar focaccie caseras, sabrosas e hiper-caloricas, de esas que resuscitan a un zombie con narcolepsia.

6. Café Pedrocchi

Italia es un paraíso para los amantes del café, si estás dentro de ese grupo apunta este nombre: Café Pedrocchi. Es precioso (y caro, avisado quedas: un capuccino cuesta 4€) pero es tan bonito que por una vez en la vida, merece la pena. Ojo: dicen que si entras antes de acabar los estudios, no conseguirás titularte.

7. Prato della Valle, de los sitios top que ver en Padua

Si hay un sitio, más allá de la Basílica del Santo, que tienes que ver sí o sí en Padua, es Prato della Valle… una de las plazas más grandes y bonitas de toda Europa. En torno al foso en forma ovalada se colocan 78 estatuas de personajes ilustres ligados a la ciudad. No te pierdas los edificios que rodean la plaza, hay algunos como la Loggia Amulea, que son absolutamente preciosos.

Lo mejor, sin  embargo, es el ambientazo: siempre hay grupos de estudiantes contándose sus dramas, repasando apuntes y disfrutando los rayos del sol.

Los sábados aquí tiene lugar el mercadillo semanal, donde puedes ir a caza de chollos y empaparte del ambiente cotidiano y local.

→ Iglesia de Santa Giustina

Cerquita de Prato della Valle se encuentra la Iglesia de Santa Giustina, no tan impresionante como la Basílica del Santo, pero bien bonita. En su interior, además, hay reliquias de San Lucas.

8. Jardín Botánico, un tesoro que ver en Padua

Si te gustan los jardines botánicos, tienes que acercarte al de Padua: es el segundo más antiguo del mundo (Y el primer jardín botánico del mundo). O eso me han dicho. Sí, estuve 3 años viviendo aquí y jamás fui a visitarlo. ¡Shame, shame, shame!

La entrada cuesta 10€ y te da derecho a caminar entre miles especies de plantas diferentes e invernaderos de biodiversidad. También es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco!

9. Piazza delle Erbe y Piazza della frutta

Uno de los lugares más especiales para nosotros es Piazza delle Erbe (Plaza de las hierbas). En ella, los miércoles por la noche los estudiantes de Padua suelen reunirse para tomar uno (o unos cuantos) spritz. Un buen sitio para hacerlo es el Bar Nazionale, famoso también por sus tramezzini.

¿Qué es lo spritz? Ohhh, amigo mio, lo spritz es una de las bebidas más queridas por los italianos. Aunque ojito: pide Spritz Aperol, que lleva agua con gas, prosecco (un vino blanco seco similar al cava) y Aperol (un licor de naranja). Si pides Spritz a secas, lo más probable es que te den un vaso de vino blanco o tinto con agua con gas. Ese mola mucho menos.

Tras tomarte el merecido spritz, cruza el recién renovado mercado gastronómico que hay debajo del majestuoso Palazzo della Ragione, y saldrás en otra plaza: la Piazza della Frutta, también muy bonita. Y ojo que las plazas no se acaban allí…

10. Plaza de los Señores (Piazza dei Signori)

Si Prato della Valle es, sin duda, la plaza más grande de Padua, la Piazza dei Signori es quizás la más coqueta de todas. En cierta forma recuerda a la cercana Venecia. Se encuentra a un pasito de Plaza de la Fruta, así que no tienes excusa para no ir.

Allí se levanta la Torre dell’Orologio, con su famoso reloj astronómico, un proyecto de Jacopo Dondi de 1344 y que se trata del más antiguo del mundo de estas características.  La Plaza está rodeada de bares, restaurantes y tiendas de todo tipo, es uno de los puntos de encuentro de los padovanos y siempre hay ambientazo.

Más cosas que hacer en Padova

• Para probar uno de los mejores helados de Padova te aconsejamos probar Ciokkolatte, en Piazza dei Signori, que ganó varios premios. La heladería Gromm también está genial, y Celia nos recomienda la Gelateria Portogallo, cerquita de Prato della Valle (gracias!).
• Una de las calles más bonitas de Padua es la vía San Francesco. Te recomendamos recorrerla sin prisas. Via Altinate y Via Zabarella también merecen una visita, especialmente si te apetece hacer algo de shopping (o comer un buen helado jeje). Otra calle imprescindible es Via Umberto I, que va del centro a Prato della Valle.
• Recuerda apuntarte al free tour de Padua en español, por si prefieres hacer la visita con un guía local.
• La Specola, no demasiado lejos del centro, es una visita muy interesante. Aunque esta torre parezca sacada de un capítulo de Juego de Tronos, se trataba de un observatorio astronómico, uno de los más importantes de la época, por donde pasaron grandes científicos como Galileo.
• Los Jardines de la Arena (Giardini dell’Arena) han tenido un cambio brutal: cuando estudiaba era un sitio que la gente recomendaba evitar (era punto de encuentro de gente, digamos sospechosa) pero hoy es un parque precioso, con senderos ideales para la familia, cesped donde tumbarte y relajarte y cafeterías para degustar un rico café al solecito.
• Y obvio que una de las mejores cosas que hacer en Padua será comer 🙂 aquí va un listado con algunos de nuestros restaurantes favoritos donde comer en Padua.

Alguna vez leí que las personas son lugares, pero en Padova me di cuenta que lo contrario también es cierto.

Piazza dei Signori somos nosotros sentados en la escalera comiendo helado de Patagonia (porqué era bueno, no porqué la Nancy creía que el heladero estaba bueno, no no), Prato della Valle es la alfombra perfecta para tumbarnos en el césped, estresados por los exámenes y aún así allí, partiéndonos el culo con nuestras tonterías, Piazza delle erbe son los spritz de los miércoles, el Portello es la sangria blanca de aquella noche de verano, la Ederle no es una simple residencia, es hogar donde completos unos desconocidos se volvieron familia, donde reímos, lloramos, celebramos, comimos y bebimos (muchas veces cosas de dudable salubridad), las calles del centro son la pista ciclabile necesaria para llegar al Banale y bailar hasta que las luces se encienden y nos obligan a volver a casa (previo paso por el carrito del “Onto”, obvio).

Volver me recordó lo feliz que fui los 3 años que viví aquí. Es curioso como una sola decisión puede cambiarte la vida, pero en mi caso el “capítulo Padova”, como me gusta llamarlo, fue el comienzo de una revolución: es aquí donde conocí a Rober y sin ese pequeño detalle probablemente no habría ido a vivir a España, no hablaría otro idioma, no tendríamos mochileandoporelmundo, no habría viajando tanto y no tendría a ese grupo de amigos que, vayamos adonde vayamos (y mira que estamos desperdigados por el mundo, eh), siempre está allí. Al final era cierto lo de que la distancia es solo espacio.

Padova, mi Padova, siempre tendrá un puesto especial en mi ser. Y oye, mi Padua también puede ser la tuya ya que no solo es una ciudad preciosa, sino que es  es una perfecta excursión de un día desde alguna de sus ciudades vecinas como Venecia o Verona. Te animamos a visitarla. ¿Conoces más cosas que ver y hacer en Padua? Déjanos un comentario…

* Photocredit: Shutterstock