Hace 50 años, el FC Bayern se convirtió en el primer equipo alemán en ganar el tercer campeonato de liga consecutivo y la Copa de Europa en sólo ocho días. La revista para socios "51" repasa cuatro partidos inolvidables y momentos memorables fuera del terreno de juego en mayo de 1974. En la sexta parte, jugadores y aficionados cuentan cómo se preparan para el partido de desempate contra el Atlético de Madrid. Es la segunda final en tres días.
Jueves 16 de mayo
Franz Beckenbauer es conocido en el club por levantarse tarde, pero esa mañana fue el primero en llegar a la cafetería porque ya no podía dormir. Gerd Müller también descansó sólo unas horas: "Estaba agotado y pensaba todo el tiempo en nuestro partido".
Udo Lattek se sienta al sol de la mañana en la terraza del hotel "Le Grand Veneur" y hace memoria. Identifica claramente los errores: "1. No desequilibramos al rival a tiempo. 2. No jugamos con ritmo. 3. Retuvimos el balón demasiado tiempo". No obstante, renuncia a los ejercicios tácticos, los jugadores deben recuperarse mental y físicamente.
Lattek aprovecha el tiempo hasta el partido de desempate sobre todo para pasear por el bosque, dar masajes y hacer entrenamientos suaves. Por la tarde, la plantilla se calzó las botas de fútbol a pesar de todo, formó un círculo en el parque frente al hotel, como recuerda Paul Breitner, y "con el balón en alto, se sacudieron el cansancio de los huesos". Breitner dice: "Sabíamos que no volveríamos a jugar tan mal y estábamos seguros de nosotros mismos". Como siempre antes de los grandes partidos, Franz Beckenbauer pide a Rainer Zobel que le afeite un poco el cuello. El mundo mira a Bruselas. El Káiser quiere tener buen aspecto.
„Sabíamos que no volveríamos a jugar tan mal y estábamos seguros de nosotros mismos.”
Los aficionados del Bayern viajan de una final a otra
Mientras tanto, miles de aficionados del Bayern, cansados y eufóricos, llegan a la estación central y al aeropuerto de Múnich. "Nos vamos rápido a casa -bañarnos, afeitarnos y conseguir dinero nuevo- y luego directamente a Bélgica para la segunda final", explica a un periódico el enfermero Josef Gartner, de 27 años. Muchos aficionados del Bayern hacen cola en las agencias de viajes para conseguir billetes de autobús, avión o uno de los trenes especiales que se organizan rápidamente.
Una entrada para el partido cuesta unos 25 marcos. La agencia oficial de viajes bávara ofrece un vuelo regular con estancia de una noche por 320 marcos, un billete de autobús con salida a las 5:30 horas del viernes y regreso tras el final del partido cuesta 60 marcos. Según la embajada alemana, miles de aficionados del Bayern se quedaron en Bruselas "para estar allí de nuevo el viernes".
La UEFA decide suspender al español Irureta tras su tarjeta amarilla en la primera final porque ya había sido amonestado en semifinales. Las airadas protestas del Atlético quedan en nada. No es la única razón por la que el Bayern está confiado. Gerd Müller afirma: "Creo que podemos afrontar mejor dos partidos en dos días que los españoles, porque estamos acostumbrados a encadenar partidos". A estas alturas, el campeón alemán ya había disputado 95 partidos esta temporada, mientras que el campeón español sólo había jugado 45.
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