Mayo era un mes muy importante para la Corona danesa. En realidad, todos lo están siendo en este 2024. Semanas cargadas de primeras veces que lo seguirán siendo, porque, inevitablemente, el año quedará por siempre marcado por ser el primero de Federico X en el trono. Poco menos de dos semanas duró Margarita II como jefa de Estado, porque el 14 de enero se hizo por fin efectiva la ansiada coronación del entonces heredero. Por ende, también el ascenso de Mary Donaldson dentro del organigrama 'royal'. De princesa a Reina consorte en el devenir de una crisis sin precedentes.

Al fin y al cabo, y aunque no exista ninguna confirmación oficial al respecto, todo parece indicar que la abdicación de la ahora exmonarca no fue voluntaria. Un movimiento inesperado en la Casa Real que se le achacó directamente a la esposa de Federico, quien habría puesto sus cartas sobre la mesa tras conocer una deslealtad. Concretamente, la que incumbía a Genoveva Casanova y la revista 'Lecturas' sacó a relucir en una de sus portadas. O reinar o el divorcio. Y tuvo lugar lo primero, aunque todas y cada una de sus apariciones sea analizada al detalle para conocer si realmente han podido sortear semejante bache.

Los reveladores gestos de Mary (y de Federico) durante su cena en Noruega

Para muestra de este ejercicio de observación constante, lo sucedido entre ellos en la cena de gala que tuvo durante su primer día en Noruega. Mayo era importante por eso mismo: porque comenzaban sus viajes de Estado. Por primera vez como Reyes y a bordo del Dannebrog, el yate real de la Corona. Primero visitaron Suecia y ahora procedía hacer lo propio con el país vecino. Recibidos por el rey Harald V y la reina Sonja, así como el príncipe Haakon y la princesa Mette-Marit, a Mary y Federico no les está quedando ni un hueco por llenar en sus agendas. Ni siquiera en las noches, porque es ahí cuando ocurre la magia. La de los banquetes oficiales, las tiaras y el relajo más institucional, si es que es eso posible. 

Como si de una diva hollywoodiense se tratase, la australiana lució un espectacular vestido de raso, en color azul claro y entallado. Una amplia falda y escote palabra de honor, combinados con la preciada tiara de perlas de la dinastía Glücksburg que estrenaba ese mismo día. El atuendo propicio para una gran noche. Para ella y para su marido, claro está. El caso es que unas imágenes difundidas por la NRK, la televisión noruega, han hecho saltar todas las alarmas entre los internautas. Signos de tensión y sonrisas forzadas que podrían reflejar que, como se acostumbra augurar, su relación es más bien nefasta y nunca han superado sus problemas maritales. ¿O sí? ¿Qué les sucedía?

Para conocer de primera mano qué podía estar ocurriendo en ese preciso momento y cuáles son sus implicaciones para la pareja, necesitábamos a una experta. Es por eso que desde CLARA nos hemos puesto en contacto con Vanessa Guerra, especialista en lenguaje no verbal y autora de 'El lenguaje corporal de las emociones' (RBA). Ha sido ella quien nos ha puesto sobre la mesa un supuesto que no se estaba considerando entre los rumores del desastre: "Lo que veo yo es que a él le pasa algo en su pantalón o abajo". "Está mirando hacia abajo. Por un momento pensé que estaba mirando al teléfono y le enseña algo a Mary, porque se dirige a ella riéndose. Luego lo que se ve, al final, es que él coge una servilleta para ponérsela encima. Y vemos que ella no lo hace, ni nadie más a su alrededor lo hace. Lo hace él", expone en profundidad al desgranar lo acontecido.

Mary de Dinamarca
GTRES

"Él, ante la incomodidad, responde con la risa. Se gira hacia ella para compartir lo que le pasa. Los dos miran hacia abajo. Ella le mira y pone como una cara de sorpresa y preocupación un poco por lo que ha visto. Se puede intuir que se haya manchado, que se le haya roto el pantalón, o la cremallera, o la chaqueta… Algo ha pasado que a él le ha generado incomodidad", prosigue Guerra. Sea cual sea la opción correcta para descubrir el misterio, no es de extrañar que ella, al girarse "para disimular lo que ha pasado", haga "una mueca de tensión, porque cuando uno saca la lengua o se muerde los labios es de tensión (...) porque se ven en una situación comprometida y entonces ella sonríe de una manera muy forzada".

¿Por qué sabemos que no es una sonrisa natural? "Hace un cambio muy drástico de morderse los labios a sonreír directamente", sentencia nuestra experta. Vanessa concluye sus declaraciones para esta revista con la narración de la que podríamos acuñar como la 'resolución del conflicto': "Él, en ese momento, lo que hace es hablar con alguien que tiene al lado. Desde el humor, no sabemos si le está compartiendo lo que le ha pasado o qué, pero coge la servilleta directamente y se la pone encima. Ella vuelve a girarse para ver cómo ha resuelto y ya ha visto que ha puesto algo ahí encima. Entonces, los dos ya se muestran muy correctos". 

Su lenguaje no verbal demuestra la complicidad que se les niega

Al parecer, y de acuerdo con lo que nos cuenta la especialista en el lenguaje que va más allá de las palabras, todo remite a una "situación que ha surgido, y que ha desencadenado en ambos". "Sí que veo en ella una sensación como de control, con los ojos muy abiertos. Se debe un poco a la necesidad de ser muy correctos, de ser muy formales. De que nadie se haya dado cuenta de lo que ha pasado, de esa apariencia que dan", manifiesta Vanessa en lo que a la tan comentada gestualidad de Mary se refiere. Cuestión de diferencias en el carácter, porque "cada uno de ellos responde de una manera muy diferente a la incomodidad. Él se ríe, naturaliza y busca una solución. Ella se muestra un poquito más tensa y preocupada. De ahí la rigidez de ella frente a la naturalidad de él".

Bajo la lupa de la especialista, no es en ningún caso esto una prueba de que las cosas vayan peor que nunca entre ellos. "Yo sí que veo que él comparte algo con ella. Por lo tanto, hay cierta complicidad", expresa, a pesar de enfatizar que "nos faltan datos, nos faltaría contexto". Si bien es cierto que "durante este viaje, ni desde que pasó lo de Genoveva, tampoco se están viendo grandes muestras de afecto", pero "sí que se ve que hay mucha cordialidad entre ellos". No hay remedio, pues "los dos siguen desempeñando su labor como monarcas". En contraposición a lo aportado por otros analistas, "yo creo que él cuenta con ella, le cuenta lo que le ha pasado (...). Hay comunicación. No hay gestos de desdén entre ambos".

Federico X y Mary de Dinamarca
Instagram @detdanskekongehus

"Que pueden estar distanciados y sus reacciones son más distantes, puede ser (...), pero ya venía habiendo cierta distancia". Tan sencillo como lo anterior y como que "lo que ocurre en esta situación no es un detonante o una coyuntura que marque un antes y un después en como están". Algo puntual que él recibe casi de forma humorística, mientras que ella, al ser partícipe, es menos capaz de ocultar su intranquilidad. Un souvenir inmaterial de recuerdo de su primera vez como Reyes en el país de los fiordos. Una simple anécdota.