Herón de Alejandría. Un genio de la antigüedad

Antes de hablar de Herón de Alejandría me gustaría comentar sucintamente la época o más bien el periodo histórico a partir del cual puede entenderse la obra de Herón como un heredero intelectual y científico de los grandes genios que vivieron en esa época y que formaron los cimientos de muchas ramas de la ciencia y el pensamiento de Occidente. A lo largo de la historia de la humanidad ha habido períodos de gran brillantez con avances científicos y humanísticos importantes y otros de mayor oscuridad con estancamiento o incluso retroceso intelectual y social. En este artículo, me gustaría referirme al Período Helenístico o Alejandrino que empieza con la muerte de Alejandro Magno en el 323 a. C. y se prolonga hasta el año 31 a.C. con el suicidio de la última soberana helenística, Cleopatra VII de Egipto tras su derrota en la batalla de Accio en el 31 a. C. ante la flota de Octavio.

Es un período en el que los sucesores de Alejandro Magno de cultura macedonia heredera de la cultura clasica griega se reparten los territorios conquistados por Alejandro creando tres grandes dinastías, la Ptolemaica, la Seléucida y la Antigónida. Estos soberanos supieron conservar y alentar el espíritu griego, tanto en las artes como en las ciencias y se produce un desarrollo urbanístico, social y científico en tres grandes ciudades Alejandría, Pérgamo y Antioquía que van a sustituir a las antiguas ciudades-estado griegas Atenas, Esparta y Tebas en prestigio e importancia.

Entre los muchos matemáticos y cientificos que produjo este período de la Historia podemos mencionar de entre los más importantes a Erasístrato (304–250 a.C.) ,Euclides (300–265 a.C.), Arquímedes (287–212 a.C), Ctesibio (285 a. C.–222 a. C.), Filón de Bizancio (280 a. C. – 220 a. C.), Apolonio de Perga (262–190 a.C), Hiparco (190–120 a.C) y por supuesto a Herón de Alejandría.

Herón de Alejandría

Existen numerosas incertidumbres en relación a la vida y obra de Herón de Alejandría y si bien hoy en día hay un cierto consenso en situar su nacimiento en torno al año 10 d.C y su muerte alrededor del año 70, es decir en plena integración de Egipto en el imperio romano.

Sabemos que fue matemático y físico aplicado y se le ha considerado después de Tolomeo el mejor en este campo habiendo tenido en su época un gran reconocimiento por sus inventos, de los que no dudaba en atribuir una parte del mérito a otros científicos como Ctesibio del que hace una especial mención, Filón, Arquímedes y Apolonio de Perga.

Una parte importante de lo que sabemos de él procede de Papus de Alejandría un autor posterior que cita algunos de sus logros científicos. Actualmente se reconoce la autoría de una serie de libros que han llegado hasta nosotros en parte por su versión en griego y la mayoría a través de una traducción del árabe.

Herón experimenta la eolípila delante de los eruditos de la Escuela de Alejandría – en «Álbum de la Ciencia; científicos ilustres; Grandes descubrimientos» 1896

Obra literaria e inventos más importantes

Si bien no fue el inventor de máquinas como la dioptra o el odómetro (sistema de engranajes combinados para contar las vueltas de una rueda) que se le atribuyen por algunos autores, sus adaptaciones e innovaciones de dichos inventos mejoraron sustancialmente los mismos. Uno de sus inventos más famosos fue la eolipila, un precursor de la turbina de vapor. Su obra fue bastante amplia y muy reconocida en su época. Los libros que han llegado hasta nosotros son:

Sobre autómatas. Estos fueron publicados en Griego y Latín en el Veterum Mathematicorum Opera.

Métrica. Como matemático, escribió La métrica (Μετρικά), obra en la que estudia las áreas de las superficies y los volúmenes de los cuerpos. Desarrolló también técnicas de cálculo, tomadas de los babilonios y egipcios, como el cálculo de raíces cuadradas mediante iteraciones. Se trata de fragmentos dispersos en una veintena de manuscritos y algunos de origen dudoso, tiene una finalidad eminentemente práctica. Estuvo perdida hasta que fue descubierto, en 1896, un manuscrito de 1100. Trta de los siguientes temas: Libro I. Estudio de áreas, cuadrilátero, polígonos regulares, figuras circulares, elipse, etc. Libro II. Dedicado al estudio de volúmenes siguiendo una estructura parecida al Libro I. Libro III. Dedicado a la división de figuras en partes proporcionales.

Mecánica. Libro I. Se ocupa de las proporciones de figuras. Libro II. Trata de las máquinas simples (torno, palanca, polispasto, cuña y tornillo). Libro III. Tratado de aplicaciones de la mecánica.

Neumática. Más conocidas por su nombre latino ‘Pneumaticorum libri duo’. En el prefacio se trata el concepto de vacío de forma científica por primera vez. Describe el funcionamiento de varios tipos de sifones y otros aparatos hidráulicos.

Catóptrica. que trata de los espejos planos, cóncavos y convexos. (Esta obra fue atribuída durante bastante tiempo a Ptolomeo).

Dioptra, donde trata el uso de este aparato que fue utilizado durante bastante tiempo en observaciones astronómicas. Sobre la dioptra (Περί διόπτρας) describe el funcionamiento de este aparato, similar al actual teodolito, usado en observaciones terrestres y astronómicas durante siglos. También en este libro describe el odómetro, utilizado para medir distancias recorridas por un viandante o un vehículo.

Ilustración de la eolípila de Herón

Uno de sus mayores logros fue la invención de la primera máquina de vapor, conocida como «eolípila», «aelópilo» o «aelópila», y la fuente de Herón, cuya aplicación práctica en los templos le granjeó el pseudónimo de «el Mago». La eolípila era una máquina que consistía en una esfera hueca conectada a una caldera a la que se le adaptaban dos tubos curvos. El interior de la esfera estaba repleto con agua, la que se hacía hervir provocando que por los tubos arrancara el vapor, haciendo girar la bola muy rápido. Aunque, una de las curiosidades de la eolípila es que esta máquina nunca tuvo un fin práctico en si.

Algunas fuentes comentan que el invento no era más que un juguete con la finalidad de entretener a los niños de la época. Herón describió, aunque de forma arcaica mediante la eolípila, la ley de acción y reacción de Isaac Newton, experimentando con vapor de agua.