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Inspirado en la filosofía del krausismo, un grupo de intelectuales y catedráticos españoles conformó un grupo al margen de los dogmas oficiales que imperaban a finales del siglo XIX en materia religiosa, política o moral dentro de las universidades.

La Institución Libre de Enseñanza (ILE), fundada en 1876 por Francisco Giner de los Ríos, defendió la libertad de cátedra y continuó su tarea pedagógica separada de la Universidad del Estado, que se amplió con posterioridad también a la enseñanza primaria y secundaria.

Emblemáticos lugares como un solar en el Paseo de la Castellana que hoy ocupa la Escuela Superior del Ejército, edificios y aulas en la calle Esparteros, Infantas o Martínez Campos fueron algunas de los espacios educativos donde el propio Giner de los Ríos, Gumersindo de Azcárate, Nicolás Salmerón, Joaquín Costa y otras personalidades de la enseñanza impartieron su saber.

La ILE se convirtió desde la época de la Restauración borbónica hasta la Guerra Civil en el centro de gravedad de toda una época de la cultura española y en el avance pedagógico de sus centros para tratar de equipararse con Europa. Había nacido un sistema educativo privado laico que tuvo que realizar su labor docente al margen del Estado.

Gracias a su labor, se emprendieron importantes reformas en los terrenos jurídico, educativo y social, y se crearon instituciones como el Museo Pedagógico, la Junta para Ampliación de Estudios, el Instituto Nacional de Ciencias Físico-Naturales o la Residencia de Estudiantes.

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En el Paseo del General Martínez Campos estuvo la sede de la Institución Libre de Enseñanza./manuelblasdos.blogspot.com

Sin ir más lejos, la intensa actividad cultural de la ILE propició iniciativas pioneras como la introducción de las pensiones para ampliar estudios en el extranjero, las colonias escolares de vacaciones, la Universidad Internacional de verano o las misiones pedagógicas, que actuaron durante la Segunda República para fomentar la cultura dentro de la España profunda, donde antes ni siquiera había llegado.

A partir de 1881 comenzaron a formar parte del claustro profesores formados en la propia ILE como Manuel Bartolomé Cossío, que sucedió a Giner de los Ríos al frente de la institución, Pedro, Blanco, Ángel do Rego, Pedro Jiménez-Landi… que afianzaron el proyecto educativo. La propia Generación poética y literaria del 27 fue, en cierta manera, una hija de la Institución Libre de Enseñanza.

Este núcleo de efervescencia cultural fue obra de intelectuales liberales que concibieron la enseñanza como el resorte básico del cambio social. Se convirtió en cuna de los mejores librepensadores e intelectuales de la época.

Fruto de ese vigor por mejorar la sociedad fue la elaboración por la ILE de un boletín en el que colaboraron creadores de la talla de Bertrand Russell, Charles Darwin, Santiago Ramón y Cajal, León Tolstoi, H. G. Wells, Rabindranath Tagore o Antonio Machado.

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Francisco Giner de los Ríos (en el centro de la imagen) fue el principal impulsor de la ILE.

El primer proyecto de instalación de la sede de la ILE tuvo lugar en el solar del Paseo de la Castellana que en la actualidad ocupa la Escuela Superior del Ejército. Luego se alquiló un piso en el número 9 de la calle Esparteros (actual número 11), para pasar a la calle Infantas 42 y, de forma definitiva, en 1884, al número 8 del Paseo del Obelisco, que se corresponde hoy con los números 14 y 16 del Paseo del General Martínez Campos.

La Guerra Civil acabó con la estructura del edificio de la sede e incluso fue objeto de una destrucción simbólica de árboles por un grupo de falangistas (sólo se salvaron una acacia centenaria y un aligustre) En 1940 el inmueble se adscribió al Ministerio de Educación Nacional, que embargó sus bienes y reconvirtió sus funciones.

La mayoría de institucionistas se vio obligada al exilio y los que permanecieron en España se enfrentaron a la censura y la persecución. Unas obras polémicas llevadas a cabo a finales de los años ochenta incluyeron la demolición de parte de los edificios históricos y la desaparición de los restos del jardín.

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El recinto original de la ILE. Jardín y edificios antes del derribo

Tras la muerte de su mentor, en 1915, se creó la Fundación Francisco Giner de los Ríos, encargada de velar por el patrimonio de la Institución y proseguir con la tarea educadora que inició. Su legado permanece vivo en nuestra memoria.

Pasear por la capital del país puede deparar asimismo otras sorpresas para interés del viajero. Una de las recomendaciones obligadas pasa por visitar el egipcio Templo de Debod, una maravilla arquitectónica que permanece en pie. No es el único testimonio del pasado en Madrid. Opciones para ver hay muchas. Lugares con historia recomienda algunas: la Gran Vía, el Barrio de las Letras o los museos: Naval, Romanticismo,…

Dónde dormir: Hotel NH Madrid Argüelles; Calle Vallehermoso, 65; 28015 Madrid; teléfono: 915939777.

Dónde comer: Restaurante Soy; Calle de Viriato, 58; 28010 Madrid; teléfono: 914457447.


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