Revolución Industrial

La Revolución Industrial abarca un siglo y medio de la historia de la humanidad. Durante esta época se produjeron numerosos avances y cambios, plasmados tanto en grandes inventos como en importantes metamorfosis sociales.

Definición de la Revolución Industrial

La Revolución Industrial se puede definir como un conjunto de cambios económicos, tecnológicos y sociales que tuvieron lugar por primera vez en Gran Bretaña a mediados del siglo XVIII. A continuación se extendieron por el resto de Europa y por la América anglosajona, provocando una evidente transformación de la economía y de la sociedad.

Cuándo empezó y cuándo terminó la Revolución Industrial

¿Quieres saber cuándo sucedió la Revolución Industrial? Pues bien, la Primera Revolución Industrial comenzó en 1760, mientras que terminó en 1840.

La Segunda Revolución Industrial arrancó en 1850, fijándose su conclusión en 1914 (justo con el inicio de la Primera Guerra Mundial).

Ambos períodos se integran dentro de la Edad Contemporánea.

Etapas de la Revolución Industrial

En este apartado esbozamos las fases de la Revolución Industrial y hacemos un resumen de algunos de sus grandes inventos, ordenados de forma cronológica e indicando el año de invención y el nombre de su creador.

Primera Revolución Industrial (1760-1840)

  • 1763. Hiladora. James Hargreaves.
  • 1769. Máquina de vapor. James Watt mejoró la máquina de vapor e hizo posible que se transformara la energía térmica del vapor en energía mecánica, todo ello a través de un émbolo.
  • 1779. Mula de hilar. Samuel Crompton.
  • 1783. Aerostato. Hermanos Montgolfier.
  • 1784. Pudelado de hierro. Henry Cort.
  • 1785. Telar mecánico. Edward Cartwright.
  • 1795. Envasado al vacío. Nicolás Appert.
  • 1795. Prensa hidraúlica. Joseph Bramah.
  • 1876. Vacuna contra la viruela. Edward Jenner.
  • 1800. Torno automático de presión. Henry Maudslay.
  • 1804. Locomotora de vapor. Richard Trevithick.
  • 1805. Frigorífico. Oliver Evans.
  • 1805. Telar para la seda. Joseph Marie Jacquard.
  • 1839. Fotografía. Joseph Nicéphore Niépce.
  • 1831. Dinamo. Michael Faraday.
  • 1832. Segadora mecánica. Cyrus McCormick.
  • 1837. Telégrafo. Samuel Morse.

Segunda Revolución Industrial (1850-1914)

  • 1855. Convertidor de acero. Henry Bessemer.
  • 1855. Teléfono. Antonio Meucci.
  • 1872. Máquina de escribir. Christopher Sholes, Carlos Glidden, Samuel W. Soulé.
  • 1876. Motor de combustión interna. Nicolaus Otto.
  • 1877. Fonógrafo. Thomas Alva Edison.
  • 1878. Convertidor de hierro rico en fósforo. Sidney Gilchrist Thomas.
  • 1879. Bombilla duradera. Thomas Alva Edison.
  • 1882. Bacilo de la tuberculosis. Robert Koch.
  • 1882. Plancha eléctrica. Henry W. Seely.
  • 1885. Automóvil. Karl Benz.
  • 1885. Vacuna contra la rabia. Louis Pasteur.
  • 1886. Motor de explosión. Gottlieb Daimler.
  • 1894. Radio. Nikola Tesla.
  • 1895. Cinematógrafo. Hermanos Lumière.
  • 1895. Rayos X. Wilhelm Röntgen.
  • 1903. Aeroplano. Hermanos Wright.

Mira los inventos más importantes de la historia

Causas de la Primera Revolución Industrial

A continuación profundizamos sobre cuáles fueron las causas o factores de la Primera Revolución Industrial.

Revolución demográfica

Se produjo un evidente crecimiento demográfico. Así, la población europea pasó de los 140 millones de habitantes que había a mediados del siglo XVIII a los 266 millones que se contabilizaban en la mitad del siglo XIX.

Esto se debió al aumento de la producción de alimentos, lo que hizo que hubiera una mejor alimentación y que, por tanto, hubiera una mayor resistencia a las enfermedades. La mejora en la higiene y el avance de la medicina también permitió que las pestes y las epidemias fueran remitiendo y desapareciendo.

Durante esta etapa, la esperanza de vida subió desde los 38 hasta los 50 años. Además, bajó la mortalidad y se elevó la natalidad.

Revolución agrícola

En consonancia con lo anterior, al incrementarse la población, también era necesario producir cada vez más alimentos. Esto se consiguió gracias a una serie de mejoras en las técnicas agrícolas:

  • El arado de hierro sustituyó al de madera, apareciendo además numerosa maquinaria agrícola (segadoras o trilladoras, por ejemplo).
  • Se introdujo la rotación continua de cultivos, es decir, el llamado sistema Norfolk. Esto permitió aprovechar mejor las tierras y evitar el barbecho, que provenía de la Edad Media y con la que se dejaba de sembrar la tierra durante un tiempo para que así se regenerase. Es decir, se perdía productividad.
  • Aparición de nuevos cultivos más rentables, caso de la patata o el maíz.
  • Perfeccionamiento de los sistemas de riego.

La ganadería también experimentó un auge, ya que, gracias a la rotación de cultivos, las tierras también se dedicaban a producir forrajes que servían para alimentar a los animales.

Esto hizo que aumentara el ganado y que se desarrollase la estabulación, es decir, su cría en establos. Además, una mayor parte de la población pudo acceder a la carne, que hasta entonces sólo era algo que se podían permitir las personas más adineradas.

Coincidiendo con las revoluciones liberales y el liberalismo económico, se produjo también una modificación de las estructuras agrarias. Las propiedad señorial dio paso a la propiedad privada, lo que hizo que la burguesía comprara terrenos para así intentar sacarles el mayor beneficio posible.

Al obtener mayores ingresos, estos agricultores comenzaron a invertir su capital en otros negocios, caso de la industria o de la bolsa.

Sin embargo, también se produjo un éxodo rural, puesto que parte de la población campesina emigró a las ciudades para así trabajar en las fábricas.

Revolución burguesa

El crecimiento de la burguesía y su deseo de acceder a un poder político que hasta entonces estaba en manos de la nobleza del Antiguo Régimen, provocó el nacimiento de las revoluciones, tal y como sucedió con la Independencia de los Estados Unidos y la Revolución Francesa.

Su carácter emprendedor hizo posible el avance de la industria y la aparición de un buen número de novedades técnicas, tal y como analizamos a continuación.

Características de la Primera Revolución Industrial

Mecanización

Las primeras máquinas se accionaban por medio de la fuerza humana, apareciendo posteriormente aquellas otras que utilizaban la energía hidraúlica para funcionar.

La verdadera revolución llegó con la aparición de la máquina de vapor. Inventada por James Watt en 1769, utilizaba el carbón como combustible.

Aparecieron las fábricas, donde los obreros trabajaban en grandes superficies industriales en las que también se instalaban las máquinas. Surgió entonces la división de trabajo, donde caba obrero se ocupaba de una parte de la cadena de producción.

También hubo importantes cambios en la industria textil, pues se crearon las nuevas máquinas de hilar y, sobre todo, el telar mecánico. A todo ello habría que sumar la sustitución de la materia prima que más se utilizaba hasta entonces, la lana, por otra más sencilla de tratar y de conseguir: el algodón.

Todo este progreso tecnológico supuso un incremento de la productividad y una reducción de los costes, lo que implicó que se pudiera vender más barato, que se comprara más y que, por tanto, se obtuvieran más beneficios.

La siderurgia también vivió un importante cambio al aumentar la producción del hierro y de acero, algo especialmente útil para la fabricación de herramientas, máquinas y ferrocarriles.

Asimismo, el carbón de coque, que es mineral, empezó a usarse por delante del carbón vegetal (aquel que se obtiene con la combustión de la madera). Sin duda, se convirtió en la principal fuente de energía de la Primera Revolución Industrial.

Revolución de los transportes

Al producirse más mercancías, para el comercio resultaba primordial llevarlas de una forma más rápida desde su lugar de origen hasta su destino. Es por ello que durante esta época no sólo se mejoraron varios medios de transporte, sino que aparecieron otros completamente nuevos:

  • Navegación: apareció el barco de vapor (1807).
  • Ferrocarril: las primeras locomotoras de vapor se utilizaron para transportar cargamento de las minas de carbón (1814), aunque luego ya se emplearon para transportar pasajeros (1830).

Expansión de la Primera Revolución Industrial

Aunque se inició en Inglaterra, la Primera Revolución Industrial comenzó a extenderse por el resto de Europa tras la conclusión del Imperio Napoleónico (1815). Así, la estabilidad política provocó que llegara a países como Francia, Alemania o Bélgica.

También llegaría a los Estados Unidos de América y a Japón en la primera mitad del siglo XIX, mientras que no alcanzaría las zonas este y sur de Europa hasta mediados o finales del siglo XIX (es el caso de España, Italia o Rusia).

Características de la Segunda Revolución Industrial

Nuevas fuentes de energía

Inventos como la dinamo hicieron posible que se generase electricidad en las centrales hidroeléctricas. Además, el alternador y el transformador sirvieron para trasladar la corriente eléctrica a la iluminación, la industria, los transportes, los sistemas de comunicación o incluso el ocio.

También comenzó a extraerse el petróleo en los Estados Unidos, utilizándose como combustible tras la invención del motor de explosión. Es lo que sucedió con los automóviles, los barcos y los aviones.

Nuevas industrias

Entre ellas, cabe mencionar las siguientes:

  • Industria del automóvil: despuntó gracias a Henry Ford y a la creación del coche utilitario, que se expandió de forma rápida en los Estados Unidos.
  • Metalurgia: se produjo un avance en este campo, dándose a conocer metales como el acero inoxidable y el aluminio. Este último no sólo era más económico, sino también más fácil de producir.
  • Industria química: destacaron nuevos productos químicos y farmaceúticos, aparte de nuevos abonos, pesticidas y tintes.
  • Industria de la construcción: reseñar el uso del cemento armado para edificar los primeros rascacielos.

Nueva organización industrial

En esta época apareció la fabricación en serie, en la que cada trabajador u obrero lleva a cabo una determinada parte del proceso.

Esto permitió un crecimiento de la productividad a la vez que se aminoraban los costes y el tiempo utilizado para tal fin. A esta fabricación en cadena, que nació en las fábricas de Ford, también se la conoce con el nombre de taylorismo.

Las empresas, por tanto, crecieron mucho, naciendo así las concentraciones de empresas y propiciando la existencia de acuerdos entre las distintas compañías para así limitar la competencia (cártel).

También apareció el holding, que es un grupo financiero que posee la mayor parte de las acciones de otras compañías, y el monopolio. Este último se produce cuando una empresa es la única que comercializa un determinado producto.

La sociedad de la Revolución Industrial

La sociedad empezó a dividirse en clases sociales en lugar de en estamentos. Es decir, se tenía en cuenta la riqueza y los méritos de cada persona en lugar de la familia a la que pertenecía (tal y como sucedía en períodos anteriores).

Clase alta

  • Aristocracia: tras caer el feudalismo, sus integrantes comenzaron a pagar impuestos. Ocuparon importantes puestos en la política, la diplomacia, el ejército y la justicia, pero no tenían espíritu emprendedor.
  • Burguesía: como mencionamos con anterioridad, salió muy fortalecida tras la época de las revoluciones. En este grupo había empresarios, banqueros, propietarios de grandes fábricas y altos funcionarios.

Clase media

  • Pequeña burguesía: estaba formada por pequeños comerciantes, propietarios rurales, profesiones liberales (desde médicos hasta abogados), profesores, puestos intermedios de la administración y artesanos, entre otros.

Clase baja

  • Obreros: era el proletariado, aquellos que trabajaban en las fábricas durante largas jornadas a cambio de un reducido salario.
  • Campesinos: aquí se incluirían tanto a los jornaleros como a los pequeños propietarios. Su número se hizo cada vez menor, debido a que la gente se marchaba a las ciudades para así conseguir un mejor trabajo.

Aunque se buscaba la igualdad jurídica, es decir, que a todo el mundo se le aplicaran las mismas leyes y los mismos tribunales, la realidad es que las desigualdades se mantenían. Por un lado, las mujeres tenían menos derechos que los hombres, y, por otro, existían enormes diferencias económicas entre los integrantes de la sociedad.

Asociaciones obreras y movimiento obrero

Ludismo

La Revolución Industrial también conllevó importantes problemas en la sociedad, puesto que algunas personas no estaban de acuerdo con la llegada de las máquinas. Así, consideraban que lo único que habían hecho era reducir sus salarios y dejarles sin trabajo.

Es por eso que, a principios del siglo XIX, comenzaron a surgir protestas en las que se destruían máquinas o se incendiaban fábricas. A este movimiento se le llamó ludismo.

Mutuas

Dado que compartían problemas, los trabajadores crearon organizaciones con las que buscaban ayudarse en caso de que alguno de ellos se quedara sin trabajo o padeciera una enfermedad. Son las conocidas como sociedades de socorros mutuos o mutuas.

Sindicatos

A continuación apareció el sindicalismo, mediante el cual se crearon organizaciones de trabajadores que buscaban defender sus intereses comunes frente a los de los empresarios. Entre ellos, habría que mencionar los siguientes:

  • Defensa del derecho de asociación.
  • Reducir la jornada laboral.
  • Mejorar las condiciones de trabajo.
  • Mejorar el salario.
  • Regular el trabajo infantil.

Movimiento obrero

El movimiento obrero surge como respuesta al capitalismo, denunciando así las desigualdades de la nueva sociedad industrial. Sus dos principales ideologías son el marxismo y el anarquismo, ambas de mediados del siglo XIX.

Marxismo

Sus principales autores fueron Karl Marx y Friedrich Engels, y perseguía la supresión del capitalismo mediante revoluciones que permitieran a los trabajadores hacerse con el poder político y crear el Estado obrero. Es lo que se conoce como la dictadura del proletariado.

Tras esto se pasaría a una sociedad comunista, es decir, a una sociedad sin clases en la que no existiera ni propiedad privada ni Estado.

Anarquismo

Sus principales autores fueron Pierre-Joseph Proudhon, Mijaíl Bakunin y Piotr Kropotkin. Sus ideas se basaban en tres principios: libertad individual, propiedad colectiva y rechazo a la autoridad.

Eran contrarios a participar en política y a que los trabajadores se organizaran en partidos. Es por eso que fomentaban las acciones revolucionarias de los obreros y de los campesinos con la intención de destruir el Estado.

Fuentes:

  • La Revolución Industrial – Unidad 3 – 4º ESO. Lecciones de Historia. Rosa Liarte.
  • La Primera Revolución Industrial (1750-1850). La cuna de Halicarnaso.
  • Revolución Industrial. Wikipedia.
  • Segunda Revolución Industrial. Wikipedia.
  • Atlas ilustrado de la historia del mundo en mapas. John Haywood, Brian Catchpole, Simon Hall, Edward Barrat.

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