Jack-o'-lantern, el símbolo de Halloween

Jack-o’-lantern, el símbolo de Halloween

La festividad de Halloween celebrada la noche del 31 de octubre, se ha hecho mundialmente famosa gracias a la globalización. Quizás su símbolo más famoso sea el de una calabaza iluminada por dentro. Pero, ¿de donde procede este emblema tan querido y temido al mismo tiempo? A continuación les presentamos la increíble historia de Jack-o’-lantern y su relación con Halloween.

La calabaza, el símbolo de Halloween. Fuente: Nationalgeographic.com

Halloween, el Día de Todos los Santos y el Día de Muertos

Para entender mejor la historia del condenado Jack-o’-lantern y del símbolo de la calabaza, primero debemos aclarar una serie de términos con el fin de no crear confusión. Es muy común que exista cierto desconocimiento en torno a la celebración de determinadas festividades relacionadas entre sí como pueden ser Halloween, el Día de Todos los Santos o el Día de Muertos, pues todas se celebran entre finales del mes de octubre y principios de noviembre.

El origen remoto de Halloween podría encontrarse en la fiesta gaélica de Samhain, de la que apenas se conocen datos exactos y que marcaba el final de la temporada de las cosechas y el comienzo del invierno. De acuerdo a las antiguas tradiciones de los pueblos celtas, en la noche del 31 de octubre los seres sobrenaturales campaban a sus anchas en el mundo de los vivos, creencia que se mantuvo a lo largo de los siglos en sincretismo con el cristianismo, en auge tras el Imperio romano.

Según las creencias populares, durante esta época del año los habitantes de uno y otro lado podían mezclarse entre sí, ya que la barrera que los separaba quedaba difuminada. Por esta razón, la gente pensaba que debía procurarles una buena acogida y así evitar desgracias. Era muy importante no contrariar a estas entidades, si uno quería salir airoso. Otras personas se disfrazaban con pieles de animales con el fin de pasar inadvertidas entre las ánimas de ultratumba y no ser atacadas por ellas.

Es de destacar que el día 1 de noviembre se celebra en el mundo cristiano católico, el Día de Todos los Santos, que no debe confundirse con la Conmemoración de los Fieles Difuntos, festividad que tiene lugar al día siguiente. En el primer día del citado mes, se recuerda a los difuntos que, una vez superado el purgatorio, gozan de la vida eterna en presencia de Dios. Fue el papa Gregorio IV el que unificó esta fecha de manera oficial en el siglo IX, pues la anterior celebración se realizaba el 13 de mayo.

Todos los Santos, por Fra Angélico

A su vez, podemos distinguir el Día de Muertos, tradición celebrada los días 1 y 2 de noviembre en México y otros países hispanoamericanos. En ella, se honra la memoria de los fallecidos. Su origen se debe al sincretismo entre las festividades católicas (especialmente el Día de Todos los Santos y el de los Fieles Difuntos) y las costumbres de los pueblos indígenas. Debido a su gran importancia, en 2008 la UNESCO declaró el Día de Muertos como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

¿Quién fue Jack-o’-lantern?

Cuando nos mencionan la palabra «Halloween«, posiblemente la primera imagen que se dibuja en nuestra mente sea la de una calabaza hueca por dentro, con una sonrisa siniestra y dotada de iluminación. No en vano, este sea quizás el símbolo por autonomasia de esta fiesta tan popular. Lo que parece que no es tan conocido entre el gran público, es la temible leyenda de Jack-o’-lantern.

¿Quién fue este personaje? ¿Y cuál fue su relación con Halloween? En 1836, el periódico irlandés Dublin Penny Journal publicó una historia titulada Stingy Jack («Jack el Tacaño«). Según cuenta esta narración, Jack fue un irlandés alcohólico de lo más astuto y manipulador. Fue tal su fama que el mismo Diablo quiso conocerle en persona para llevarse su alma. Pero Jack guardaba un as bajo la manga.

Así pues, el demonio hizo acto de presencia ante Jack para hacer valer su propósito. Pero a pesar de su borrachera, Jack ideó una hábil estratagema para librarse de su fatal destino. Sin pensárselo dos veces, convenció al Príncipe de las Tinieblas de tomarse una última cerveza. El Diablo, que no terminaba de fiarse del todo, adoptó la apariencia de un hombre y lo acompañó hasta una taberna de la zona.

He aquí cuando tomó forma el sagaz plan de Jack. Al momento de pagar la consumición, Jack alegó que se hallaba sin blanca, por lo que pidió a su acompañante transformarse en una moneda. El demonio obedeció y fue entonces cuando Jack, ni corto ni perezoso, introdujo la moneda en su bolsillo donde guardaba un crucifijo. Ante la presencia de este objeto, los poderes del Diablo dejaron de surtir efecto.

Decoración de Halloween

Incapaz de volver a su forma original, Satanás no podía cumplir con su cometido. A cambio de su liberación, Jack le hizo prometer que le perdonaría por un plazo de diez años. Esta fue la primera vez que el ingenio de Jack superó a las argucias de su diabólico oponente. Pero todavía no le había vencido por completo. Pasado el tiempo estipulado, el Diablo regresó para cobrarse su particular venganza.

Jack le había estado esperando. Sabedor de que sus artimañas le habían beneficiado, volvió a engañar a su enemigo arrancándole un último deseo: comer la manzana de un árbol cercano. Cuando el Diablo trepó para conseguir el tan ansiado fruto, Jack arrojó crucifijos a sus pies, inmovilizándolo. Otra versión cuenta que talló una cruz en el tronco del árbol. Sea como fuere, otra vez le había ganado la partida.

El demonio había vuelto a fracasar estrepitosamente. Jack aprovechó el momento para hacerle jurar que jamás se llevaría su alma consigo. Harto de aquel hombrecillo, Satanás decidió cumplir su promesa y se olvidó de su misión. Sin embargo, los excesos de Jack cometidos en vida acabaron llevándole a la tumba. Donde no había tenido éxito el Diablo, el alcohol se encargó de terminar la tarea por él.

Pero fue aquí donde la astucia de Jack le reservó una mala pasada. Debido a sus pecados, Dios le negó la entrada al Cielo. Pero también fue rechazado en el Infierno, debido al pacto que había suscrito con Satanás. Así, Jack quedó condenado a vagar por toda la eternidad sin destino fijo. Como único consuelo, el diablo le entregó un farolillo en forma de nabo para iluminar su camino por siempre jamás. Desde entonces sería conocido como Jack-o’-lantern, un alma en pena sin ninguna esperanza.

Otras versiones

Existen muchas versiones acerca de Jack-o’-lantern. En otras narraciones, Jack era perseguido por unos aldeanos a los que había robado previamente. Es aquí cuando se le aparece el demonio con el objetivo de condenarle por toda la eternidad, pero antes Jack le sugiere castigar a los aldeanos por ser fervorosos seguidores de Dios. Al igual que en la anterior versión, le acaba convenciendo para convertirse en una moneda de plata y así poder utilizarla para pagar los bienes robados.

Después, cuando la moneda desapareciera, los aldeanos se pelearían entre sí por no saber quien de los dos se la había quedado. Pero entonces Jack introduciría la moneda en un saco junto a una cruz robada para salirse con la suya. En ambos mitos, el astuto irlandés solo deja marchar al demonio una vez que este accede a sus peticiones. También hay relatos donde Jack recibe la ayuda de Dios para vencer al Diablo. A su vez, el acuerdo entre Jack y el demonio suele ser diferente en función del narrador.

La calabaza de Halloween

Tras conocer la historia del origen de Halloween y del infame Jack, todavía cabe preguntarnos de donde proviene la famosa calabaza. En Irlanda primero y en Gran Bretaña después, empezó la tradición de los Jack o’lanterns, farolillos en forma de nabo utilizados para decorar las casas en la vigilia de Todos los Santos (en inglés “All Hallows Eve”). Esta hortaliza se decoraba con una cara para simbolizar a Jack, aquel que había mantenido a raya al demonio gracias a su picardía. Aquellos grotescos amuletos servirían para proteger a los vivos de las acciones de los malos espíritus.

Molde de escayola de un farol tradicional irlandés de Halloween hecho de nabo expuesto en el Museo de la Vida en el campo, Irlanda

A lo largo del siglo XIX, multitud de irlandeses emigraron a los Estados Unidos y Canadá en busca de una vida mejor llevando consigo su cultura y tradiciones. En EE.UU, se solían decorar calabazas a modo de máscaras. La razón de esta práctica se encuentra en otra leyenda muy conocida, la de Sleepy Hollow. En esta obra de Washington Irving, un jinete fantasmal sin cabeza utilizaba una siniestra calabaza en su lugar hasta que encontrase la suya propia. Ambas historias se fusionaron y los Jack o’lanterns se empezaron a fabricar con esta popular hortaliza originaria de Norteamérica.

Finalmente, la calabaza se impuso y hoy en día es el símbolo por excelencia de la fiesta de Halloween. Gracias a la globalización, esta celebración se acabó extendiendo por otras zonas como Europa continental o Extremo Oriente durante el siglo XX y principios del XXI. En la actualidad millones de personas festejan Halloween alrededor del mundo con gran entusiasmo. No obstante, no todos podrán disfrutarlo de la misma manera, pues el astuto Jack seguirá errante con su farolillo encendido por toda la eternidad. ¿O tal vez se atreva a visitarnos en alguna ocasión en el mundo de los vivos?

Temática diversa de Halloween

Bibliografía

G.M. Abel. (2022). «Samhain, la festividad celta que dio origen a Halloween». Historia National Geographic. https://historia.nationalgeographic.com.es/a/samhain-festividad-celta-que-dio-origen-a-halloween_18583

G.M. Abel. (2022). «El origen de jack o’lantern, la calabaza de Halloween». Historia National Geographic. https://historia.nationalgeographic.com.es/a/origen-jack-olantern-calabaza-halloween_18592

«Halloween».(2009). Britannica Concise Encyclopedia. Chicago: Encyclopædia Britannica. Credo Reference.

Rogers, N. (2002). Halloween: From Pagan Ritual to Party Night. Oxford University Press.

Foto de portada de Nationalgeographic.com

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