Miércoles 17 de abril, 21 horas, fecha exacta en la que el planeta volvió a paralizarse para disfrutar del mayor espectáculo futbolístico de nuestros días. Manchester City y Real Madrid, apenas una semana después, volvían a verse las caras en la vuelta de unos cuartos de final en los que solo uno lograría el billete a semis. 

Manchester City vs <strong><a  data-cke-saved-href='https://www.vavel.com/es/futbol/2024/04/17/real-madrid/1179890-ancelotti-tenemos-la-confianza-de-tener-la-calidad-para-crear-problemas.html' href='https://www.vavel.com/es/futbol/2024/04/17/real-madrid/1179890-ancelotti-tenemos-la-confianza-de-tener-la-calidad-para-crear-problemas.html'>Real Madrid</a></strong> I Imagen: Getty Images
Manchester City vs Real Madrid I Imagen: Getty Images

Los números decían que el conjunto blanco estaba ante el reto más complejo de su historia, que era imposible: el club de Chamartín jamás había ganado en el Etihad, el City nunca había caído en una eliminatoria en la que hubiera empatado en la ida y, para colmo, nadie era capaz de vencer en el feudo inglés en competición europea desde 2019. Pero qué más da todo eso si cómo dijo Ancelotti en la previa, “las estadísticas están para romperse”.

Estas fueron las alineaciones del partido

Comenzando por el equipo local, Guardiola pudo contar, esta vez sí, con todos sus efectivos y no se guardó nada para intentar sentenciar la eliminatoria cuanto antes. Los citizen formaron con Ederson bajo palos; línea de cuatro para Gvardiol en la izquierda, Rubén Días y Akanji en el eje de la zaga, y Walker, totalmente recuperado, en el lateral derecho; en la sala de máquinas, Rodri ejerció como pivote y tanto Kevin De Bruyne como Bernardo Silva partieron como interiores; finalmente, el tridente ofensivo quedó formado por Phil Foden a un costado, Jack Grealish al contrario y Erling Haaland en la punta. Una alineación tremendamente ofensiva con la que Pep intentaría repetir la goleada del año pasado. 

Alineación <strong><a  data-cke-saved-href='https://www.vavel.com/es/futbol/2024/04/17/real-madrid/1179890-ancelotti-tenemos-la-confianza-de-tener-la-calidad-para-crear-problemas.html' href='https://www.vavel.com/es/futbol/2024/04/17/real-madrid/1179890-ancelotti-tenemos-la-confianza-de-tener-la-calidad-para-crear-problemas.html'>Real Madrid</a></strong> I Imagen: Getty Images
Alineación Real Madrid I Imagen: Getty Images

En el lado opuesto, Carlo Ancelotti optó por repetir el mismo once que salió de inicio ante el City en la ida, a excepción del cambio obligado por sanción de Nacho por Tchouaméni. Así pues, Lunin comenzó en meta; línea de cuatro para Carvajal en el lateral diestro, Nacho y Rüdiger como pareja de centrales, y Ferland Mendy en el lateral izquierdo; Eduardo Camavinga escoltó desde el pivote a Kroos y Fede Valverde que fueron los interiores; y, en ataque, Jude Bellingham gozó de total libertad en la media punta y Rodrygo y Vini se repartieron los espacios en la punta de ataque. Mismo sistema y mismo planteamiento al creer firmemente que, pese al empate en el Bernabéu, las cosas salieron según lo previsto. 

Rodrygo le tiene tomada la medida al City y a Guardiola

El partido comenzó exponiendo a dos equipos que se respetaron en exceso. Todos sabían que una eliminatoria tan igualada acabaría decidiéndose por pequeños detalles, errores no forzados o alguna acción individual que desequilibrar la balanza hacia alguno de los lados. Por ello nadie quería fallar ni arriesgarse en exceso en esos primeros minutos de partido que ya se sabe que son claves para el devenir del encuentro. 

No obstante, cabe destacar la valentía de los muchachos de Ancelotti en este comienzo. Los futbolistas del Real Madrid propusieron una presión alta, impidiendo una salida de balón limpia por parte de los pupilos de Guardiola e intentando robar lo más arriba posible para intentar sorprender al City con este arreón inicial. Y así fue, alrededor del minuto 12 de juego, Jude Bellingham realizó un control magistral, dio continuidad a una jugada que, aparentemente, no parecía tener mayor peligro y el esférico acabó en las botas de un Vini que supo aguantar y tener esa tranquilidad en los últimos metros que tan compleja resulta de conseguir en el fútbol para asistir inmejorablemente a su amigo Rodrygo Goes. Otra vez ellos; otra vez los protagonistas del ya célebre “abrazo de la decimocuarta” tras eliminar al propio Manchester en el Bernabéu; otra vez esos dos brasileños que siempre soñaron con ponerse la camiseta del Real Madrid y, desde que se la han enfundado, no han dejado de hacer historia con el club de sus sueños. 

Rodrygo vs <b><a  data-cke-saved-href='https://www.vavel.com/es/data/manchester-city' href='https://www.vavel.com/es/data/manchester-city'>Manchester City</a></b> I Imagen: Getty Images
Rodrygo vs Manchester City I Imagen: Getty Images

Pero vayamos con el gran protagonista de este primer tanto para los madridistas, tenía que ser él, quién si no. Un jugador que ha logrado tomarle la medida a este “invencible” Manchester City; un jugador que logra encarnar a la perfección el idilio inexplicable que existe entre la Champions League; un futbolista que, sin hacer mucho ruido, fue clave en todas y cada una de las remontadas de la décimo cuarta y, este año, de momento, ya le ha marcado al City en la ida y en la vuelta para ayudar al equipo a estar en semifinales; en definitiva, un Rodrygo Goes que se ha convertido, sin discusión alguna, en la peor pesadilla de Pep Guardiola. 

A partir del gol, monopolio del City

Ese primer tanto que abría el luminoso en el Etihad marcó un antes y un después en el partido. El Real Madrid, sabiéndose aventajado en la eliminatoria, decidió que era el momento de sufrir, de sufrir juntos; de dar un paso atrás, juntar líneas y tratar de resistir a la heroica durante la infinidad que quedaba de partido. Un plan que podría parecer “suicida” para cualquier otro equipo, pero que acabó resultando efectivo el legítimo ‘Rey de Europa’. 

Los de Ancelotti lograron mantenerse por encima en el marcador durante toda la primera parte, pero en la segunda, tras el pitido de Orsato, el asedio citizen continuó. Nadie entendía cómo podían seguir aguantando, cómo era posible que aquellos chicos acostumbrados a tener todos los partidos bajo control estuviesen realizando tales esfuerzos defensivos con una solidaridad digna de alabar. Tal vez, para entenderlo, bastaba con fijarse detenidamente en el partido de las dos grandes estrellas del Real Madrid: Jude Bellingham y Vini Jr. El brasileño se dejó el alma sobre el verde del Etihad. Quizá su partido no sea tan vistoso como otros muchos que nos ha ofrecido el niño maravilla del Real Madrid, pero viendo su entrega y su sacrificio por el equipo, el encuentro de Vini en la noche de ayer es un verdadero espectáculo.

Vini y Bellingham I Imagen: Getty Images
Vini y Bellingham I Imagen: Getty Images

Continuando con Bellingham, uno ya no sabe ni qué decir de este chico. Algunos decían que “le habían cambiado” o que “le estaban esperando”, bueno, pues después de ver su recital en la noche de ayer, espero que, por fin, le hayan encontrado. El astro inglés comenzó el partido asumiendo responsabilidades en la sala de máquinas, bajaba a recibir, quería entrar en contacto con el esférico y, a partir de ahí, organizar el juego de los suyos. Todo el fútbol del Real Madrid en la primera parte pasó por las botas de Jude. Pero si ustedes creen que el partido del británico se limita a su aportación con el balón en los pies, déjenme decirles que están muy equivocados. Bellingham corrió, corrió más que nadie para hacerle saber al mundo entero que, tal y como había afirmado el día anterior en rueda de prensa, fichó por el Real Madrid para vivir noches como esta… ¡y vaya si la disfrutó! Daba igual el minuto que fuera, Jude siempre conseguía sacar fuerzas para liderar una última presión, para robar un balón que podría haber generado peligro a su defensa o, simplemente, para aguantar el balón en esas botas que desprenden magia y elegancia a partes iguales. Escandaloso, Jude, te necesitábamos y estuviste a la altura. 

El City empató y el partido se decidió en penaltis

Volviendo a lo que nos atañe, un despiste puntual en la zaga madridista supuso el empate del City. De Bruyne estrelló el balón al fondo de las mallas y desató la locura en un Etihad que rugía al verse cada vez más cerca de la semifinal. En ese preciso momento, la extracción de telarañas en Neptuno volvió a reactivarse y, en Canaletas, volvieron a resonar algunos tímidos tambores al ver cómo el Madrid se encontraba contra las cuerdas. Sin embargo, todos ellos parecen no aprender la lección: al Real Madrid nunca se le debe dar por muerto. Era imposible, inverosímil, improbable…, pero los de Ancelotti se defendieron como gato panza arriba ante un City que, con el paso de los minutos, comenzaba a sentirse impotente. Finalmente, los de Guardiola no consiguieron romper las tablas ni en los 90 reglamentarios ni en los 30 de agregado en la prórroga y la eliminatoria, por complejo que resulte de entender, se marchó a los penaltis. 

Celebración <strong><a href='https://www.vavel.com/es/futbol/2024/04/17/real-madrid/1179871-maria-mendez-una-joya-con-futuro-blanco.html'>Real Madrid</a></strong> I Imagen: Getty Images
Celebración Real Madrid I Imagen: Getty Images

La charla de ambos entrenadores con sus futbolistas antes de una de las tandas más determinantes de la historia debió ser compleja. Según explicaba Carletto a posteriori en zona mixta, su staff decidió los lanzadores y en esos minutos simplemente se dedicaron a hablar con cada uno de ellos para confirmar si querían asumir la responsabilidad o no. Sin embargo, en el lado opuesto, cómo iba a explicar a los suyos que después de haber hecho un partido prácticamente perfecto habían acabado en penaltis; cómo razonar que el Real Madrid siguiera vivo después de haber remado a contracorriente durante gran parte de la eliminatoria; y, sobre todo, cómo motivar o destensar a sus futbolistas sabiendo que esa historia ya la han vivido antes y, tratándose de la Champions League y el Real Madrid, resulta difícil que esa narrativa no volviera a repetirse. 

La locura del rey

En cuanto a los penaltis, el fallo inicial de Luka Modric quedó en el olvido a causa de dos paradones de Lunin que hizo los honores para que Antonio Rüdiger tuviera una cita con la historia del Real Madrid. Sí, han leído bien, el penalti decisivo en clave madridista lo lanzó el central germano y, como no podía ser de otra manera, el “loco” favorito de todo el madridismo batió a Ederson para certificar el pase a semifinales.

El <strong><a href='https://www.vavel.com/es/futbol/2024/04/15/real-madrid/1179670-el-real-madrid-confia-en-los-numeros.html'>Real Madrid,</a></strong> en semifinales I Imagen: Getty Images
El Real Madrid, en semifinales I Imagen: Getty Images

Debía ser él, el fútbol se lo debía. El jugador más determinante de la eliminatoria siendo capaz de anular a Erling Haaland, había errado en el despeje que supuso el gol de De Bruyne y falló un mano a mano con Ederson en la ocasión más clara de la prórroga. Por ello, Antonio estalló en júbilo y se marchó directamente hacia sus compañeros para celebrar este hito histórico con el que el legítimo ‘Rey de Europa’ quiso advertir al planeta fútbol que, pese a quien le pese, la décimo quinta ya viene camino de Cibeles.