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Michelle Obama: El liderazgo femenino m�s all� de la Casa Blanca

La historia de una primera dama como icono del movimiento feminista.

Becoming (Mi historia) consigue el prop�sito de llenar de profundidad la figura de Michelle Obama, la primer�sima primera dama afroamericana en la historia de Estados Unidos que se dej� kilos de ambici�n personal y profesional por el camino para estar a la altura del bien mayor encarnado por su marido, Barack Obama.

  • T�tulo: Becoming (Mi historia).
  • Autor: Michelle Obama.
  • P�ginas: 448.
  • Precio: 17,95 d�lares.

La historia de Michelle Robinson es parte fundamental del fen�meno internacional destinado a poner ala mujer en la primera fila de un mundo que va mucho m�s all� de la Casa Blanca. Con un estilo de escritura sencillo, cautivador y plagado de an�cdotas personales, el superventas Becoming profundiza en primera persona en el alma de una mujer inteligente, reflexiva y con ambici�n atrapada en un mundo de minor�as. Su biograf�a pone el acento en el liderazgo femenino y puede ser com�n a la de que cualquier mujer profesional que ha luchado por ascender laboralmente, pero que a la vez ha anhelado formar una familia y que sufre la presi�n interna y externa de ser una buena madre y una buena esposa.

Michelle Robinson creci� en un barrio humilde de Chicago, en una familia media de raza negra. Su madre era ama de casa y su padre, aquejado de esclerosis m�ltiple, trabajaba como supervisor de las calderas de una f�brica. Gran parte del libro es un homenaje de Michelle a sus padres, responsables de regalarle una educaci�n excepcional que le permiti� sobresalir, pese a chocar en muchas ocasiones con la conciencia de raza. En un momento dado, una de las ni�as, prima segunda, tercera o cuarta m�a, me mir� de soslayo y me dijo un poco acaloradamente: �Por qu� hablas como una ni�a blanca?", recuerda con amargura la autora.

La biograf�a de la ex primera dama ser�a interesante incluso aunque nunca hubiera conocido a Barack. Michelle Obama brill� en un ambiente de mediocridad, lo que la catapult� hasta la Universidad de Princeton y, m�s tarde, a Harvard. Conmenos de 30 a�os, ya era uno de los abogados destacados del bufete Sidley & Austin, donde cobraba 120.000 d�lares al a�o. Fue all� donde conoci� a Barack Obama, un joven letrado, idealista y devorador de libros que entr� para hacer unas pr�cticas de verano, pero cuyo aura hac�a entrever que estaba destinado a metas m�s altas.

BARACK OBBAMA Y <HIT>MICHELLE</HIT> <HIT>OBAMA</HIT> DE JOVENESEXPANSION

michelle

Michelle se detiene en abordar las dificultades de encaje de una pareja criada en ambientes muy diferentes. Mientras ella creci� en una familia enorme y unida como una roca que le ayud� a amar la disciplina, las conexiones sociales y la estabilidad, Barack disfrut� de una infancia ex�tica de la mano de una madre divorciada que le llev� por el mundo y le ense�� el valor de la diversidad y la individualidad. "Con el tiempo he comprendido que Barack es de esa clase de personas que necesitan un agujero, una peque�a madriguera donde poder leer y escribir sin que nadie las moleste".

Poco despu�s de empezar a salir con Barack, Michelle descubri� que no ten�a vocaci�n de abogada, as� que dej� su lucrativo puesto y encontr� nuevos trabajos de vocaci�n social sin seguir del todo los consejos de su madre. "Primero gana dinero y despu�s preoc�pate por tu felicidad", le dijo.

Mientras analizaba sus intereses profesionales, ten�a que hacer equilibrios con una pareja que se reclu�a para escribir libros, que compatibilizaba tres trabajos y a la que la llama de la pol�tica le empezaba a devorar. Con muchas dificultades y recurriendo a la fecundaci�n in vitro, Michelle y Barack tuvieron dos hijas: Malia y Sasha. La autora de Becoming se detiene en transmitir la emoci�n desbordadora que supuso para ella la maternidad y, a la vez, las enormes dificultades que implic� gestionar una familia con un padre y marido amoroso pero ausente de las rutinas diarias.

Los d�as de comida basura en el coche y de compras expr�s en el supermercado en medio de dos reuniones y de una clase de ballet no fueron nada, sin embargo, comparado con lo que vino despu�s.A Michelle no le gustaba la pol�tica y le aterrorizaba la exposici�n a la vida p�blica, pero, irremediablemente, percibi� que el hurac�n Obama estaba en marcha y se vio incapaz de detenerlo. "Cuando empezaba a desanimarme, me fustigaba a�n m�s con toda una serie de pensamientos desde�osos: yo no hab�a elegido aquello. Nunca me hab�a gustado la pol�tica. �Hab�a dejado mi trabajo y entregado mi identidad a aquella campa�a y ahora era un lastre? �D�nde estaba mi poder?", cuenta.

Michelle refleja el desgaste que supuso la campa�a electoral y los ocho a�os en los que habit� en la Casa Blanca, donde sus hijas entraron como ni�as y salieron como adolescentes. La primera dama negra de la historia ilustra detalles de su vida bajo el gran foco mundial que reflejan los logros, las decepciones y el dif�cil proceso de gestionar la intimidad de una familia en una de las circunstancias m�s excepcionales que pueda vivir un ser humano, con el a�adido de la raza ("dado que �ramos la primera familia afroamericana en la Casa Blanca, se nos ve�a como representantes de nuestra raza") y de su condici�n de mujer ("pero era demasiado seria, demasiado severa, al menos teniendo en cuenta las expectativas de la gente sobre una mujer").