La rueda del tiempo (2021), de Uta Briesewitz

Las Aes Sedai –hermandad de mujeres con poderes, que velan por el conocimiento, y tienen acceso a la magia– prevén la llegada del Dragón Renacido, figura que según las profecías salvará a la humanidad o será responsable de su destrucción. Moiraine Damodred, una de las más poderosas, viaja en compañía de su protector, el espadachín Lan al’Mandragoran, al remoto pueblo de Dos Ríos, en busca de cuatro jóvenes, pues se sabe que uno de ellos será la figura mesiánica esperada: Egwene al’Vere –que se está planteando convertirse en aprendiz de hechicera–, Rand al’Thor –novio granjero de ésta–, el aprendiz de herrero Perrin, y el ludópata Mat Cauthon. Poco después de que Moiraine y Lan lleguen al lugar, aparecen los trollecs, monstruosos sirvientes del Oscuro, que quieren evitar el advenimiento del Dragón Renacido.

Ambiciosa adaptación para Amazon Prime Video de la fantasía épica de Robert Jordan, que consta de catorce novelas, y una precuela. Si la plataforma de streaming no la cancela antes por falta de audiencia, la franquicia se repartirá en ocho temporadas, según ha planificado Rafe Judkins, showrunner de la serie, forjado como guionista de Chuck.

No se sabe presentar la mitología de forma atractiva. Al arranque le sobran diálogos discursivos ininteligibles, que hacen referencia a nombres de razas y personajes extraños, y le falta originalidad, pues la sombra de Juego de tronos (cuyo éxito se pretende alcanzar) y sobre todo de J.R.R. Tolkien es alargada. Los lectores del británico reconocerán de inmediato a una comunidad de variopintos protagonistas que huyen de las huestes de un señor oscuro, pero después se dividirán para acometer diferentes objetivos. Un momento en el que se ponen a entonar una canción, y una interminable historia del pasado explicada por Moiraine Damodred, parecen torpes intentos de imitar las gloriosas estrofas sobre las antiguas edades de la Tierra Media, y unos poderosos seres oscuros que guían a las hordas traen a la memoria a los nazgul. Se le añade un toque post #MeToo, pues aquí sólo las mujeres pueden convertirse en magas, y por supuesto no existe ninguna mujer desvalida incapaz de defenderse por sí sola.

Mientras que Rosamund Pike tiene fuerza como Moirane Damodred, y Daniel Henney (Mentes criminales) no desentona como su escudero, los jóvenes protagonistas –Madeleine Madden, Josha Stradowski, Marcus Rutherford y Barney Harris– resultan demasiado insulsos, así que no remontan la falta de entidad de sus personajes. Sorprende el aspecto pulcro y la belleza física de todos los personajes, pese a que se supone que viven en un mundo similar a la Edad Media, en medio de peligros. En cualquier caso, abundan las secuencias de relativa espectacularidad, llenas de efectos visuales millonarios, por lo que la ficción puede satisfacer a los incondicionales del género, aunque todo indique que la rueda del tiempo sólo girará hasta que Amazon saque su serie basada en los mundos de Tolkien.