Monumento funerario del Papa Alejandro VII

El Monumento funerario del Papa Alejandro VII

Actualizado el domingo, 10 noviembre, 2019

La impresionante tumba del Papa Alejandro VII

En el interior de la Basílica de San Pedro del Vaticano, se encuentran algunas de las obras más significativas de los grandes maestros del renacimiento italiano, la Piedad de Miguel Ángel, la Transfiguración de Rafael, sin olvidar las infinitas decoraciones de la nave central que culminan en el Baldaquino del gran artista polifacético del barroco Gian Lorenzo Bernini, que también fue autor del sugestivo Monumento Funerario del Papa Alejandro VII.

El Monumento Funerario del Papa Alejandro VII fue ordenado por el mecenas, Fabio Chigi, solo 5 meses después de ser elegido como Obispo de Roma el 7 de abril de 1655, con el nombre de Alejandro VII. Un encargo que vaticinaría su breve papado ya que moriría solo diez años después, el 22 de mayo de 1965, de una grave litiasis renal, enfermedad que padecía desde su juventud.  No obstante junto al Bernini pudo cumplir un ambicioso proyecto de renovación urbanístico de la ciudad que afectó a barrios enteros. Labor que tuvo ocupado al maestro hasta su vejez, motivo por el cual no pudo dedicarse al Monumento Funerario del Papa Alejandro VII  que fue acabado por los aprendices de la escuela de Bernini siguiendo su diseño. El mausoleo fue completado en 1678, casi 12 años después de la muerte del Papa.


Localización

Para admirar el Monumento al Papa Alejandro VII es necesario atravesar prácticamente toda la basílica, desde las puertas de entrada por toda la nave principal en dirección al altar, ya que el mausoleo se encuentra, justo al superar el transepto occidental, detrás del Baldaquino de Bernini, en la capilla lateral del deambulatorio más cercana a la tumba de San Pedro, cumpliendo el deseo expreso del Papa.


Descripción de la tumba

El Monumento al Papa Aljandro VII es un conjunto escultórico tallado en bloques de mármol de distintos colores siguiendo cuidadosamente el proyecto diseñado por Bernini, compuesto por minuciosos dibujos y moldes realizados en terracota, como la estatua de Papa Alejandro VII que se conserva en el Victoria and Albert Museum de Londres realizada entre 1669 y 1670.

El monumento funerario sigue una composición triangular que posiciona en la cima la estatua principal, la del Papa, esculpido en mármol blanco en acto de plegaria, con el rostro sereno, arrodillado sobre un pedestal de mármol verde decorado únicamente con la placa conmemorativa. Bajo sus pies en una alegoría se representan las cuatro virtudes del Papa, talladas como él en mármol blanco envueltas como en una especie de sábana roja que parece atraparlas tanto a ellas como a la muerte, representada por un esqueleto dorado con alas que sujeta amenazante un reloj de arena, que simboliza el fin de la vida, un tiempo concluido.

Las virtudes del Papa son: la Caridad, representada por una figura femenina que sostiene un niño pequeño en brazos; la Verdad representada también por una mujer que tiene al sol enredado en la melena y el pie izquierdo apoyado sobre el mundo, que curiosamente con una especie de aguijón posicionado sobre el Reino Unido la hiere, simbolizando así el sufrimiento que la Iglesia Anglicana causó al Papa. En segundo plano quedarían la Prudencia figurada con un espejo y por último la Justicia representada por una mujer en actitud pensativa con la cabeza apoyada en una de sus manos. Todo el grupo escultórico se desarrolla alrededor de una puerta que, no obstante estuviese ya antes de la creación del monumento, ayuda a completar su significado como la puerta a la vida eterna.


Puntúa este reportaje

Haz click en la estrella con tu puntuación

Puntuación media 4.3 / 5. Número de votos: 15

Todavía no hay votos. Sé el primero.