TEOFÍLACTO DE OCRIDA Y LA EDUCACIÓN REAL

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Byzantion nea hellás

versión On-line ISSN 0718-8471

Byzantion nea hellás  no.31 Santiago  2012

http://dx.doi.org/10.4067/S0718-84712012000100004 

BYZANTION NEA HELLÁS 31, 2012.

ARTÍCULOS GRECIA BIZANTINA

 

c. 1081-1094 d.C.

TEOFÍLACTO DE OCRIDA Y LA EDUCACIÓN REAL

THEOPHYLACTOS OF OKHRID AND ROYAL EDUCATION

 

ROBERTO ANDRÉS SOTO AYALA

Universidad de Chile. Chile

 

Correspondencia:


Resumen: El artículo presenta el resultado de la investigación histórico-filológica de la obra parenētica del obispo de Ocrida y escritor Bizantino Teofílacto, dedicada al príncipe Constantino Ducas. El discurso, inserto en la tradición retórico-política de los "Espejos de Príncipe", constituye una fuente de extraordinario valor para el estudio de la teoría política bizantina. El artículo sitúa históricamente al autor y su obra, presenta un resumen del discurso en lengua castellana y ofrece un completo repertorio bibliográfico.

Palabras clave: Teofílacto de Ocrida, Constantino Ducas, "Espejos de Príncipe", retórica bizantina.


Abstract: The article presents the results of historical-philological research of the parenetic work of the Bishop of Ocrida and Byzantine writer Theophylact, dedicated to prince Constantine Ducas. The speech, inserted in the rhetorical-political tradition of "Prince Mirrors" is an extremely valuable source for the study of Byzantine political theory. The article places historically the author and his work, presents a summary of the speech and offers a full bibliographic reference.

Key words: Theophylact of Ocrida, Constantine Ducas, "Prince Mirrors", byzantine rhetoric


 

1)       El Autor

Las referencias biográficas de Teofílacto no son abundantes1. Nació en la isla de Eubea, a mediados del siglo XI, en el seno de una familia griega de nombre Hefesto2, compuesta al parecer por otros dos hermanos3. En su juventud se trasladó a Constantinopla para realizar sus estudios. Allí fue formado por uno de los principales intelectuales de la epoca, y que se inscribe entre los más importantes de toda la historia bizantina: el retórico Miguel Pselo4. Este intelectual, nacido en Constantinopla en 1018, y que tuvo tambiēn entre sus discípulos al futuro soberano Miguel VII Ducas, cuya formación le había sido confiada por el entonces emperador y padre del joven Miguel, Constantino X, contaba con un reconocido prestigio entre sus contemporáneos, tanto en el ámbito de los estudios (podía declamar la Ilíada completa de memoria5) como de la administración política. En efecto, en cuanto hubo terminado su educación en la capital trabajó en la administración de justicia en Mesopotamia, Tracia y Macedonia. En reconocimiento por el excelente desempeño de sus funciones, ingresó en la corte imperial como secretario en 1041. A partir de entonces, y profundamente identificado con la aristocracia constantinopolitana, se mantuvo ligado al máximo círculo político bizantino, sirviendo como asesor durante treinta y seis años, y bajo siete emperadores de tres dinastías diferentes.

Fruto de esos años de corte es su gran obra histórica, la Cronografía, principal fuente para el estudio de la política imperial de su tiempo. Considerando el nutrido currículo político e intelectual de Miguel Pselo, la temprana vinculación e identificación de Teofílacto con su maestro, lejos de ser un accidente biográfico, constituye un episodio decisivo en su vida. Tanto en temas retóricos como políticos, Teofílacto de Ocrida debe considerarse deudor intelectual de Pselo6.

Formado ya en Teología, Filosofía, Retórica y Derecho, y con una fuerte impronta clásica, Teofílacto fue diácono en Santa Sofía durante el reinado de su condiscípulo Miguel VII Ducas, donde llevó a cabo una intensa labor, destacando, sobre todo, por las dotes retóricas que exhibía en sus homilías. Al mismo tiempo, Teofílacto fue profesor de Retórica. Testimonio de su abnegado ejercicio docente encontramos en los tratados que dedicara a sus alumnos, en los cuales, además de fomentar en ellos el interēs por el estudio del arte retórico, los incita a amar la disciplina y abandonar la desidia7. Su pasión por la Retórica es tambiēn elocuente en la Vita Clementis Achridensis, en la cual se autodenomina expresamente, pudiendo referir su condición episcopal, como "maestro de Retórica"8. Sobre la supervivencia del antiguo Isócrates en la retórica de Teofílacto no hace falta establecer ningún tipo de conjetura. En efecto, el mismo Teofílacto reconoce su admiración por la Retórica isocrática y la presenta explícitamente como modelo al comienzo de su discurso a Alejo I Comneno9.

Su prestigio le valió el honor de ser escogido por Miguel VII como preceptor de su hijo, el príncipe Constantino Ducas, a quien además de formar dedicó el discurso Logos eis ton porphyrogenneton kyr Kónstantinon, tradicionalmente conocido como Paideia Basilike, que por su forma y contenido se ajusta al gēnero de los "Espejos de Príncipe"10.

Alrededor del año 1088 Teofílacto fue designado obispo metropolitano de Bulgaria, de cuya sede episcopal en la ciudad de Ocrida, devino el apelativo con que ha sido distinguido desde entonces.

Además de las tareas pastorales evangēlicas propias de su cargo eclesiástico, Teofílacto, consciente de los aportes que suponen los estudios clásicos y retóricos para la formación de un cristiano, mostró gran interēs y dedicación por el aumento del nivel cultural de sus feligreses. No obstante, fue presa en reiteradas ocasiones del desánimo. Es tema recurrente en sus cartas la exposición a sus amigos tanto de la tristeza que le ocasionaba la rusticidad y falta de instrucción de los búlgaros en comparación con las provincias bizantinas propiamente griegas11, como de sus intensos deseos de retornar a la refinada Constantinopla. Sin embargo, Teofílacto se mantuvo en Ocrida hasta el final de sus días (c. 1107), tal vez por su convicción sobre la necesidad de contribuir en esas tierras a la difusión de la cultura y el Cristianismo, o quizás porque los no pocos enemigos que tenía en la capital, y que lo acusaban de haberse enriquecido indebidamente en Bulgaria, le impidieron el regreso.

Junto a las importantes tareas asumidas a lo largo de su vida (preceptor del príncipe Constantino Ducas, obispo de Ocrida y arzobispo de Bulgaria) es preciso considerar a Teofílacto como uno de los escritores y teólogos más notables de su tiempo. De su obra (fuente valiosísima para el conocimiento de asuntos eclesiásticos y educativos, así como de la situación política de su tiempo12, pero cuyo estudio, sin embargo, no cuenta con una muy larga tradición13) además de la Paideia Basilike/14, nos han sido legados su Epistolario15 (135 cartas conservadas), documento precioso para el trabajo historiográfico sobre la situación política, eclesiástica y social de su epoca; unos Himnos a los Salmos y a los Profetas Menores16, sus Comentarios sobre el Nuevo Testamento17, un cuerpo de Homilias 18, el Encomio a los mártires de Tiberiópolis19, una Biografía de Clemente de Ocrida20, un número interesante de Poesías21, un cuerpo de tratados22 y el famoso panegírico al emperador Alejo I Comneno titulado Logos eis ton autokrátora kyrin Alexion ton Komnenonn 23.

2)       Contexto Histórico

El siglo XI, en profundo contraste con la centuria anterior y en cuyo contexto Teofílacto de Ocrida compuso la Paideia Basilike, dedicada al hijo de Miguel VII el príncipe Constantino Ducas, estuvo caracterizado, tanto en asuntos internos como externos, por la inestabilidad política y económica. La propia obra parenētica del obispo de Bulgaria constituye una de las fuentes principales para el conocimiento de esta crisis24.

El declive de la Dinastía Macedónica, sumado al breve e inestable paso por el poder de los Ducas, a los conflictos entre la aristocracia campesina de las provincias y la urbana de la capital y a las peligrosas amenazas invasoras extranjeras, tanto en las fronteras orientales como occidentales, y que acabaron por dejar a Bizancio "condenado a Europa"25, ofrecen una muestra de las serias dificultades que tuvieron que afrontar los bizantinos durante este periodo y que se agravaron en las últimas dēcadas del siglo.

Despuēs del fracaso de Zoē y su hermana Teodora por conservar el poder del Imperio en las manos de su familia, acabó conduciendo el Estado, elegido por los consejeros imperiales, Miguel VI, un funcionario público de carrera y de rango patricio.

Durante su breve reinado, Miguel VI (1056-1057) favoreció a la aristocracia capitalina, ganando rápidamente la oposición de la nobleza provinciana y de las tropas, los que finalmente, en complicidad con el patriarca de Constantinopla Miguel Cerulario, impusieron en el poder al comandante en jefe del ejercito Isaac Comneno.

En oposición al anterior, el nuevo gobierno (1057-1059) persiguió ante todo el beneficio del ejercito, única esperanza para el Imperio, a juicio de Isaac, frente a la amenaza externa. Su costosa reforma militar, con la que pretendía además de la defensa territorial la recuperación de los vastos dominios de la epoca de Basilio II, exigió, para garantizar su financiamiento, la confiscación de propiedades concedidas a los favoritos de los últimos reinados. Particularmente afectada la Iglesia con esta medida, reaccionó airosa a travēs de Cerulario, a quien el emperador acabó condenando al exilio. Aunque el patriarca rehusó abandonar su cátedra dispuesto a continuar su oposición, su repentina muerte le impidió el cumplimiento de sus fines. No obstante, el pueblo de Constantinopla, que lo amaba intensamente, lo consideró mártir y retiró el respaldo al emperador. Ante esta situación, y con el apoyo exclusivo de sus tropas, Isaac continuó defendiendo las fronteras del norte contra los magiares y pechenegos por un año, hasta que en 1059, una repentina enfermedad le obligó a dimitir, no sin antes designar, desde su lecho de muerte, a un distinguido intelectual de la Universidad de Constantinopla como sucesor, Constantino X, abuelo del futuro príncipe a quien escribiría Teofílacto sus capítulos admonitorios.

En consonancia con su formación, Constantino X Ducas (1059-1067) se ocupó más de las tareas escolares que de la defensa del Imperio. Entre tanto, las tribus turcas, recientemente convertidas al Islam, habían comenzado ya su ofensiva hacia el Occidente, apoderándose del alicaído califato Abasida de Bagdad en 1055. Poco despuēs, en 1064, el sultán Alp Arslán tomó la ciudad de Ani en Armenia y desde allí la de Cesarea en Capadocia, aproximándose cada vez más a Constantinopla. Tres años más tarde murió Constantino y el ejercito, necesitado de mayor atención y protagonismo, obligó a su viuda Eudoxia Macrembolitissa a casarse con el prestigiado general Romano Diógenes, coronado emperador en 106826.

A pesar de los intensos preparativos militares de Romano IV Diógenes (1068-1071), que le llevaron a formar un ejercito de setenta mil hombres, número muy superior al del contingente turco, las tropas bizantinas fueron derrotadas y el emperador hecho prisionero por el enemigo.

La captura de Romano y la noticia de la pērdida de Bari —último bastión bizantino en Italia— que por la misma epoca caía en manos del normando Roberto Guiscardo, generaron en Constantinopla un nuevo conflicto de poder y sucesión, resuelto finalmente en favor de Miguel VII, hijo de Eudoxia y su anterior marido, el emperador Constantino 27..

Miguel VII Ducas (1071-1078), que había sido formado por Miguel Pselo y que por lo mismo compartía discipulado con el futuro obispo de Ocrida Teofílacto, a quien precisamente por ello encargó la educación de su hijo Constantino Ducas, nacido en 1074, resultó ser ante todo, al igual que su padre, un intelectual. Desde el gobierno centró sus intereses en el cultivo de las letras, descuidando el resguardo de los territorios imperiales y facilitando el avance progresivo de los turcos en Anatolia, donde acabaron formando el Sultanato de Rum. La pērdida de estos ricos territorios agrícolas y de algunas posesiones en los Balcanes frente a los magiares y pechenegos, ocasionaron una seria crisis económica que escapó tambiēn al control del emperador.

En este clima de inestabilidad, no tardó en manifestarse el ejercito a travēs de tres sucesivas insurrecciones militares. Primero la del mercenario germano Roussel de Bailleul, que marchó contra los turcos en Anatolia y fundó un pequeño Estado normando, pero que acabó siendo apresado por el general Alejo Comneno. Luego, la del general Nicéforo Brienio, quien cansado del gobierno de Miguel se proclamó emperador en Adrianópolis en noviembre de 1077, poniendo inmediatamente sitio a Constantinopla. Por último, y simultáneamente con la insurrección de Brienio, el estratego del Thema de Anatolia, Niceforo Botaniates se autonombró tambiēn emperador. La compleja situación se resolvió finalmente con la abdicación de Miguel VII en favor de Botaniates.

Apenas en el poder, el anciano emperador Niceforo III Botaniates (10781081) debió abordar un Estado, en palabras de Posadas, "reducido a ruinas, con su burocracia civil desarmada y su aristocracia militar en rebeldía"28. Por su parte la ex emperatriz María de Alania, a quien por el hecho de ser la madre de su destinatario Teofílacto dedica un extenso capítulo en su Paideia Basilike, y su hijo el príncipe Constantino debieron abandonar el palacio. Poco tiempo despuēs, sin embargo, cuando el nuevo emperador contrajo matrimonio con María, Constantino, asociado al poder por su padre desde la más temprana infancia, regresó a Constantinopla dejando el monasterio en el que se había recluido tras la dimisión de Miguel VII.

La alianza estratēgica que suponía el enlace de Botaniates con la viuda de Miguel, y que lo emparentaba con la casa Ducas, de nada le valieron al emperador para incrementar su poder y su prestigio. El Imperio, en las condiciones en que se encontraba, si bien requería de un partidario del fortalecimiento del ejercito y de la poderosa aristocracia de las provincias, necesitaba a la vez un conductor joven y vigoroso. En vista de lo cual María de Alania, que esperaba la madurez de su hijo para elevarlo al trono, confió en Alejo I Comneno (sobrino de Isaac I y emparentado a la vez con los Ducas por su matrimonio con Irene, prima de Miguel VII) adoptándolo como su hijo, con el fin de promoverlo al poder de Constantinopla. Así, Alejo I Comneno, con el apoyo de María de Alania, de su esposa Irene, de la madre de esta María Trajana Ducas y de su tío adoptivo Jorge Paleólogo (con lo que las tres grandes familias del destino de Bizancio se reunían en su persona) entró a la capital, obligó a Botaniates a abdicar y, el primero de abril de 1081, se transformó a la vez en emperador e inaugurador de la magnífica Dinastía de los Comneno, a la cabeza de Bizancio desde entonces y hasta 1185.

El apoyo de María de Alania, sin embargo, no había sido gratuito. Esperaba, en efecto, además de participar del poder imperial, la futura coronación de su hijo Constantino como soberano. Por ello, en cuanto Alejo asumió el mandato real, y cumpliendo con lo acordado, se mantuvo en el palacio, consiguiendo el nombramiento de coemperador para su hijo, mientras Irene, la esposa del soberano, debió trasladarse a un palacio de menor rango. No obstante, el odio que Ana Dalasena, madre del emperador, profesaba abiertamente a María por la enorme influencia que ella ejercía sobre Alejo y por la presunta relación ilícita que existía entre ambos, acabó por imponerse, regresando Irene al palacio, con quien Alejo tendría nueve hijos, y viendose forzados, tanto María de Alania como Constantino, a abandonar la corte del soberano. De este modo, la aspiración de ambos a la continuidad de los Ducas en el poder bizantino comenzaba a dificultarse y el destinatario del "Espejo de Príncipe" del obispo de Bulgaria, reducía sus posibilidades de ascenso político. Quedaba, sin embargo, una esperanza: la materialización de la promesa matrimonial entre Constantino Ducas y Ana Comnena, hija de Alejo, ilusión que finalmente, por la prematura muerte del hijo de Miguel VII en 1094, no pudo concretarse. Constantino Ducas no devino nunca emperador, quedando su nombre, además, históricamente ensombrecido por la imagen del poderoso Alejo I Comneno29, encomiado por el propio Teofílacto30. María de Alania, fracasada por la desgracia definitiva de su hijo porfirogēnito, que durante años había sido inútilmente promovido al trono por ella misma, por Miguel VII y por Teofílacto, acabó sus días consagrada a la vida monástica.

En medio de estas circunstancias políticas, y cuando todavía el joven Constantino albergaba esperanzas de ser coronado, Teofílacto, con el propósito de contribuir con Bizancio y de apoyar la sucesión de los Ducas, aconsejando a su futuro mandatario sobre los asuntos de gobierno, habría redactado su Logos eis ton porphyrogēnneton kyr Kónstantinon (Paideia Pasilike). La falta de marcas cronológicas precisas en el discurso, sin embargo, ha imposibilitado su datación exacta. En general, sobre esta materia, deben aceptarse como límites temporales el lapso transcurrido entre los años 1081 o 1088 (fechas respectivamente del ascenso al trono de Alejo I y plausiblemente del traslado de Teofílacto a Bulgaria31) y el año 1094, data de la muerte del joven Constantino32. El encomio a Alejo I, en cambio, tuvo que ser necesariamente escrito en fecha más tardía. La ausencia de toda referencia a Constantino en el panegírico, obliga a pensar para ēl en una datación posterior a su muerte33.

3)       El Texto

Según la clasificación establecida por Hunger, que distingue entre los discursos que siguen la tradición gnomológica y los que no34, la Paideia Basilike del arzobispo de Ocrida Teofílacto, pertenece al segundo grupo de los "Espejos de Príncipe" bizantinos. Fuente fundamental para el estudio de la teoría política bizantina35, el discurso de Teofílacto aunque presenta su contenido de modo continuo y carente de acróstico, permite distinguir con cierta claridad la existencia de capítulos temáticos (catorce en la edición de Gautier36 y treinta y tres en la de Migne37) que, por su extensión expositiva, se desvían claramente de la tradición gnomológica representada por Agapito Diácono y Basilio I38.

Conforme reseñamos a continuación, en los primeros capítulos, que constituyen el panegyrikós del discurso, Teofílacto encomia en principio las virtudes corporales y espirituales de su alumno Constantino Ducas, hijo del emperador Miguel VII y María de Alania, para pasar despuēs a su abuelo y a su padre39.

El escritor dedica una gran extensión a la descripción encomiástica de la buena educación de María, destacando de ella principalmente su devoción, compasión y generosidad40. Elpanegyrikós de la Paideia Basilike, que en cierto modo la hace asemejarse al discurso de Juliano el Apóstata Peri ton tou autokrátorospraxeon ēperi basileias 41 (provisto igualmente de un panegírico que antecede a la parēnesis), se cierra con un capítulo sobre la crianza y la educación del joven Constantino. La segunda parte de la composición, que le confiere su carácter de "Espejo de Príncipe", es el parainetikos, que contiene los asuntos que dicta la ideología imperial, mezclados con los temas etico-filosóficos conocidos desde la tradición helenística. La imagen de justo, temeroso de Dios y gobernante de sí mismo, propia del emperador, se distingue a todas luces en el texto, siguiendo los patrones isocrático y platónico42, de la del tirano y del usurpador43. El emperador ha de cultivar la relación con los filósofos y no con los saltimbanquis y los actores44. Debe cuidar siempre del orden y tomar ēl mismo parte activa en la guerra, así como practicar enērgicamente ejercicios físicos en tiempos de paz, como condición de entrenamiento para la resistencia en el campo de batalla45. En general, los capítulos de la Paideia Basilike de Teofílacto de Ocrida prestan más atención a los aspectos prácticos de los "Espejos de Príncipe", alejándose desde esta perspectiva, de las obras de Sinesio de Cirene46, Agapito Diácono47 y Basilio I48 —así como de la futuras composiciones de Niceforo Blemida49, Tomás Mágistro50 y Manuel II Paleólogo51—, pero en mucha sintonía con la de Cecaumeno52.

El contenido del discurso parenetico compuesto por el obispo de Ocrida Teofílacto al joven Constantino Ducas, conforme a la numeración de la edición de Gautier53, podemos resumirlo, a modo de índice temático, del modo siguiente:

      1. No existe mejor regalo para quien lleva consigo la simiente real que un discurso parenetico, que por su carácter de tal, puede expresarse, como los dorios antiguos, con el rigor necesario.

       2. Pocos lugares hay en el mundo como la villa imperial. La suavidad de sus estaciones y la riqueza de sus productos hacen de la capital un lugar digno de encomio y exigen al emperador una actitud de gratitud frente a sus bondades.

       3. La fuerza, la destreza, la elegancia, la inteligencia y la elocuencia son atributos innatos del soberano. Por ello es preciso que atienda bien a su maestro y que mantenga siempre vigentes, en su recuerdo, sus enseñanzas.

       4. Es necesario que el destinatario del presente discurso nunca olvide las bellas cualidades que adornaron a sus antepasados, especialmente a su abuelo y a su cultísimo padre. Así mismo, ha de honrar a su madre, poseedora de los más distinguidos linajes reales pero ante todo exponente de realeza por su noble y austera conducta.

       5. Dada las críticas circunstancias de estos tiempos huelga atender muy de cerca la extrema bondad de María, la excelente madre del príncipe a quien se dirige este discurso.

       6. En efecto, la madre del príncipe ha conseguido con bondad, sabiduría y piedad no caer en las redes de su tiempo. Ha hecho de ella misma un templo, edificado con las más nobles virtudes y levantado con la mano de obra de la ayuda a los más necesitados, haciēndose carisma de Cristo. Emulándole, procurará el emperador igualar su bondad y sobrepasar a todos por su amor al estudio.

       7. El propósito de la presente admonición es ante todo mostrar al emperador las bondades que posee por donación divina e impelerlo a comportarse acorde con ellas, de modo que, por medio de su actuar, devenga aún más digno de admiración. Porque nadie es más digno de elogio y recuerdo posterior que quien se ha conducido conforme a su naturaleza, así como nadie más reprochable y despreciable que quien, contrariando su ser, no lo hace. Por ello, sin descuidar la prestancia propia del soberano, vestirá tambiēn el bronce para oponerse a los bárbaros y guiará a todos, alejando su alma de los placeres mundanos, hacia el progreso moral.

       8. Ha de considerar el soberano que las formas de constitución son tres: la realeza, la aristocracia y la democracia. Y que tambiēn son tres sus correspondientes formas degradadas: tiranía, oligarquía y oclocracia.

       9. Entre las características propias del tirano deben considerarse sobre todo las siguientes: su ascensión violenta al poder, su permanente sed de sangre, su veneración de todos los placeres del cuerpo, su falta de confianza en todos, su carencia de amigos, su espíritu de injusticia frente a los súbditos y las leyes, y su incapacidad de organizar y conducir al ejercito. Bajo el gobierno de un tirano, los súbditos todos, lo mismo que su propia familia, no conocen más que sufrimientos y lágrimas.L

       10. El retrato del emperador, en cambio, pletórico de belleza, se forma de modo completamente contrario al del tirano. No toma el poder por la fuerza, no mancilla su túnica con sangre, se apoya en los fervores populares y en la activa participación de sus súbditos, acoge la realeza como recompensa de la virtud, se hace cargo de las tropas en tiempos de paz y de guerra, y fundamenta su ejercicio en el sólido cimiento de la piedad y el amor a Dios. El autēntico emperador reconoce en Dios, en efecto, a un padre, un hermano, un soldado y un aliado, y se apoya permanentemente en los sabios consejos de sus verdaderos amigos, a fin de ser digno de su investidura.

       11. En contraposición al tirano, que siempre se atrinchera en el profundo miedo que le acongoja, el verdadero príncipe, que nunca está solo, tiene por escudo a sus benevolentes amigos, a aquēllos cuya motivación no estriba en la obtención de riquezas, sino en el beneficio del Imperio.

       12. Como medida sabia de gobierno tendrá cuidado el soberano de confiar la administración de las ciudades a sus más cercanos amigos, para lo cual, observará atentamente el modo de ser de ēstos, a fin de no errar en la elección. Los tres puntos en que debe apoyarse su mirada deben ser el hombre, la casa y la ciudad. Puesto que quien no se gobierna a sí mismo no puede poner en orden los asuntos domēsticos y quien no consigue ambas soberanías, tampoco puede, en consecuencia, asumir la conducción de la ciudad. Así se conducirá tambiēn el soberano en su actuar, además de dejarse influir por la Filosofía y los buenos oradores.

      13. No abandonarse a los placeres, dar todo de sí en las labores, no hacer del poder imperial un lugar de delicias sino de cuidados, asistir y examinar todo en la guerra, reflexionar acerca de quien maneja las múltiples tropas, entrenar al ejercito en tiempos de paz, no tomar jamás comida sin haber sudado, no entretenerse nunca con mujeres y bufones, constituyen las principales cualidades exigidas a un emperador.

      14. La clemencia del soberano con sus súbditos será equivalente a la que Dios envía a los hombres. No desenvainará fácilmente la espada cual verdugo, sino que, como el fuego, del que son símbolos su hábito y sus zapatos escarlata, aclarará y quemará. Así conducirá con su luz a sus súbditos y les castigará, aunque lo menos posible, con el fuego de su poder. Conducirse así, con la gracia de Dios, la bendición de su madre, la honra de las letras y la dirección de sus guías es lo que se espera del buen soberano.

 

Notas

1.- Krumbacher, K., Historía tes Vizantines Logotechnías, II. Atenas, 1990, pp. 113-116.

2.- Buchwald, W., Hohlweg, A., Prinz, O., Buchwald, W., Hohlweg, A., Prinz, O., Tusculum- Atenas, 1993, p. 220.

3.- GAUTIER, P., Theophykcte D 'Achrida Discours, Traites, Poesies. CFHB, XXVI, 1 (con traducción al francēs). Tesalónica, 1980, pp. 12-16. Para una presentación crítica laudatoria de la obra de Gautier, vēase: HoRANDNER, W, "Theophylacte D Achrida Discours, Traites, Poesies. Introduction, Texte, Traduction et Notes par P. Guatier (Corpus Fontium Historiae Byzantinae, 16/I, Series Thessalonicensis?) Thessalonike, Assoc. De Recherches Byzantines 1980. 419 S.", Byzantinische Zeitschrift, 76 (Múnich, 1983), pp. 340-341; PRINZING, G., "Theophylacte D'Achrida Discours, Traites, Poesies. Introduction, texte, traduction et notes par Paul Gautier (=Corpus Fontium Historiae Byzantinae, vol. XVI/XVI1, Series Thessalonicensis) Association de recherches byzantines: Thessalonique 1980, 418 u. 1 Seiten.", Byzantinoslavica, 45 (Praga, 1984), pp. 64-68.

4.- La importancia intelectual de Pselo para la historia bizantina se encuentra magistralmente resumida en el siguiente comentario de Krumbacher: "Per ampiezza di sapere, molteplicità di interessi, finezza di osservazione e sovrana padronanza della forma, Psello è la figura pii1 rappresentativa del suo tempo; egli dà l'impronta all'XI secolo proprio come Constantino Porfirogenito la dà al X e Fozio al IX." KRUMBACHER, K., Letteratura Greca Medievale. Palermo, 1970, p. 63.

5.- HERRERA C., H., "Los estudios superiores en Bizancio", en: HERRERA C., H., Dimensiones de la Cultura Bizantina: Arte Podery Legado Histórico. Santiago de Chile, 1998, pp. 326-327 (Publicado originalmente en: Byzantion Nea Hellds, 11-12, (Santiago de Chile, 1990-1992), pp. 27-49).

6.- GARZYA, A., Lezioni di Filologia Bizantina (Appunti di storia letteraria di Bizancio). Nápoles, 1961, p. 84.

7.- Pros tous autou MaThetas ataktesantas. Pros tous autou maThetas. GAUTIER, P., Theophylacte D Achrida Discours, Traites, Poesies, op.cit., pp. 129-165.

8.- PG 126, 1194.

9.- PG 126, 287; GAUTIER, P., Theophylacte DAchrida Discours, Traites, Poesies, op.cit., p. 215.

10.- Así tambiēn lo ha considerado W. Blum en su edición de este discurso junto a los homónimos de Agapito Diácono y Tomás Mágistro. BLUM, W., Byzantinische Fürstenspiegel. Agapetos, Theofylakt Von Ochrid Thomas Magister. Stuttgart, 1981 (con traducción al alemán). Para una presentación del fenómeno retórico-político de los "Espejos de Príncipe" bizantinos, de sus características principales y de su vinculación con la retórica isocrática, vēase: SOTO A., R., "Isócrates y los «Espejos de Príncipe» bizantinos", Byzantion Nea Hellás, 30 (Santiago de Chile, 2011), pp. 125-141.

11.- Teofílacto se lamenta del estado cultural de los búlgaros no sólo comparándolo con el de Constantinopla, sino tambiēn en contraste con el nivel de instrucción y refinamiento de otras provincias del Imperio, incluso cercanas a Ocrida, como es el caso de la Macedonia occidental. Nerantze Barnasē, B. "Ho Theophylaktos tes Achridas ke o Dytikomakedonikós Cho ros", Byzantiná 15 (Tesalónica, 1989), pp. 343-349.

12.-

13.- Así lo atestiguan la datación de sus ediciones y el excepcional y pionero artículo de Praechter de fines del siglo XIX: PRAECHTER, K., "Antike Quellen des Theophylaktos von Bulgarien", Byzantion, I (Bruselas, 1892), pp. 399-414.

14.- FINETTI, B., Theophylacti Opera, Venecia, 1758; M1GNE, J.P., PG 126, 253-286, París, 18571866; GAUTIER, P., Theophylacte D'Achrida Discours, Traites, Poesies, op.cit.; BLUM, W., op.cit.

15.- PG 126, 307-358 (Para un comentario crítico de la edición de Migne, vēase: LEROY-MOLINGHEN, A., "Prolēgomènes a une Édition Critique des «Lettres» de Theophylacte de Bulgarie ou de l'Autoritē de la «Patrologie Grecque» de Migne", Byzantion, XIII (Bruselas, 1938), pp. 253-262); MÉTROPOLITE, S., Lettres de Theophylacte d'Ochrida, archeveque de Bulgarie. Sofía, 1931. (Para un comentario crítico especializado de esta temprana edición, vēase: LEROY-MOLINGHEN, A., "Mētropolite Symēon, Lettres de Theophylacte d'Ochrida, archeveque de Bulgarie (Recueil de l'Acadēmie bulgare des sciences, t. XXXVII. — Classes dHist., de Philol., Philos. et de Sc. Soc., 15), Sofía, 1931", Byzantion, XI (Bruselas, 1936), pp. 770771); GAUTIER, P., Theophylacte D'Achrida, Lettres. CFHB, XVI, 2. Tesalónica, 1986 (Con traducción al francēs) (Para un comentario crítico especializado laudatorio de la edición de Gautier, vēase: Mullet, M., "Theophylacte D'Achrida Lettres. Introduction, texte, traduction et notes par Paul Gautier (=CFHB XVI/1, Series Thessalonicensis, Thessalonique 1986, 633 pp.)", Byzantinoslavica, 52 (Praga, 1991), pp. 157-162). Para el estudio específico de la correspondencia de Teofílacto con Gregorio Taronita vēase: Adontz, N., "L'Archeveque Theophylacte et le Taronite", Byzantion, XI (Bruselas, 1936), pp. 579-588 y LEROY-MOLINGHEN, A., "Les Lettres de Theophylacte de Bulgarie a Grēgoire Taronite", Byzantion, XI (Bruselas, 1936), pp. 589-592. Por último, para un análisis filológico más reciente de la obra de Teofílacto a la luz de su Epistolario, vēase: 41 (Tesalónica, 1990), pp. 376-382.

16.- PG 126, 563-1190.

17.- PG 123-126.

18.- PG 123, 691-722.

19.- PG 126, 151-222.

20.-.- PG 126, 1193-1240; ÍLIEV, I. (ed.), Theophilacti Achridensis, archiepiscopi Bulgariae, scripta ad historiam Bulgariae pertinentia. Sofía, 1994.

21.- GAUTIER, P., Theophylacte D'Achrida Discours, Traites, Poesies, op.cit., pp. 345-377.

22.-

23.- PG 126, 287-306; GAUTIER, P., Theophylacte D'Achrida Discours, Traites, Poesies, op.cit., pp. 213-243.

24.-  LEIB, B., de Theofylacte, archevèque de Bulgarie, et sa contribution à l'histoire de la fin du XI siècle", Revue des Etudes Byzantines, 11 (París, 1953), pp. 197-204.

25.- PATLAGEAN, E., DUCELLIER, A., AsDRACHA, C., MANTRAN, R., Historia deBizancio. Barcelona, 2001, p. 183.

26.- Para el problema dinástico en torno al matrimonio en segundas nupcias de Constantino X Ducas y la nieta del Patriarca Miguel Cerulario, Eudoxia Macrembolitissa, vēase: OIKONOMIDES, N., "Le serment de l'Impēratrice Eudocie (1067)", Revue des Etudes Byzantines, 21 (París, 1963), pp. 101-128. En tērminos más específicos, para el matrimonio de Romano y Eudoxia, sus implicancias políticas y su manifestación en el arte, especialmente en la escultura en marfil y en la numismática, vēase: KALAVREZOU-MAXEINER, I., "Eudoxia Makrembolitissa and the Romanos Ivory", Dumbarton Oaks Papers, 31 (Washington, 1977), pp. 305-325.

27.- Para la política de negociación llevada a cabo desde el trono bizantino por Miguel VII con Roberto Guiscardo, que a travēs de una alianza matrimonial bizantino-normanda buscaba la estabilidad internacional del Imperio en el marco del creciente poder normando en Italia, vēase: KOLIA-DERMITZAKI, A., "Michael VII Doukas, Robert Guiscard and the Byzantine-Norman Marriage Negotiations", Byzantinoslavica, 58, 2 (Praga, 1997), pp. 251-268.

28.- POSADAS, J., Historia de Bizancio. Madrid, 2002, p. 113.

29.- LEIB, B., "Un Basileus Ignorē- Constantin Doucas (v. 1074-1094)", Byzantinoslavica, 17 (Praga, 1956), pp. 341-359.

30.- PG126, 287-306; GAUTIER, P, TheophylacteD 'AchridaDiscours, Traites, Poesies, op.cit., pp. 213-243.

31.- GAUTIER, P., Theophylacte D Achrida Discours, Traites, Poesies, op.cit., p. 67.

32.- El amplio margen para la datación del discurso admonitorio de Teofílacto de Ocrida lo debemos a los recientes y completos estudios de Gautier: GAUTIER, P., Theophylacte DAchrida Discours, Traites, Poesies, op.cit. y Theophylacte D'Achrida, Lettres, op.cit. Con anterioridad a estas investigaciones, los estudios de Radoslav Katicic, meritorios por su prontitud y especialización pero menos rigurosos que los de Gautier, reducían las posibilidades de datación a los años 1088-1089. KATICIC, R., "Biographiká perí Theophylaktou Achridos", Epeterís Etaireias Byzantinón Spoudón, 30 (Atenas, 1960-1961), pp. 369-371.

33.- PG126, 287-306; GAUTIER, P., TheophylacteD 'AAchridaDiscours, Traites, Poesies, op.cit., pp. 213-243.

34.- HUNGER, H., , I. Atenas, 1987, pp. 247-248.

35.- ÔñéÁÍÔÁñÇ-ÌÁñÁ, Ó., . Atenas, 2002, pp. 75-96.

36.- GAUTIER, P., Theophylacte DAchrida Discours, Traites, Poesies, op.cit., pp. 178-211.

37.- PG 126, 253-286. La edición de Migne ha hecho suya a la vez la numeración de la edición anterior de Finetti, en la que basó la suya. Vēase: FINETTI, B., op.cit.

38.- SOTO A., R., "Isócrates y los «Espejos de Príncipe» bizantinos", op.cit., pp. 125-141.

39.- TH. AcH., E.R., 3-4. (Theophylactus Achridae, Educatio Regia).

40.- Ibid., 5-6.

41.- PETAU, D., (Obras completas, con traducción al latín), París, 1630; 1969. SpANHE1M, (Obras completas, con traducción al latín), Leipzig, 1696; WRIGHT, WC., The Works ofthe emperorJulian, I-III, (con traducción al inglēs), Londres, 1913-1923; B1DEZ, J., ROCHEFORT, G., LACOMBRADE, CH., L 'empereurJulien. Oeuvres complētes, (con traducción al francēs), París, 1924-1964; Ñ0ÌÐÁÊÇ, 0., Autokrátoros Ioulianou touphilosophou Logol, II (con traducción al griego moderno), Atenas, s/d. Para la obra de Juliano en lengua castellana, vēase: CANSINOS A., R., Las obras completas del emperador C.F. Juliano. Madrid, 1924-1925; GARCÍA B., J., Juliano. Discursos, Contra los Galileos, Cartas y Fragmentos, Testimonios, Leyes, I-III. Madrid, 1979-1982. (Para el discurso en cuestión, Sobre las acciones del emperador o sobre la realeza, vēase: I, pp. 201-274).

42.- IsOC., Nic. (II), 14, 17-18, 26; Dem. (I), 36-38; PL., Plt., 293 c.

43.- Ibid., 9-10.

44.- Ibid., 13.

45.- Ibid.

46.- Sorprende, al menos en la literatura especializada en castellano, el temprano y revelador trabajo publicado por el profesor Hēctor Herrera Cajas en 1970, en el cual, el obispo cirenaico es presentado como un "crítico del Imperio". Vēase: HERRERA C., H., "Synēsios de Cyrène, un crítico del Imperio", Byzantion Nea Hellás, 1, (Santiago de Chile, 1970), pp. 108-123. Para un estudio que, siguiendo la línea analítica de esta obra de Herrera, centra su atención en la composición retórica de Tomás Mágistro, a quien se denomina "un nuevo crítico del Imperio", vēase: SOTO A., R., "Tomás Mágistro: Un nuevo crítico del Imperio. Logosperí Basileias (c. 1324-1328 d.C.)", en: MARÍN R., J., PEZOA B., A., W1DOW L., J.L. (eds.), Un magisterio vital: historia, educación y cultura. Homenaje a Hēctor Herrera Cajas Santiago de Chile, 2009, pp. 455-474. Ediciones de la obra de Sinesio de Cirene: TuRNEBE, A., (Tratados), París, 1553; PETAVIUS, D., París (Obras completas, con traducción al latín) París, 1612; KYMITINIS, S., In Synesii de regno orationem metaphrasis (edición latina), 1697; KRABINGER, J., Synesius, Rede ubre das Kónigtum. (con traducción al alemán), Múnich, 1825; KRABINGER, J., Stuttgart (Tratados), 1850; M1GNE, J.P., PG66, 1021-1756, (Obras completas, con traducción al latín), París, 1857-1866 (La edición de Migne reproduce el texto y la versión de Petavius (PETAVIUS, París, 1612) para todas las obras, con excepción del Elogio de la calvicie, tomado de Krabinger (KRABINGER, J., Stuttgart, 1850)); TERZAGHI, N., Synesii Cyrenensis, Hymnii et Opuscula, I. (Sobre la Realeza, pp. 5-62), Roma, 1939-1944; GARZYA, A., Sinesio di Cirene Sul Regno. (con traducción al italiano), Nápoles, 1973; GARZYA, A., Opere di Sinesio di Cirene. Turín, 1989 (con traducción al italiano).

47.-  Para el discurso parenetico de Agapito Diácono al emperador Justiniano en lengua castellana vēase: SOTO A., R., YÁÑEZ R., E., ElArte delBuen Gobierno. Agapito Diácono, Exposición de Capítulos Admonitorios. Santiago de Chile, 2006. Ediciones de la obra de Agapito Diácono: CALLIERGI, Z., Serie Venecia (con traducción al latín), 1509; M1GNE, J.P., PG86, 1163-1185. París, 1857-1866; BLUM, W., op.cit.; , ', (con traducción al griego moderno), Ioánnina, 1988; RlEDlNGER, R., Agapetos Diakonos, Der Fürstenspiegelfür Kaiser Iustinianos (con traducción al alemán), Atenas, 1995; IADEVAIA, F., Agapito Diacono, Scheda Regia. (con traducción al italiano), Messina, 1995.

48.- MAI, A., Scriptorum veterum nova collectio, 2. pp. 679-681, Roma, 1827; M1GNE, J.P., PG 107, XXI-LVI. París, 1857-1866; EMMINGER, K., Studien zu dengriechischen Fürstenspiegel, III, Progr. Des K. Luitpold-Gymn. In München f.d. Schuljahr 1912/13, pp. 50-73, Múnich, 1913

49.- SOTO A., R., "Niceforo Blemida y la Estatua del Soberano. . 1254 d.C.", Byzantion Nea Hellás, 29 (Santiago de Chile, 2010), pp. 135-167.

50.- MAI, A., Scriptorum veterum nova collectio, III. Roma, 1828, pp. 145-201; MIGNE, J.P., PG 145, 448-496, París, 1857-1866; ÍÅÆÅÑßÔÇÓ, Á., (con traducción al griego moderno), Monemvasía, 1979; BLUM, W., op.cit; VOLPE C., P., Toma Magistro, La regalità. Testo critico, introduzione e indici, (con traducción al italiano), Nápoles. 1997. Para un estudio reciente en lengua castellana acerca del discurso Logos perí Basileias de Tomás Mágistro, su carácter de "Espejo de Príncipe" bizantino, su relación con otras obras del mismo gēnero retórico y las reminiscencias isocráticas que es posible advertir en ēl, vēase: SOTO A., R., "Tomás Mágistro: Un nuevo crítico del Imperio. Logos perí basileias (c. 1324-1328 d.C.)", op.cit.

51.- SOTO A., R., "Manuel II Paleólogo y la admonición a Juan VIII: una ilusión tardía de resurgimiento imperial", Byzantion Nea Hellás, 25 (Santiago de Chile, 2006), pp. 165-182; SOTO A., R., " (1350-1425)", Byzantion Nea Hellás, 28 (Santiago de Chile, 2009), pp. 69-86.

52.- WASSILEIWSKY, B., JERNSTEDT, V., Cecaumeni Strategicon et incerti scriptoris de officiis regiis libellus. Petersburgo, 1896; BECK, H.G., Vademecum des byzantinischen Aristokraten. Das sogennante Strategikon des Cecaumeno (con traducción al alemán), Graz, 1956; LEMERLE, P., Prolēgomènes à une ēdition critique et commentēe des "Conseils et Rēcits" de Kēkaumēnos. Bruselas, 1960; LITAVRIN, G.G., "Sovety i Rasskazy Kekavmena (Cecaumeni Consilia et Narrationes)", Socinenie vizantijskogo polkovodca XI veka (con traducción al ruso), Moscú, 1972; (con traducción al griego moderno), Atenas, 1993. Para la traducción en lengua castellana de la intitulada obra de Cecaumeno, antecedida por una breve pero completa nota introductoria, vēase: SIGNES C., J., Cecaumeno, Consejos de un Aristócrata Bizantino. Madrid, 2000.

53.- Así como en este acápite nos apoyamos en la edición de Gautier, para la exposición del contenido de la obra de Teofílacto de Ocrida (GAUTIER, P., Theophylacte D Achrida Discours, Traites, Poesies, op.cit.), utilizamos igualmente, atendiendo la excelencia de la edición, la misma numeración para las correspondientes citas de esta fuente.

 

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Recibido 29.XII-2011 Aceptado: 10.III.2012

Correspondencia:Roberto Andrēs Soto A. - soto.robertoandres@gmail.com Doctor en Historia, Universidad de Granada, España. Doctor Europeus, Universidad de Granada y Universidad Aristotēlica de Tesálonica, Grecia. Master en Historia, Universidad de Granada. Profesor e investigador, Centro de Estudios Griegos, Bizantinos y Neohelēnicos, Universidad de Chile. Fundador y vicepresidente de la Unión Internacional de Neohelenistas "Kalýmniki Filía" www.kalymnikifilia.gr .

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