¿Quién es Joe Burrow, el quarterback de las causas perdidas?

La NFL está llena de personalidades que obligan voltear a verlas, ya sea por sus condiciones en el campo, su carisma o su capacidad de sorprender a la afición casi de golpe, y esto es lo que ha logrado el quarterback de los Cincinnati Bengals, Joe Burrow, quien ya se ha ganado un lugar en la historia de la franquicia, además de haber irrumpido con fuerza en la liga más importante del futbol americano. 

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“Ahora mismo es mejor que deje el campo de juego a la próxima generación de atletas dedicados y comprometidos”, esas fueron algunas de las palabras que el legendario Tom Brady usó en su carta de retiro, y es que él mejor que nadie sabe la calidad de jugadores que hoy figuran en la NFL, principalmente en la posición de quarterback, y entre ellos se ha colado Burrow, quien pasó de hacer de los Bengals el peor equipo de la liga a uno de los dos contendientes a ganar el Super Bowl LVI en tan solo dos años al frente como su mariscal de campo. 

Joe Burrow, como muchos jugadores de la NFL y otros deportes, parecía destinado a ser parte del futbol americano, pues su padre, Jim Burrow, también fue jugador profesional, e incluso llegó a la NFL con los Green Bay Packers. Sin embargo, aunque todas las miradas se han puesto en Joe debido a su capacidad como quarterback, la verdad es que él no se veía en esa posición. 

“Quería ser corredor o receptor. Supongo que en el futbol infantil pensaba que no íbamos a lanzar mucho el balón, así que quería tenerlo en la mano. Obviamente me alegro de que haya funcionado como lo hizo, puedo jugar de quarterback bastante bien”, dijo días antes de disputar el Super Bowl LVI ante Los Ángeles Rams. 

Carácter, personalidad y talento

Descartar a Joe Burrow de la posibilidad de ser un gran campeón parece, hoy en día, algo que nadie puede hacer tras mostrar a plenitud sus capacidades en la NFL. Sin embargo la realidad es que el nacido en Iowa en 1996, durante su camino en el futbol americano, se ha destacado por su capacidad de sobresalir incluso cuando más difícil parece la tarea. 

La primera causa perdida por la que Burrow tuvo que luchar fue por la suya misma. En 2015, después de jugar su primer año en Ohio State, Joe pasó los siguientes dos años como suplente, por lo que en 2018 se transfirió a la Universidad Estatal de Louisiana (LSU) buscando la posibilidad de pelear por el puesto titular en sus últimas dos temporadas de elegibilidad (2018-2019) y lo consiguió. 

Joe Burrow llegó a LSU en 2018 para ganarse la titularidad (Foto: Getty)

En la LSU, Joe comenzó a dar muestras de su carácter y su fortaleza en el campo de juego, para muestra, la anécdota en el campamento de primavera cuando aún peleaba por la titularidad. 

Durante un entrenamiento, su compañero Devin White se burló del QB tras una jugada fallida en la que el defensivo sobresalió. “Esa jugada no sirve”, le dijo, a lo que Joe respondió con otra gran jugada. “¡Eh, Devin, cállate o voy a ir ahí y te voy a dar una paliza!”, gritó el pasador para mostrar su fuerza mental y carácter ante las dificultades, recuperó The Athletic.

Otra anécdota que mostró la fuerza de Joe se dio en un juego. En aquel partido, el quarterback recibió un poderoso impacto que le hizo sangrar de la barbilla, lo cual llevó a su entrenador a mandar a calentar al QB suplente. “¡Que se joda!”, respondió Burrow para volver a entrar al campo y darle la vuelta al partido para que los Tigres de LSU ganaran 40-32, rememoró el medio The Mirror. 

“Tiene mucha fuerza interior. Creo que eso es lo que quería Devin White. Quería que alguien le respondiera y le desafiara. Nuestro equipo se unió en torno a él, y creo que tuvo un efecto de bola de nieve […] Cuando pasan cosas malas, juega mejor por ello”, aseguró un analista de la LSU sobre Joe. 

La primera temporada en LSU de Joe fue catalogada como buena para Burrow, aunque quizá muy pocos previeron lo que sucedería tan solo un año después. 

En 2019, con Joe afianzado en los controles del equipo, el equipo de la universidad de Louisiana tuvo una temporada perfecta. Un 15-0 que se coronó con el campeonato nacional colegial tras vencer a Clemson, y en el que Burrow se ‘graduó’ y grabó su nombre con letras de oro al firmar lo que para muchos es la mejor temporada individual para un mariscal de campo en el futbol universitario, misma en la que estableció múltiples récords y ganó un sinfín de reconocimientos, entre ellos, el prestigioso trofeo Heisman. 

Burrow ganó el campeonato nacional con marca perfecta (Foto: Getty)

NFL, Cincinnati Bengals y un nuevo reto

Tras su indudable éxito en el futbol colegial, los ojos de la NFL se pusieron en Joe Burrow, principalmente los de los aficionados de los Cincinnati Bengals, equipo que en la temporada 2019 terminó como el peor de toda la liga y que tenía en su poder la primera selección del Draft 2020, la cual hizo efectiva para reclutar al quarterback de 23 años en aquel entonces. 

Los Bengals terminaron la temporada 2019 con un récord de dos ganados y 14 perdidos, una estadística que buscaban mejorar de inmediato con Burrow al mando, aunque probablemente ni en las mejores expectativas llegaron a considerar que en solo dos años él los pondría en el Super Bowl, mucho menos teniendo en cuenta lo sucedido en su primera temporada como profesional. 

En la campaña 2020, Joe dio muestras de su talento apenas pisó las canchas de la NFL, dejando marcas como ser el primer novato de la NFL en pasar para 300 yardas en tres juegos consecutivos; sin embargo, una grave lesión en la rodilla en la fecha 10 lo dejó fuera toda la temporada. 

“Gracias por todo el amor. No pueden deshacerse de mí tan fácilmente. Nos vemos el año que viene”, escribió Burrow en sus redes sociales para finalizar su temporada y a la vez dar muestra de que su mente era fuerte y ya miraba al futuro. 

Joe Burrow se lesionó de gravedad en su primera temporada en la NFL (Foto: Getty)

Acostumbrado a que lo den por perdido, como en Ohio, en sus inicio en LSU e incluso en partidos colegiales, Burrow tenía ante sí el reto de volver a mostrar esa fuerza y ese carácter para recuperarse de su rodilla, regresar a los emparrillados y demostrar que una lesión no haría de su carrera en la NFL algo meteórico y sin relevancia. Lo volvió a conseguir. 

En la temporada 2021, recién salido de su sería lesión, Burrow terminó con una larga agonía para los aficionados de los Bengals, pues los llevó a los playoffs de la NFL (récord 10-6 en temporada regular) y a su primera victoria en postemporada, después de 31 años.

“(Joe) ha crecido en torno al futbol, ha crecido en torno a la dureza y a la comprensión de lo que es la dureza, de cómo eso puede ayudarte como líder.

“No siempre tienes que ser el más ruidoso gritando a todo el mundo. Se lidera a través de la dureza, se lidera a través de saber lo que vas a hacer y cumplir con la tarea que se supone que debes cumplir y Joe hace eso. Es nuestro linebacker jugando de quarterback ahora mismo, y el equipo realmente responde y se alimenta de eso”, dijo en noviembre Zac Taylor, entrenador de los Bengals. 

Pese a que había hecho historia con la franquicia bengalí, Joe Burrow volvió a salir como la ‘víctima’ en el juego por el título de la Conferencia Americana, donde los Chiefs de Patrick Mahomes eran los grandes favoritos, y (casi) nadie veía cómo es que pudiera lograr su boleto al Super Bowl y aún así lo consiguió, en cuestión de dos años transformó a los Bengals así como lo hizo con LSU. Una nueva causa perdida convertida en realidad. 

Joe Burrow llevó a los Bengals al Super Bowl LVI en solo dos temporadas (Foto: Getty)

¿Qué hace especial a Joe Burrow?

Para ser una verdadera estrella de la NFL se necesita algo más que talento, y Burrow lo tiene, pues es una personalidad que fusiona su capacidad en la cancha con un gran carisma fuera de ella. 

En el terreno de juego, Burrow ha mostrado una gran fortaleza física y mental, lo cual puede ser una de sus principales cualidades, incluso Tom Brady se lo reconoce: 

“Me encanta. Me encanta (la fuerza de Burrow). Hay muy pocas maneras de mostrar la dureza de un mariscal de campo porque no jugamos en la línea de golpeo, no bloqueamos, no tacleamos […] Creo que lo que me gusta del juego de Joe es que hace precisamente eso. Lo derriban, se levanta y está listo para la siguiente jugada”, dijo Brady durante una aparición en el podcast Let’s Go!

Sin embargo, eso no es lo único que hace de Joe un gran mariscal de campo, pues tiene otras facetas que complementan su juego y le permiten ser uno de los jugadores de su generación que más llaman la atención. 

El analista Mike Sanagata ha destacado la forma de moverse en la bolsa de protección y evitar capturas gracias a los ligeros movimientos que le permiten mantener viva la jugada pese a su lesión en la rodilla, o incluso es capaz de completar las jugadas por vía terrestre saliendo de ella. 

Burrow también ha expuesto ante los aficionados su talento para lanzar el balón con precisión. Si bien en su época como colegial se dudó de la potencia de su brazo, en caso de existir, esto lo disfraza con la exactitud con la que, regularmente, suelta el ovoide para sus receptores. 

Joe también ha mejorado en su talento para leer las defensivas contrarias y entender lo que están haciendo, lo cual le permite saber qué jugada mandar o cómo moverse para poder encontrar el hueco que le permita dañar al rival. 

Sin embargo, como se dijo, para ser una verdadera estrella se necesita algo más que capacidad en el emparrillado, y Joe también sabe cómo destacar fuera de él, ya sea fumando un puro (como en su época colegial tras ganar el campeonato nacional o después de vencer a Kansas City), usando abrigos y lentes antiguos que le dan un aspecto diferente, o sosteniendo una conferencia de prensa relajada con los medios han ayudado a que Joe Burrow esté en los reflectores de manera constante. 

“Estoy cansado de la narrativa de los underdogs. Tenemos buenos jugadores y buenos entrenadores”, dijo Burrow después de su triunfo ante Kansas City, y es cierto: él ya es histórico, falta ver cuánto más logra conseguir y sobresalir.