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Fue la mujer más codiciada y deseada de Europa durante la belle époque. Carolina Otero (1868-1965), que pasó a la posteridad con el sobrenombre de La Bella Otero (aunque en verdad se llamaba Agustina), se erigió como una de las mujeres españolas más populares de finales del siglo XIX debido a la pasión y encanto que despertó en grandes aristócratas y empresarios de la época.

Valga, una aldea de Pontevedra

La ruta histórica de hoy nos conduce hasta la localidad que vio nacer a la Bella Otero. Esta bailarina, cantante, actriz y cortesana es originaria de Valga, una aldea gallega de la provincia de Pontevedra.

Pero antes de adentrarnos en los lugares con más historia y encanto de Valga, rememoremos la figura de su vecina más ilustre.

La sensualidad de la que hizo gala Carolina Otero le permitió posicionarse como la cortesana más codiciada de Europa, circunstancia que le proporcionó pingües beneficios.

Artista de circo, bailarina y cortesana

Sus inicios artísticos tuvieron lugar en el mundo del circo, para pasar a probar suerte en Francia. Se instaló en Marsella donde ejerció la prostitución. No resultaba extraño por aquella época que las artistas ejercieran de cortesanas para aumentar sus ingresos.

Entonces conoció al empresario millonario Ernest Jungers e iniciaron un idilio. Este moldeó el personaje de Carolina Otero: la refinó, la instruyó en idiomas, en danza y canto.

De esta manera, con aquel extraordinario erotismo logró embrujar a todos durante la época dorada del teatro Folies Bergère en París.

La Belle Otero by Reutlinger
La Belle Otero by Reutlinger

Amante de reyes

Carolina se infiltró en la aristocracia, donde ocuparía una posición estelar durante la belle époque. La Bella Otero se convirtió en amante de personalidades como Guillermo II de Alemania, Nicolás II de Rusia, Leopoldo II de Bélgica, Alfonso XIII o Eduardo VII, nada menos…

Pero su desmesurada afición al juego le condujo a la ruina. La ludopatía que padecía le hacía gastarse ingentes sumas de dinero en los casinos de Montecarlo y Niza. Fue en esta última ciudad donde vivió hasta su muerte totalmente arruinada.

La historia de la Bella Otero es fascinante. Carolina inventó parte de su pasado para ocultar hechos como la violación que sufrió de pequeña (que le provocaron infertilidad) o sus orígenes muy humildes (fue abandonada en un internado)

El paso del río Ulla

Vayamos de viaje a la cuna de nuestra protagonista. De apenas 6.000 habitantes, Valga se sitúa en la orilla izquierda del curso bajo del río Ulla. Además de un rico paraje natural, el municipio gallego cuenta con abundantes testimonios de arquitectura religiosa e histórica.

Algunas construcciones dignas de tener en cuenta para ser visitadas, como por ejemplo la iglesia de San Miguel de Valga (siglo XVIII), la de Santa María de Xianza, de estilo románico, o la iglesia de San Salvador de Setecoros (siglo XVI).

No son los únicos atractivos que tiene el municipio. El viajero podrá también realizar una ruta hasta las cataratas del río Valga u otra hasta el Monte Beiro. Así como guiarse por el sendero panorámico de Valga o una visita hasta la playa fluvial de Vilarello.

También merece la pena visitar el Museo de Historia, un edificio de tres pisos con una estética cuidadosa y atractiva que permite un acercamiento agradable al entorno y al pasado de Valga.

valle Valga
valle Valga

Un pasado remoto

Si nos acercamos a su historia, hay que tener en cuenta que los primeros vestigios de la ocupación humana en Valga datan de la Edad de Bronce. A este período pertenece el petroglifo de Camporredondo, que se encuentra en la actual parroquia de San Miguel de Valga.

A la cultura de los castros del siglo VI-II antes de Cristo se adscriben los castros de Roda do Castro, en Setecoros, y O Castro, en Cordeiro. Ya durante el Antiguo Régimen, las tierras del municipio estuvieron bajo las jurisdicciones de Cordeiro y Padrón, pertenecientes al señorío del arzobispado de Santiago.

La localidad actual surgió con la división municipal de 1821, emanada de las Cortes de Cádiz, para tener el nombre de Cordeiro hasta la división municipal de 1836, donde ya se le asignó el topónimo actual.

Cómo llegar a Valga: La N-550 y la Autopista A-9 son las dos vías de comunicación del municipio situado a 32 kilómetros de Pontevedra y 24 de Santiago de Compostela.

Dónde dormir en Valga:

-Corona de Galicia; A Devesa 28; 36647 Valga (Pontevedra)

Dónde comer en Valga:

-Bar Potel; Plaza A, 1, 36645 Valga (Pontevedra); teléfono: 986559405.


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