Fue uno de esos rostros a los que cuesta poner nombre pese a lo familiares que resultan. Y es que R.G. Armstrong (Birmingham, Alabama, 1917) se ganó el pan en multitud de series y películas desde que, en 1958, dio el salto definitivo del teatro (tras alguna pequeña experiencia previa: su primera película fue 'Garden of Eden', en 1954) a la pantalla, grande y pequeña: especializado en roles secundarios en westerns televisivos como 'Have Gun-Will Travel', 'Bronco', 'El Hombre del Rifle', 'Maverick' o 'The Westerner', fue en el plató de esta última donde conoció a Sam Peckinpah, quien contaría con él para algunas de sus películas ('Duelo en la Alta Sierra', 'Mayor Dundee', 'La Balada de Cable Hogue' o 'Pat Garrett y Billy the Kid').

Habitual de la pequeña pantalla durante las décadas de los 60 y 70 (la lista de series donde participó es infinita: de 'Bonanza' a 'Perry Mason', de 'El Fugitivo' a 'El Virginiano', de 'El Gran Chaparral' a 'Hawaii 5-0', de 'Cannon' a 'Starsky & Hutch', de 'Los Ángeles de Charlie' a 'Dinastía'), intervino también en films como 'Mi nombre es ninguno', 'Hammett' o 'Los Chicos del Maíz', y en tres largos dirigidos por Warren Beatty: 'El Cielo puede esperar', 'Reds' y 'Dick Tracy'.

Casado en tres ocasiones y padre de cinco hijos, Armstrong fallecía el pasado 27 de julio a los 95 años de edad.