El pasado 17 de junio, Ingrid Alexandra de Noruega, hija de Haakon, heredero al trono, celebr� su mayor�a de edad en el palacio real de Oslo ante un gran despliegue de miembros de casas reales europeas, entre ellos su padrino, el Rey Felipe. Su orgullosa abuela, la reina Sonia, muy en su l�nea de sencillez, recicl� para la ocasi�n un vestido amarillo con escote barco y falda larga plisada, que hab�a lucido en su 60 cumplea�os.
Mucho ha llovido desde entonces, pues la esposa de Harald cumple 85 a�os este 4 de julio. Nadie imaginar�a que esa mujer modosita, de f�sico agradable pero sin estridencias y aspecto de no haber roto un plato encabez� en los a�os 60 una revoluci�n en la realeza, convirti�ndose en la primera plebeya en ascender a un trono europeo, algo in�dito entonces. Lo hizo adem�s conquistando a unos de los herederos m�s codiciados, Harald de Noruega, un pr�ncipe alto, rubio de ojos azules, casi de cuento. Su pol�mica historia de amor dur� una d�cada, salpicada por grandes escollos e incluso, dicen, de un intento de suicidio por parte de ella, pero al final triunf� el amor y la burguesa Sonja Haraldsen se convirti� en reina de Noruega.
Nacida en 1937 en la cl�nica de la Cruz Roja de Oslo, era la cuarta hija de Karl August Haraldsen, un acomodado comerciante, propietario de un negocio de ropa. Siempre mostr� inter�s por la moda, matricul�ndose en la escuela de dise�o de la capital noruega e incluso haciendo pr�cticas durante una etapa como costurera en el negocio paterno. Posteriormente, prosigui� estudios en Suiza, en la Ecole professionnel de jeunes filles de Lausanne, donde adem�s de moda, aprendi� contabilidad y ciencias sociales.
Pero ya hab�a ocurrido algo que marcar�a su destino: con 15 a�os, en un campamento de verano, conoci� a Harald, �nico var�n del rey Olaf de Noruega y heredero al trono. Surgi� un flechazo al principio secreto por su juventud y sobre todo por la nula posibilidad de acabar en matrimonio, pues Sonia no ten�a una gota de sangre real en sus venas, lo cual hac�a imposible que su regio suegro la aceptara. El conflicto estall� precisamente cuando toda Europa se hac�a eco del posible compromiso entre Harald y la princesa Sof�a, futura esposa del Rey Juan Carlos y primog�nita de los monarcas griegos.
"S� que hubo gran inter�s en casarme. Se propiciaron encuentros, se hicieron c�balas pero el resultado de ese emparejamiento forzoso fue nulo", reconocer�a Do�a Sof�a a�os despu�s. En efecto, su madre, la reina Federica, con fama de casamentera, hab�a puesto el ojo en el guapo pr�ncipe n�rdico y en 1958 los monarcas griegos viajaron a Noruega y se llevaron a Sof�a, que protagoniz� un baile p�blico en palacio con Harald, quien posteriormente ser�a invitado a Mon Repos, la residencia de veraneo de la familia real griega en Corf�.
Pero coincidiendo con estos acontecimientos, Harald desvel� a su padre un secreto: no pod�a casarse porque hab�a una mujer en su coraz�n, la burguesa Sonia Haraldsen, algo que indign� al rey Olav "Jam�s permitir� que una costurera sea reina de Noruega".
Para alejarles, el monarca envi� a su hijo a estudiar a Oxford donde curs� econ�micas, pol�ticas e historia y Sonia tambi�n fue enviada por sus padres a Suiza. All� enferm�, aunque seg�n los rumores protagoniz� un intento de suicidio, tras el cual Harald fue a buscarla para llev�rsela a Noruega. En 1968, ante la persistente cerraz�n del rey Olav a autorizar el compromiso, Harald amenaz� con renunciar al trono si no le permit�an casarse con Sonia, algo que oblig� a su padre a ceder.
El 29 de agosto de 1968 se celebr� el enlace en la catedral de Oslo, luciendo Sonia un modelo de novia dise�ado por ella misma. En el banquete, Harald dirigi� a su ya esposa unas emotivas palabras. "Sabes mejor que nadie lo que siento y mejor que nadie entiendes lo que este momento significa". Coronados monarcas en 1991, tras la muerte del rey Olav, Harald y Sonia forman hoy una de las parejas m�s s�lidas de la realeza europea y tambi�n como consorte Sonia ha sabido conquistar el aprecio de los noruegos.
Padres de dos hijos, Marta Luisa, nacida en 1971 y Haakon, en 1973, ambos, como sus padres, han roto moldes en la elecci�n de sus parejas: Marta Luisa, tras su matrimonio con el pol�mico escritor Ari Behn, el padre de sus tres hijas, que acab� en divorcio y con el suicidio de �l, acaba de anunciar su compromiso con un cham�n californiano, Durek Verrett. Haakon, futuro Rey, protagoniz� un gran esc�ndalo en el 2000 por su compromiso con Mette-Marit Tjessem, una joven de pasado disipado, madre soltera de un hijo producto de su relaci�n con un ex traficante de droga. Madre de otros dos hijos con Haakon, Ingrid Alejandra y Sverre Magnus, se ha ganado a los noruegos y sobre todo a su suegra, la reina Sonia, a la que est� muy unida, pues la batalla de su hijo Haakon por casarse con Mette-Marit, la mujer que amaba, le recuerda a la que ella protagoniz� en su momento con Harald.
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