La cocina del infierno

The Kitchen es una película muy bien llevada y guiada por sus personajes y cómo se mueven los hilos en las diferentes zonas de la ciudad. Este trío de personajes muy bien escritos, desarrollados e interpretados nos brindan un conjunto sólido y convincente cuyo ritmo está bien medido y, aunque no termine de destacar en cuanto fotografía del todo, logra envolvernos en una ambientación realista que le da una intensidad y un estilo propios al metraje.

Una película muy entretenida que nos ofrece 102 minutos de disfrute con sus intrigas y sus abundantes movimientos narrativos que logran sostener sin ninguna pausa el interés por todo lo que acontece bajo nuestra mirada de testigos.
Personalmente, se me hecho una sorpresa muy agradable el visionado de esta obra audiovisual.

¿La recomiendo?
Sí, es una de las sorpresas agradables que nos está deparando este año 2019 y logra dar un tratamiento más adecuado del habitual a varios de los temas tratados durante la película.

Andrea Berloff debuta como directora con 'La cocina del infierno', un thriller sobre la mafia neoyorquina de los 70 protagonizado por tres mujeres: Melissa McCarthy, Tiffany Haddish y Elisabeth Moss. La propia directora escribe también el guión de este film que pretende empoderar el rol femenino en un escenario dominado por hombres.

La trama no ofrece ningún elemento innovador en el género (inevitable compararla con la reciente 'Viudas' de Steve McQueen), carece de realismo y se toma varias licencias. Sin embargo, consigue mantener un ritmo fluido y resulta entretenida. Se atisba también una intención crítica contra el machismo que, en algunos casos, se realiza de forma un tanto torpe y poco sutil.

Los personajes interpretados por Melissa McCarthy y Elisabeth Moss me parecen los más interesantes y mejor trabajados, a diferencia de la protagonista a la que da vida Tiffany Haddish, cuyas motivaciones me resultan un tanto confusas.

En resumen, me parece una película interesante y amena si se visiona en "piloto automático", pues si uno se para a buscarle verosimilitud a la trama el disfrute será mucho menor.

La perspectiva femenina otra vez al frente de una película de mafiosos basada en un comic de DC "The Kitchen"de Ollie Masters. Es la primera película dirigida por Andrea Berloff (una guionista nominada al Oscar por "Straight Outta Compton"). Ambientada a fines de la década de 1970 en el barrio de Hell's Kitchen (La cocina del infierno) de Manhattan.

Kathy Brennan (Melissa McCarthy), Claire Walsh (Elisabeth Moss) y Ruby O'Carroll (Tiffany Haddish), están casadas con unos miembros de la mafia irlandesa que gobierna las calles, las tres son golpeadas y maltratadas por sus esposos. Cuando son encarcelados después de un atraco a mano armada, las mujeres deciden ocupar sus puestos e incluso arrebatarle a los mafiosos que mandan, su poderío.

De repente pasan de ser unas victimas humilladas a asesinas sangrientas, algo que no acaba de convencer. La credibilidad de lo que están haciendo en el barrio es nula y la directora se ve incapaz de mostrarnos una historia que acabemos por admitir. Lo contrario que ocurría en "Viudas" de Steve McQueen de temática parecida pero mucho más creíble.

Hubiera colado si el tratamiento fuera el de una comedia, porque el vestuario, la ambientación y las tres actrices podrían haber conseguido una película interesante. Sin embargo no notas en las interpretaciones ningún sentimiento emocional. También son fallidos los dos giros que pretenden darnos antes del final.

De todas formas no aburre y entretiene ante tus ojos de incredulidad según las estas viendo.
Destino Arrakis.com

La cocina del infierno es una adaptación de unos cómics de DC y Vertigo. Sin embargo, al espectador medio, a lo que le suena esta película es a la reciente Viudas de Steve McQueen, y en la comparación sale muy malparada la cinta de Andrea Berloff, que debuta en el cine como directora después del éxito cosechado como guionista de Straight outta Compton, el biopic sobre los N.W.A.
Por supuesto, la comparación es algo injusta, sobre todo porque las dos películas no tienen nada que ver. Donde la cinta de McQueen apostaba sin disimulo por el thriller elegante e incluso el drama, La cocina del infierno es un espectáculo de acción eminentemente palomitero, pensado para entretener. De hecho, a la película que más recuerda en el tono, que también estaba basada en una novela gráfica, por cierto, es Wanted, la brillante locura desvergonzada y deslenguada de violencia extrema que protagonizaron Angelina Jolie y James McAvoy en 2008.
El problema es que ni la historia nos interesa demasiado, ni los personajes nos resultan cercanos, ni el batiburrillo de influencias (las ya mencionadas, más un cierto aire también a Thelma y Louise por el gustillo que las tres protagonistas van cogiendo a esto del crimen) funciona. El resultado es un pastiche que, sí, más o menos entretiene, sobre todo porque no llega a la hora y media de duración, pero falla en prácticamente todo lo demás. Melissa McCarthy, Tiffany Haddish y sobre todo Elisabeth Moss cumplen porque son excelentes actrices, pero el resultado sencillamente no está a la altura.
Para los más fans del original escrito (o a lo mejor incluso ni eso) y poco más.

The kitchen es la primera película dirigida por Andrea Berloff, más conocida por escribir los guiones de Straight Outta Compton y Blood Father, entre otros. Es decir, Berloff tiene mucha más experiencia como guionista que como directora. Precisamente por eso llama la atención que The kitchen esté medianamente bien dirigida, pero penosamente escrita.

The kitchen es un trabajo muy mal estructurado y aún peor desarrollado. Sus diálogos feministas parecen más bien tuits recitados con total arbitrariedad, eslóganes soltados en mitad de las escenas que a veces no están ni bien integrados. Pero lo más grave de este guion es que en ningún momento me resulta mínimamente verosímil. No puedes presentar a tres amas de casa de los años 70, encerrarlas desde el minuto uno en un universo que es prácticamente un infierno para las mujeres, y luego convertirlas en putas jefas de una mafia irlandesa en el primer acto, como si liderar una organización criminal fuera como bajar a comprar el pan, como si hubiera estado chupado. Es que no me lo creo, porque las mismas reglas que el guion ha establecido impiden que me lo crea. Falta muchísimo desarrollo.

Con los personajes pasa lo mismo. Que casi todos los hombres sean unos cabrones o unos inútiles pues bueno, es claramente una decisión artística o ideológica que puede gustar más o menos, pero al menos entiendo por qué está hecho. Ahora, que no seas capaz de desarrollar adecuadamente a tus tres protagonistas ya sí que es imperdonable, porque entonces los cimientos de la película se tambalean bastante. Mucha sororidad de boquilla, pero al vínculo que supuestamente se crea entre Kathy, Claire y Ruby no se le presta la menor atención. En más de un momento la película nos hace entender que se quieren mucho, pero nunca nos lo han demostrado.

La progresión argumental individual de cada una de ellas es igualmente lamentable. La intención es crear mujeres empoderadas a toda costa, aunque no sean coherentes. Kathy es tremendamente inteligente o rematadamente tonta, según lo requiera el guion. Claire pasa de ser súper vulnerable a prácticamente una psicópata de una escena a otra. Ruby, que podría haber sido un vehículo potentísimo para añadir ideas interesantes sobre la identidad y la desigualdad raciales, está dado de lado, sus motivaciones nunca parecen definidas y protagoniza un giro de guion en el tercer acto* que no lleva a ningún lado.

En cuanto a sus actrices principales, pues a ver, tienen talento, sin duda, pero están bastante desaprovechadas. Melissa McCarthy no es solo una cómica fantástica, sino que ya el año pasado demostró en ¿Podrás perdonarme algún día? que puede ser una actriz dramática sólida, pero tengo que reconocer en esta película me cuesta mucho creérmela. Es como ver a uno de los protas de Big Bang Theory haciendo de mafioso. No me cuela. Elisabeth Moss es una actriz sobresaliente, pero su personaje es insalvable. Por eliminación, diría que quien mejor parada sale es Tiffany Haddish, que sospecho que con un guion mejor escrito podría habernos regalado una interpretación mucho más aguda, pero de donde no hay no se puede sacar. Una lástima.

En resumen, diré que The kitchen está muy lejos de parecerme una buena película. Lo mejor que tiene es la banda sonora, que incluye un par de canciones de Fleetwood Mac y algún que otro clásico de los 70. Visualmente pues bueno, cumple con lo que le exigen las convenciones del género, pero ahí se queda. Pero como he dicho, el guion me parece bastante flojo. Si, como muchos están haciendo, la comparamos con la también reciente Viudas (con la que comparte similitudes tanto tonales como argumentales), The kitchen sale muy, pero que muy mal parada.

Puntuación: 3,7