La verdadera historia de Emily Rose, quien murió en medio de exorcismos

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Las crueles condiciones en las que murió Emily Rose, en medio de sus exorcismos

Una de las producciones de terror más vistas se basa en la historia real de Anneliese Michel.

Una de las producciones de terror más vistas se basa en la historia real de Anneliese Michel.

Foto:Lakeshore Entertainment Firm Films / iStock

El caso que inspiró la película excedió los límites de la ciencia para hallar una cura imposible.

¿Posesión demoníaca o enfermedad? ¿religión o ciencia? ¿homicidio negligente o salvación divina? A 17 años de su estreno, ‘El exorcismo de Emily Rose’ sigue generando aún más preguntas que respuestas entre todos los aficionados que se dejaron capturar con la escalofriante, estremecedora y terrorífica historia de una joven a la que ser diagnosticada con epilepsia le costó la vida y tal vez incluso un poco más.
La realidad y la fantasía son dimensiones que se confunden casi a diario y con frecuencia son unidas por una industria en común. Hollywood, en especial, se ha encargado de retratar de manera magistral las caras más oscuras de la humanidad al llevar al cine casos que no solamente le han puesto los pelos de punta a más de uno, sino que también han despertado interminables y controversiales debates en los que nada resulta ser lo que parece.
Las horripilantes escenas, los controvertidos cuestionamientos existenciales y la atrapante historia de una joven devota ‘poseída por seis demonios’ fueron algunos elementos que, sin duda, catapultaron ‘El exorcismo de Emily Rose’ al éxito. No obstante, hubo un factor en específico que cautivó a los más grandes críticos del género cinematográfico.
“No hay vómito verde y la cabeza de nadie nunca gira 360 grados completos; nos quedamos en el mundo natural y nunca entramos en el mundo de una película, y eso hace que el filme sea mucho mejor”, expresó el novelista y crítico de cine estadounidense Stephen Hunter para ‘The Washington Post’.
Aunque ‘El exorcismo de Emily Rose’ es una producción que pone sobre la mesa una de las prácticas espirituales más temidas y polémicas entre los creyentes, el exorcismo, lo hace apelando a un detallado y casi inverosímil sentido de la realidad.
Ese realismo ficcional al que la mítica producción de terror le debe gran parte de su reconocimiento se le atribuye a la misteriosa historia de Anneliese Michel, una joven de 23 años de edad que para unos fue víctima y para otros mártir de las inclemencias de seres sobrenaturales malévolos. ¿Fue acaso su muerte una liberación justificada de su sufrimiento o por el contrario constituye un despiadado homicidio por negligencia?

Anneliese Michel, una joven con un futuro prometedor cuyo destino fue aterrador

Nacida el 21 de septiembre de 1952 en la región de Baviera, Alemania Occidental, Anneliese Michel era una joven común y corriente que creció en el seno de una familia católica. A diferencia de otras mujeres de su edad, su libertad y autonomía se vieron limitadas por los rígidos preceptos religiosos bajo los que fue educada, especialmente, por parte de su madre.
Desde dormir desnuda en un piso de piedra para expiar los pecados de los drogadictos hasta asistir a misa dos veces por semana, Anneliese era una tierna y complaciente joven a la que los sueños no le faltaban y las ansias de convertir al mundo en un lugar mejor, tampoco.
Sus primeros años de vida transcurrieron en una aparente normalidad, hasta que en 1968 su tranquilidad se vio quebrantada con un alarmante e incontrolable estado de salud que la atormentaría hasta el final de sus días en 1976. El colegio sería el primer lugar en el que la enfermedad empezaría a poner al descubierto sus extraños comportamientos.
Asombrados y expectantes, los compañeros y familiares de Anneliese no daban crédito de lo que estaban observando: la joven de 16 años caminaba aturdida y en aparente estado de trance, luego de haber sufrido un inesperado desmayo en las instalaciones del colegio al que asistía. Aunque preocupante, este no sería el único acontecimiento que encendería las alarmas de sus padres y allegados.
Tan solo un año después, en 1969, Anneliese entró nuevamente en trance. Esta vez los hechos fueron un poco más allá, pues no sólo orinó su cama sino que comenzó a temblar descontroladamente.
Tras este segundo episodio resultaba inminente recibir ayuda de un especialista, así que acudió a un neurólogo que aparentemente daría una explicación razonable a sus extrañas conductas. De acuerdo con la red de prensa ‘BioBioChile’, epilepsia del lóbulo temporal sería el tan temido diagnóstico que perseguiría a Anneliense durante siete años más.
Según el sitio de noticias médicas ‘Medical News Today’, la epilepsia del lóbulo temporal es una afección neurológica crónica que causa episodios de actividad eléctrica anormal en el cerebro y, a su vez, provoca convulsiones, pérdida de memoria y alucinaciones visuales y auditivas. Pese a que la joven no lo sabía, esta enfermedad la llevaría a tener que hacer frente hasta a sus más escondidos y temidos demonios.
Ante la infortunada noticia no quedaba más remedio que iniciar un tratamiento contra la epilepsia. Sin embargo, ni la medicina pudo aliviar los extremos síntomas que para esa época continuaban manifestándose, con una intensidad cada vez mayor, en la joven. El comportamiento de Anneliense comenzó a transformarse: de ser una chica dulce pasó a insultar e incluso a morder a los miembros de su propia familia.
Con una preocupación desbordante de sus padres en sus espaldas, Michel fue internada en el hospital psiquiátrico de Würzburg con la esperanza de que la ciencia pudiese encontrar una cura para su intolerable sufrimiento, pues además de alterar su personalidad le impedía seguir asistiendo a la universidad en la que se formaba como pedagoga.
Para cuando le dieron el alta, la situación era aún peor. Crucifijos, imágenes religiosas y rosarios, Anneliese despedazaba todo símbolo y objeto creyente que se atravesara en su camino. A esta inusual conducta se le sumó la aparición de voces que le gritaban que se suicidara. Sin embargo, aunque tenebrosa, la cosa no quedó allí.
Como si fuera poco, la protagonista de esta tétrica historia era capaz de gritar sin parar durante días. En su estómago unos cuantos insectos, su propia orina e incluso la cabeza de un pájaro muerto hacían digestión y se mezclaban con la pequeña cantidad de comida que sus voces le permitían ingerir.
Ante la ausencia de una explicación razonable a sus extraños comportamientos, la teoría de que Anneliese estaba siendo poseída por seres sobrenaturales malignos comenzó a hacer eco entre sus familiares, quienes no dudaron en dejar a su hija en manos de la iglesia.

¿Exorcismo u homicidio?

Anneliese era una chica amable, cariñosa, dulce y obediente, pero cuando estaba poseída era algo antinatural, algo que no puedes explicar

Los padres de Anneliese se vieron obligados a buscar en la religión lo que por años la ciencia no pudo otorgarles: una cura para la denigrante, insoportable y horripilante situación de su hija, a quien un cúmulo de pensamientos intrusivos, ‘demonios’ y acciones violentas le iban, poco a poco, quitando la fuerza, vitalidad y lucidez que la caracterizaban.
“Anneliese era una chica amable, cariñosa, dulce y obediente, pero cuando estaba poseída era algo antinatural, algo que no puedes explicar”, señaló al diario británico ‘The Telegraph’ Anna Michel, la madre de la joven alemana cuya historia inspiró la película ‘El exorcismo de Emily Rose’.
Tras tres peticiones fallidas de los Michel en las que la iglesia les negaba la realización de un exorcismo para su hija, en 1975 el obispo de Wurzburg hizo caso a sus plegarias y finalmente aprobó la controvertida práctica espiritual. Lo que vendría para Anneliese en los meses siguientes sería aparentemente peor que lo que había vivido con su enfermedad diagnosticada.
La asignación del padre Arnold Renz y el pastor Ernst Alt para que se hicieran cargo del ritual antecedió toda una ola de acontecimientos paranormales que, la producción dirigida por Scott Derrickson y protagonizada por Jennifer Carpenter, se encargaría de llevar a la ficción de una manera muy detallada.
De acuerdo con el medio ‘El Universo’, los testigos presenciaron cómo, los religiosos comenzaron a tener dos sesiones por semana con una duración de hasta cuatro horas que, posteriormente, se convirtieron en nueve largos y agonizantes meses. Los descubrimientos arrojaron que Anneliese estaba siendo poseída por al menos cinco demonios: Lucifer, Judas Iscariote, Nero, Caín y Adolf Hitler.
Durante las sesiones, la joven alemana era encadenada a una pared debido a que adquiría una fuerza sobrehumana que solamente podía ser contenida por tres grandes hombres. Sin comer, beber o dormir, Anneliese pasaría gran parte de su temprana adultez combatiendo a seres que supuestamente amenazaban su integridad y la de las personas que la rodeaban, conforme al medio ‘El Universo’.
En una ocasión, incluso habría roto sus rodillas por las 600 genuflexiones (gesto de flectar brevemente la rodilla derecha hasta el suelo, con el torso erguido) que realizó obsesivamente durante uno de los exorcismos. Además, Anneliese aparentemente solía hablar de morir para expiar a los jóvenes descarriados de la época y a los sacerdotes apóstatas de la iglesia moderna.
Decenas de cintas almacenan más de 42 horas de los rituales religiosos en los que, al parecer, frente a familiares y amigos, la joven habría mostrado características físicas sobrenaturales y talentos ocultos cuya explicación aún no se ha logrado descifrar, según No en vano el caso de Anneliese Michel es considerado uno de los exorcismos más documentados en la historia y, también, uno de los más terroríficos, según varios medios internacionales.
El último exorcismo se llevó a cabo el 30 de junio de 1976, según la revista ‘Astrolabio’. Para ese momento, el estado de salud de Anneliese era deplorable. Con neumonía, malnutrición y deshidratación, la joven de 23 años que durante tanto tiempo había estado anteponiendose a la muerte no pudo resistir las intensas condiciones a las que era sometida en el ritual.
El fin de la historia estaba anunciado desde hacía unos meses, pero finalmente se materializó cuando Anneliese murió en su casa, tras decirle a su madre que tenía miedo.“No me arrepiento. No había otra manera”, afirmó su madre a ‘The Telegraph’.

Justicia para Anneliese Michel

Ella llevaba estigmas y eso era una señal de Dios de que deberíamos exorcizar a los demonios. Ella murió para salvar a otras almas perdidas, para expiar sus pecados

La noticia de su muerte se convirtió en sensación nacional debido a la naturaleza de los acontecimientos. Tanto sus padres como los sacerdotes fueron acusados de cometer homicidio negligente. A la luz salieron algunas grabaciones con las que pretendían justificar sus acciones y una ola de rumores, teorías y especulaciones se cernió sobre el caso.
A los párrocos se les declaró culpables de homicidio involuntario por negligencia y recibieron una condena de seis meses de prisión (que fue suspendida) y tres años de libertad condicional. Por su parte, Anna y Josef Michel fueron cobijados por la ley alemana, la cual argumentó en el juicio que “ya habían sufrido lo suficiente”, por lo que no existía razón latente para judicializarlos por la muerte de su hija.
“Sé que hicimos lo correcto porque vi las heridas de Cristo en sus manos”, dijo 40 años después Anna Michel para ‘The Telegraph’. “Ella llevaba estigmas y eso era una señal de Dios de que deberíamos exorcizar a los demonios. Ella murió para salvar a otras almas perdidas, para expiar sus pecados”, agregó respecto a los motivos que para ella justifican la dolorosa e intempestiva muerte de su hija.

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