ESCANDINAVIA MEDIEVAL: La Era de los Vikingos - Historipedia

ESCANDINAVIA MEDIEVAL: La Era de los Vikingos

La siguiente historia tiene lugar entre el año 793 y el 1066

LOS VIKINGOS HOSTIGANDO EUROPA (793-850)

La palabra Vikingo significaba en nórdico antiguo “pirata”, más literalmente “el que frecuenta una bahía”. Se suele decir que la Era Vikinga comienza en el año 793, con el ataque vikingo al monasterio de Lindisfarne, en el Reino de Northumbria, en Inglaterra. Masacraron a muchos monjes y rapiñaron con todo lo que pillaron que tuviera algo de valor. Las noticias del asalto corrieron por toda Europa como la pólvora, y empezó a hablarse de estos vikingos como bárbaros despiadados sedientos de sangre, oro y plata.

Durante los años siguientes otras poblaciones anglosajonas se apichonaron vivas con la llegada de más de estos asaltantes nórdicos. Hubo incursiones también en Escocia y en Irlanda, ésta última todavía dividida en pequeños reinos que luchaban entre sí. Allí levantarían varias colonias como Dubh Linn, actual Dublín, fundada en el 841; y Veistjord, actual Wexford.

Dinamarca se fue convirtiendo en el territorio más potente de Escandinavia, pues era bastante llano, transitable y además había muchas más tierras cultivables que en Noruega y Suecia. En esos años reinaba Harald Klak, y bajo su reinado llegó de visita a la famosa aldea de Hedeby un misionero llamado Ansgar. Este intentó que le rezaran a Jesusito, pero le dijeron que “aquí no hacemos eso”. Su hijo Horik I el Viejo, al final, sí que dejó que se construyeran algunas iglesias y escuelas en su territorio.

Tras la muerte de Carlomagno en el año 814 el gran imperio que había construido se dividió, y ante su debilidad, muchos vikingos no pararon de tocar los huevos por muchas zonas del norte de Frankia. Saquearon Nantes, Ruán y también, remontando el río Sena, llegaron a París en el año 845 supuestamente dirigidos por Ragnar Lodbrok. En los vídeos de Francia Medieval hablé de qué era cierto en la serie Vikings y que no, podéis verlos luego. Para evitar el saqueo y la consiguiente destrucción de la ciudad… el rey franco Carlos el Calvo tuvo que pagarles una buena suma de monedas, el llamado Danegeld.

La ciudad alemana de Hamburgo también sucumbió a los guerreros del rey Horik I, y hasta la catedral quedó destruida. Pero entonces llegó Gudrum, un vikingo que reclamaba el trono, y toda Dinamarca entró en una espiral de hostias continuas que duró casi un siglo.

Tras eso, un grupo de vikingos dirigidos por el supuesto hijo de Ragnar, Björn (biorn) Costado de Hierro o Brazo de Hierro, y su compañero Hastein (jastin), se dirigieron a Hispania. El Reino de Asturias sufrió bastante intentando rechazarlos, pero lograron que se dieran el piro rápido. Luego pasaron por Lisboa, y después acabaron en la Sevilla del Emirato de Córdoba destruyendo barcos, derribando muros e incendiando mezquitas. La liaron bastante parda.

Traspasando las antiguas Columnas de Hércules, lo que viene siendo Gibraltar, pudieron contemplar por primera vez el Mar Mediterráneo, y nuevas ciudades fueron víctimas de sus pillajes y correrías. Algeciras, las Baleares, Narbona, Arlés… Se cuenta que incluso remontaron el río Ebro hasta Pamplona, donde secuestraron al rey navarro García Íñiguez hasta el pago de un cuantioso rescate.

CONQUISTA Y COLONIZACIÓN VIKINGA (850-911)

Mientras unos nórdicos se encargaban de explorar el Mediterráneo, parte de los vikingos suecos establecieron la Larga Ruta Comercial del Este, que acababa en Constantinopla, o como ellos la llamaron, Miklagard, la Gran Ciudad. Era allí donde convergían las otras rutas de comercio entre oriente y occidente. Esta gente fue conocida como Varegos, que podría significar compañero leal o servidor de un extranjero o buhonero. Uno de sus líderes, Rurik, fundó la ciudad de Nóvgorod por el año 862, y después se hicieron con el control de Kiev, que había sido fundada por los jázaros tiempo atrás.

Las dos ciudades se unieron para formar la Rus de Kiev en el año 882, conformada por estos varegos y también por muchas tribus eslavas. Su primer Gran Príncipe fue el cuñado de Rurik, Oleg de Nóvgorod. Fue el comienzo de la Dinastía Rúrika, que duró un huevo, hasta el siglo XVI. Estos varegos, en el 866, pusieron en sitio a Constantinopla para que el emperador Miguel III el Beodo les diera un trato comercial favorable. Tiempo después serían contratados por otros emperadores bizantinos como soldados de élite, y serían conocidos como la Guardia Varega. Eran buenos guerreros, sin duda, pero donde más destacaron fue en el ámbito del comercio internacional. Se dice que su red de intercambios llegaba hasta Bagdad.

Björn y Hastein seguían haciendo de las suyas por el Mediterráneo. Su idea era llegar a Roma, pero parece que se confundieron y acabaron en una ciudad al norte de Italia llamada Luni. Se cuenta que, para tomar la ciudad, Hastein planeó una artimaña rollo caballo de Troya. Simuló su muerte y pidió ser enterrado en suelo cristiano, las autoridades metieron su féretro lleno de armas dentro de las murallas de la ciudad, y en el momento menos pensado Hastein resucitó y abrió las puertas a sus amigotes. Es básicamente lo que se muestra en la serie Vikings solo que ni fue en París ni lo hizo Ragnar. En su viaje de vuelta, los musulmanes ya les estaba esperando en Gibraltar con sus barcos para emboscarles y, aunque lograron salir con vida, lo pasaron muy muy mal.

En el año 865, otros dos supuestos hijos de Ragnar, Ivar el Deshuesado y Halfdan Camisablanca, desembarcaron en el norte de Inglaterra con la intención de tomar la ciudad de York, la capital del reino anglosajón de Northumbria. Tras masacrar a sus habitantes se hicieron con el control de la zona y renombraron al lugar como Jorvik. Estos tipos no venían a saquear y pirarse, sino a conquistar y a colonizar. Su intención era quedarse a vivir allí.

Aquí aparecieron para frenarles los reyes northumbrios Aelle y Osberto. Se dice que este rey Aelle, unos años antes, logró capturar al mítico Ragnar Lodbrok y lo ejecutó tirándole a un pozo de víboras. ¿Ocurrió este hecho de verdad? No se sabe. El caso es que estos reyes anglosajones acabaron, tras esta Batalla de York, capturados por los hijos de Ragnar; y Aelle en concreto acabó… bastante bastante jodido.

Durante la siguiente década los vikingos organizaron el Gran Ejército Pagano y conquistaron toda Northumbria, el Reino de Mercia y después Anglia Oriental. Todo el territorio bajo control vikingo fue llamado Reino de Danelaw, que significa ‘país de la ley danesa’, y duró casi un siglo. Su primer rey fue Guthrum el Viejo, aunque tras bautizarse se cambió el nombre por Aethelstan.

Ante este panorama, Etelredo I de Wessex y su hermano Alfredo el Grande decidieron intervenir hacia el año 870. En la Batalla de Edington o Ethandun, del año 878, las tropas del rey Alfredo, vencieron al temido Gran Ejército Pagano, que tuvo que replegarse al antiguo territorio de Northumbria.

Por esas mismas fechas, el soberano de Vestfold, Harald Cabellera Hermosa, logró unificar grandes partes de Noruega tras la Batalla naval de Hafrsjord (885). El tío dijo que no se cortaría el pelo hasta lograr su objetivo, de ahí el mote. En la serie Halfdan el Negro es su hermano, pero realmente era su padre. Se cuenta que el tipo fue bastante tirano, e hizo muchas purgas en muchas poblaciones bajo su yugo. Debido a esto, un gran número de noruegos se vio forzado a huir y a exiliarse. ¿A dónde? Pues a muchas islas de la zona, como las Shetlands, las Feroe, las Orcadas y las Hébridas. E incluso parece que algunos llegaron a una isla en el Atlántico Norte descubierta hacia el 860 a la que llamaron Islandia, la tierra de hielo.

El primero en fundar una colonia permanente fue el noruego íngol fur Arnar son, y esa fue la actual capital islandesa: Reikiavik. “Bahía del humo”, significa, por las fuentes termales de la zona. Y aquí viene lo curioso, y es que conforme el lugar se iba volviendo un lugar sin ley, donde se mataban por las tierras, los colonos de allí se vieron obligados a organizarse sin necesidad de rey, y crearon una asamblea para resolver sus mierdas, la Althing, que se reunía en el valle del Thingvellir, que hoy es un parque nacional.

Esta asamblea, en el año 1000,acordó poner al cristianismo como religión oficial de su isla. Y hacia el 1200, un jurista islandés llamado Snorri Sturluson recopilaría en la Edda Prosaica muchas de las historias y tradiciones de los nórdicos que conocemos hoy día.

UNIFICACIÓN Y CRISTIANIZACIÓN DE ESCANDINAVIA (911-1030)

El rey de Frankia Carlos III el Simple estaba harto de que los vikingos le jodiesen su reino, así que decidió en el año 911 regalar parte de Neustria al vikingo Hrolfr el Caminante (rolfer), que luego sería llamado Rollo (rolo) o Rollón tras su bautismo y conversión al cristianismo. El rey lo casó con su hija Gisela, y le encargó gobernar como vasallo la provincia que a partir de ese momento sería conocida como el Ducado de Normandía. Esos vikingos que allí vivieron y que se casaron con mujeres francas se convirtieron en los normandos, hombres del norte.

En el Reino de Wessex, en el año 927, el rey Athelstan el Glorioso, nieto de Alfredo el Grande, logró vapulear a los daneses y conquistar York, o Jórvik. Como lo queráis llamar. El caso es que Athelstan unificó toda Inglaterra en un único reino, y es considerado como el primer rey inglés de facto. Logro desbloqueado para este muchacho. Pero eso sí, los vikingos todavía resistirían unos años más en Northumbria.

Noruega estaba en el caos hacia el año 933. Harald el Pelanas Bonicas había muerto con más de 20 hijos a sus espaldas, nada que ver con el Harald de la serie. Como no podía ser de otra manera, todos los chavales querían el poder, qué sorpresa. Uno de ellos, Erik Hacha Sangrienta, mató a varios hermanos, gobernó poco, le echaron y se hizo jefe vikingo en plan autónomo.

El nuevo rey noruego sería su hermanito Haakon el Bueno. El chico era cristiano y había estudiado en Inglaterra bajo la protección del rey Athelstan. Sus intentos de llevar la fe cristiana a todos los valles y fiordos no sentó bien a los jarls, pero más o menos pudieron convivir. Eso sí, Erik Hachasangrienta no iba a quedarse quietecito, y el cabrón logró hacerse con el control de Jorvik en el año 948, aunque no duró un suspiro.

Casi al mismo tiempo empezó a gobernar en Jutlandia el rey Gorm el Viejo, considerado el fundador del Reino de Dinamarca, aunque no gobernó sobre todo el territorio. Como estaba siempre fuera de batallitas, dejó a su esposa Thyra gobernar libremente, y parece que fue muy querida por su pueblo.

Años después llegó al trono su hijo Harald Blatand, o Harald Diente Azul, siendo el primer caso en Escandinavia de trono heredado, y además este sí controló toda Dinamarca. Aunque dicen que su apodo es una traducción incorrecta, la compañía sueca Ericsson le homenajeó al llamar Bluetooth a su tecnología de redes inalámbricas. De hecho, el logotipo son las runas de sus iniciales. En el año 965 se hizo bautizar en Jelling, que podríamos decir que era la capital, y los daneses poco a poco seguirían su camino. En conmemoración levantó una enorme piedra rúnica en ese lugar.

En el año 954 los anglosajones derrotaron a Erik Hacha Sangrienta en la Batalla de Stainmore. Este hecho puso fin a Danelaw, territorio que fue reconquistado. Poco después, su hijo mayor, Harald II Piel Gris, lograría matar a Haakon el Bueno y coronarse rey de Noruega.

Suecia estaba en esos años que no despegaba. Demasiadas guerras internas entre diferentes reyezuelos. Al final, hacia el año 970 llegó Erik el Victorioso y logró unificar gran parte del territorio sur en el Reino de Suecia. Este rey fundó la ciudad sueca de Sigtuna, que se convertiría en un importante centro comercial y también en sede espiritual, desplazando tanto a Birka como a Uppsala. Su hijo Olaf el Tesorero era cristiano, y a él se le atribuye el proceso de cristianización de Suecia.

El vikingo Olaf Tryggvason llegó a Noruega desde tierras bálticas, y fue coronado rey. Trató de cristianizar el territorio a base de mutilaciones, pero su reinado fue interrumpido por la llegada de los daneses del rey Svend I Barba Partida, que le conquistó. Y no se conformó sólo con Noruega; también se hizo con toda Inglaterra en el año 1013. El control danés de Inglaterra duraría 20 años. Sin embargo, al año siguiente los celtas irlandeses liderados por su gran rey Brian Boru molieron a palos a los vikingos en la Batalla de Clontarf (1014), y con ello dejaron de tocarles los cojones.

Un tipo llamado Erik el Rojo vivía felizmente en Islandia hasta que por cosas de la vida se cargó a dos tipos y le echaron de la isla. En vez de volver a su noruega natal decidió explorar el oeste, y se acabó encontrando con una tierra a la que llamó Greenland, tierra verde. Era mentira, aquello parecían montañas de cocaína, pero a su vuelta dijo que había tierra verde para que los incautos le siguieran.

Lo cierto es que Erik el Rojo no sería el descubridor de lo que hoy llamamos Groenlandia, pues otra gente ya se había topado con el sitio tiempo antes, como Gunnbjörn Ulfsson. Hacia el 981, Erik y más gente se establecieron en aquel inhóspito lugar, pero entre la falta de madera, las malas tierras de cultivo y el frío de cojones que hacía, el asentamiento no prosperó demasiado.

Su hijo Leif Eriksson el Afortunado encontró hacia el año 1000 una nueva tierra más al oeste, a la que llamó Vinland, tierra de vides, por las bayas silvestres que encontró. Nadie sabe con certeza qué era esa Vinland, pero todo apunta a que el chaval descubrió la costa de la isla de Terranova, en Canadá, concretamente L’anse aux Meadaws, donde se encontraron restos de una aldea de rollo nórdico. Parece que los asentamientos allí no duraron ni un suspiro debido a que su relación con los nativos no fue muy amistosa.

Año 1030. Los normandos dirigidos por Ranulfo Drengot acabaron en Italia. El duque lombardo Sergio IV de Nápoles les reclutó contra los bizantinos, y por sus triunfos acabó regalándoles la Antigua Fortaleza bizantina de Aversa, en la Campania. Este fue el primer asentamiento normando en Italia. Sólo 30 años después, estos normandos, dirigidos ahora por Roberto Guiscardo, lograron conquistar toda la mitad sur de Italia a lombardos y bizantinos, y también se agenciaron Sicilia, que en aquel tiempo estaba en manos de los musulmanes fatimíes de Egipto. Tiempo después algunos de estos normandos acabarían luchando en las Cruzadas.

El rey Olaf II el Santo es célebre por haber recuperado Noruega tras la Batalla naval de Nesjar (1016), y por haber cristianizado el territorio. Levantó iglesias por todas partes y creó leyes para evitar que la aristocracia abusara de su poder. Y también prohibiendo la poligamia, la violación, el rapto de mujeres y el abandono de recién nacidos en el bosque, una costumbre bastante habitual entre los vikingos, especialmente si nacían niñas.

OCASO VIKINGO (1030-1066)

En Dinamarca, el rey Canuto II el Grande era bastante puto amo a pesar de tener nombre de porreta. Aprovechando que estaba en Inglaterra haciendo de las suyas, el rey sueco Anund Jacobo decidió aliarse con el noruego Olaf II el Santo para quitarle de en medio, pero en la Batalla naval de Helgea de 1026 Canuto logró la supremacía de toda Escandinavia. 4 años después, en la Batalla de Stiklestad (1030), el exiliado rey Olaf II trató de recuperar Noruega, pero acabó muerto y después canonizado. Uno de los comandantes de esta batalla fue un joven Harald Hardrada, el considerado último vikingo, luego hablaré más de él.

El opresivo régimen de este porretas cabreó a mucha gente. A su muerte en el año 1035, el gran imperio anglo-escandinavo que se habían montado los vikingos daneses acabó menguando. Primero voló Noruega, que fue recuperada por Magnus I el Bueno, hijo de Olaf el Santo; y en el año 1042, el anglosajón Eduardo el Confesor logró reconquistar Britania y coronarse rey de Inglaterra.

Durante el reinado de Magnus I, los noruegos incluso lograron dominar Dinamarca durante un breve tiempo. Pero a su muerte decidió devolverla a Svend II Estridsson, sobrino de Canuto el Grande; y Noruega fue para su tío Harald III Hardrada, el Despiadado. Este tipo había servido en la Guardia Varega de la emperatriz bizantina Zoe, pero acabó preso y huyó de vuelta al norte. Su historia es muy interesante, y este cómic, Harald el último vikingo, la explica muy bien.

Nada más tomar posesión del trono noruego… decidió meterse de leches contra Svend II de Dinamarca. La campaña no fue muy exitosa, y entonces dedicó muchos esfuerzos en crear nuevas colonias en islas como las Orcadas, las islas Shetland, las islas Feroe, y las Hébridas. Además, fundó la ciudad de Oslo en el año 1050 más o menos, la actual capital noruega.

Y llegamos al año 1066. Aquí ya entramos en la recta final de la Era Vikinga. Resulta que el rey inglés, Eduardo el Confesor, la palmó sin hijos ese año. Para ocupar el trono había tres candidatos principales, tres parientes: Harold Godwinson, conde de Wessex, Guillermo el conquistador, duque de Normandía y tataranieto de Rollo, y Harald III el Despiadado, rey de Noruega.

Los nobles sajones deciden poner al conde Harold de Wessex. Pero como el fallecido rey había prometido a Guillermo el trono a su muerte, el normando decidió invadir Inglaterra. Mientras tanto, el tercero en discordia, Harald el Despiadado, envió una gran flota vikinga a Britania. Se estaba a punto de liar bien gorda.

El primer torbellino de hostias tuvo lugar en la Batalla de Stamford Bridge. Los anglosajones de Harold Godwinson pillaron a las tropas del vikingo desprevenidas y se les echaron encima. Parte de la batalla se desarrolló sobre un puente, donde un berserker gigantesco se cargaba a todos los soldados sajones que intentaban cruzar. Al final uno de ellos le atravesó con una lanza desde el agua. También durante el combate, el rey vikingo Harald el Despiadado acabó recibiendo un flechazo en la garganta y se fue para el otro barrio. Con su muerte se dice que se puso punto y final a la era vikinga.  

Pero esta historia no ha acabado aún. Dos días después llegaron los normandos dirigidos por Guillermo el Conquistador y se pusieron a destruir y matar a todo lo que se les cruzara por delante. El rey inglés Harold Godwinson fue a cargarse a su último obstáculo, pero la Batalla de Hastings de finales del año 1066 hizo que el anglosajón perdiera y que Guillermo I se hiciera con las riendas de Inglaterra. A partir de ese momento los ex vikingos normandos pasaron a dominar Inglaterra y Normandía, que era parte de Francia. No tenían ni idea de que tres siglos después todo esto provocaría la brutal carnicería que sería la Guerra de los 100 Años.