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La familia caníbal de Sawney Bean, el demonio de Galloway
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TERROR: La familia caníbal de Sawney Bean, el demonio de Galloway

Alexander Sawney Bean mejor conocido como el demonio de Galloway, fue un insólito asesino que alimentó a su clan del terror con carne humana. En Escocia los conocían como "La familia caníbal".

por LaVerdad

La familia caníbal de Sawney Bean, el demonio de Galloway

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Alexander Sawney Bean fue el insólito jefe de un clan caníbal de 48 personas, en el entonces Reino de Escocia, que en algún momento del siglo XVI presuntamente fueron juzgados y ejecutados por el asesinato en masa y canibalismo. Aquí te contamos la verdadera y macabra historia de terror.

El demonio de Galloway (como después sería conocidonació el 4 de marzo de 1934 en East Lothian, una población agrícola a pocos kilómetros de Edimburgo. Bean nunca encajó ni dentro de la comunidad ni en su propia familia, la cual quería que siguiera los pasos de su padre, el panadero del pueblo.

Al final, cansado de intentar ganarse la vida honradamente, Bean entabló una relación con Agnes Douglas, una mujer acusada de brujería por los lugareños y de la que se decía que había cometido sacrificios humanos e incluso conjurado al diablo. Agnes era conocida como Black Agnes Douglas, la "bruja oscura" de Lothian.

La familia caníbal de Sawney Bean, el demonio de Galloway
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La pareja decidió huir a raíz de las constantes persecuciones que vivían, para subsistir robaban a todo aquel se cruzaba en su camino. Según cuenta la leyenda, durante alguno de aquellos atracos, Sawney Bean probó por primera vez la carne humana, y quedó fascinado con su sabor.

Agnes planteó a Bean que antes de morir de inanición la única solución que tenían para sobrevivir era alimentarse de carne humana. Para evitar llamar la atención, tras los ataques disponían los cuerpos de los desdichados que habían asesinado de tal modo que parecía que habían sido víctimas de un animal salvaje.

Tras pasar varios meses viajando y escondiéndose, la pareja finalmente decidió establecerse en algún lugar. El sitio escogido fue la localidad de South Ayrshire, cerca de Ballantrae. Mientras inspeccionaban la zona en busca de alguna víctima y de refugio, se toparon con la entrada a una cueva que tenía vista al mar.

La familia caníbal de Sawney Bean, el demonio de Galloway
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La cueva de los caníbales

La cueva resultó ideal para pasar allí todo el invierno. El único inconveniente que presentaba la guarida es que faltaban alimentos cerca. Hambriento y desesperado, el joven asestó un golpe a un viajero que en ese momento cruzaba. No le interesaba su dinero o sus posesiones, solo su carne".

Con el tiempo, Agnes y Sawney fueron padres de ocho niños y seis niñas. Con tantas bocas que alimentar, las "cacerías" tuvieron que aumentar. Durante los 28 años en que perpetraron sus atrocidades, la familia de caníbales fue creciendo al ritmo de los asesinatos cometidos.

La familia caníbal de Sawney Bean, el demonio de Galloway
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Convertidos en un clan caníbal, preferían atacar de noche para, de este modo, escapar más fácilmente de la justicia. Gracias a que la cueva permanecía bloqueada durante largos períodos de tiempo a causa de las marea, los caníbales acostumbraban a dejar muy pocas pistas.

Un día, de regreso de una feria, un matrimonio de comerciantes pasó cerca de la zona donde se producían las desapariciones. Antes de darse cuenta de lo que ocurría, se vieron rodeados por un nutrido grupo de hombres y mujeres que les atacaron con brutalidad, era la familia Sawney Bean.

El fin de Sawney Bean y su macabra familia

El hombre iba armado con una espada y una pistola, aunque por desgracia su mujer cayó del caballo y fue de inmediato apresada por los atacantes que se la llevaron rápidamente. El valiente comerciante pudo zafarse del ataque de los caníbales, herir gravemente a varios de ellos y provocar la huida del resto.

A lomos de su caballo, les persiguió para rescatar a su esposa, de la que solo pudo hallar parte de su cuerpo esparcido por el camino. Presa del terror y de la rabia, el comerciante fue en busca de las autoridades para que le ayudasen a dar caza a los responsables de la muerte de su esposa.

La familia caníbal de Sawney Bean, el demonio de Galloway
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Cuando el rey se enteró de lo que ocurría envió una fuerza de 400 soldados para encontrar a la mujer. Gracias a la ayuda de sabuesos, la expedición real localizó la entrada de la cueva donde se escondía el clan. Los soldados entraron a través de un insólito pasadizo en forma de zigzag, cuyas paredes estaban decoradas con esqueletos.

El grupo dio con la macabra familia, que estaba inmersa en un horrendo festín. Los niños jugaban con restos de cadáveres, rodeados de brazos, piernas, cabezas y otros miembros descuartizados; incluso había abalorios y todo tipo de pertenencias elaborados con restos humanos.

La familia caníbal fue llevada presa a Edimburgo, donde sus miembros ni siquiera fueron sometidos a juicio. Fueron condenados a muerte y ejecutados en el acto. Las mujeres y los niños fueron clavados en estacas y mantenidos con vida lo suficiente como para que vieran cómo morían los hombres del clan.

Estos fueron desmembrados y se desangraron hasta morir. Sin mostrar ningún tipo de remordimiento por lo que habían hecho, dedicaron a sus captores todo tipo de insultos y obscenidades. La leyenda de terror cuenta que Sawney Bean repetía continuamente: "No ha terminado, nunca terminará".

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