Casa Real

Muere Enrique de Dinamarca, el marido de la reina Margarita que nunca pudo ser rey

MONARQU�A

Triste adi�s al marido de la reina Margarita
Muere Enrique de Dinamarca, el pr�ncipe consorte que nunca fue Rey. EL MUNDO (V�deo)

El marido de la monarca ha fallecido en el palacio de Fredensborg a los 83 a�os. Con �l tambi�n se va su afici�n por las pol�micas

Empeora "gravemente" la salud de Enrique de Dinamarca

La afici�n a los esc�ndalos del marido de la reina Margarita

Enrique de Dinamarca, un hombre atormentado y conflictivo, cuyo provocador comportamiento chocaban con la mesura requerida al consorte de una reina, pasar� a los anales como el pr�ncipe rebelde.

No s�lo por sus incontables salidas de tono, como sacar la lengua a un periodista, jactarse de haber comido carne de perro o aparecer disfrazado de oso panda en una gala. Sobre todo porque, lejos de resignarse con el papel secundario que el destino le asign�, la proclamaci�n como Reina de su esposa, Margarita de Dinamarca, en enero de 1972, fue labrando en �l un creciente complejo de inferioridad, que no se cortaba de airear a los cuatro vientos, incluso en sonadas declaraciones en prensa.

Comparecencias realizadas a espaldas de su mujer, a la que frecuentemente ha puesto en rid�culo con sus desplantes. "Hoy la mujer de un rey recibe el t�tulo de reina, pero el marido de una reina no se convierte en rey al casarse. As� la pareja queda desequilibrada a ojos de la opini�n p�blica. Esto es "traum�tico" asegur� en 2002 al diario dan�s 'BT', lament�ndose por no haber ostentado la condici�n de rey, su gran obsesi�n.

Entrevista que acompa�� de uno de sus m�ltiples plantones a la reina, al negarse a acompa�arla a la boda de Guillermo y M�xima de Holanda. Aunque su humillaci�n m�s sonada tuvo lugar en la cena de gala con la realeza que se organiz� con motivo del 75 cumplea�os de Margarita en abril de 2015, cuando la dej� compuesta y sin pareja. En palacio se adujo una gripe que se demostr� falsa, ya que ese mismo d�a fue fotografiado en Venecia de viaje.

Un matrimonio turbulento

Curiosamente, pese a las sucesivas crisis, el matrimonio no se rompi�, pues Margarita siempre ha estado muy enamorada de Enrique, que a su manera la ha correspondido. Se conocieron en Londres donde �l, franc�s de origen, ejerc�a de tercer secretario de embajada de su pa�s, y la heredera danesa realizaba un curso de Econom�a. "Cuando le vi por primera vez, sent� que el cielo explotaba. Fue amor a primera vista", ha confesado la soberana.

No era la primera f�mina que ca�a rendida a los pies de este guapo arist�crata, hijo del conde Andr� de Laborde de Monpezat, que pas� su infancia en la Indochina francesa. De regreso a Par�s, se licenci� en Derecho y en Pol�ticas por la Sorbona, pero su esp�ritu aventurero le llev� a instalarse largas temporadas en China y Vietnam, donde estudi� lenguas orientales. Tras ello, emprendi� la carrera diplom�tica, que le permiti� conocer en Londres a Margarita, con la que el 10 de junio de 1967 protagoniz� una boda de cuento de hadas en la catedral de Holmen, en Copenhage .

En 1968 naci� el heredero, Federico, y un a�o despu�s, Joaqu�n, su segundo hijo. Cierto que a esta peculiar pareja, pese a su relaci�n tormentosa, les unen muchas cosas, sobre todo su afici�n por las artes: la reina, apasionada de la ilustraci�n gr�fica, ha dise�ado escenarios y vestuarios de obras de teatro. Henrik, aficionado al piano y la escultura, public� en el a�o 2000 'Cantabile', un libro de poemas de amor en franc�s ilustrados por la reina Margarita. Una sensibilidad que quiz� explique su inestabilidad emocional y que, sin duda, ha marcado su matrimonio. Cuando el pr�ncipe sent�a que la presi�n le asfixiaba, se largaba a su ch�teau franc�s o se reclu�a en sus estancias de palacio, donde pasaba varios d�as sin ver a su esposa.

Gran parte de los daneses piensa que Enrik es un hombre engre�do y con deseos de grandeza que, pese a vivir a cuerpo de rey a costa de los contribuyentes, no siempre ha estado a la altura de su egregia c�nyuge. Mucho m�s condescendiente es la propia Margarita, que ha perdonado sus crisis y salidas de tono, hasta lograr un nada f�cil entente cordiale que les permiti� celebrar sus bodas de oro el 11 de junio del pasado a�o 2017, con Enrique jubilado de la vida p�blica desde el a�o anterior.

Ese 11 de junio de 2017 coincidi� con su 83 cumplea�os y tambi�n con el inicio de graves problemas de salud. En julio, fue intervenido para introducirle un bypass por la femoral, debido al estrechamiento de sus arterias. Algo que le ocasionaba serios problemas de movilidad, hasta el punto de que hubo que contratar un enfermero permanente para atenderle d�a y noche. Posteriormente, en septiembre, el palacio real hac�a p�blico un sorprendente comunicado informando que "tras un largo seguimiento y exploraciones medicas realizadas en agosto, los especialistas han concluido que el pr�ncipe Henrik sufre demencia".

Algo que quiz� justifique en parte las explosivas declaraciones que hab�a realizado este verano, asegurando que no quer�a ser enterrado junto a su esposa, a quien acusaba de tomarle "por tonto" y faltarle al respeto."Si quiere que me entierren con ella, debe hacerme Rey consorte y punto". Una decisi�n que Margarita, muy apenada, parece que no tuvo m�s remedio que encajar.

El 28 de enero pasado, cuando estaba de vacaciones en Egipto, fue trasladado urgente a Copenhague, donde fue ingresado en el hospital del pa�s. Se le detect� un tumor en el pulm�n izquierdo, aunque benigno, as� como una neumon�a. Tras permanecer varios d�as en el Rigshospital de Copenhague, Enrique fue trasladado a Fredensborg, residencia real situada a unos 40 km al norte de la capital danesa, para vivir "los �ltimos momentos".

La pregunta del mill�n es qu� decisi�n tomar� ahora la familia real danesa: si respetar� la voluntad del consorte o, habida cuenta de su demencia, los restos de Enrique descansar�n en la catedral de Roskilde, al este del pa�s, donde se encuentran las tumbas de los monarcas daneses y sus consortes.