En abril de 1574, dentro del contexto de la Guerra de los Ochenta AƱos, se produjo la batalla de Mook con una derrota aplastante para el ejĆ©rcito rebelde de los PaĆses Bajos.
Los ejĆ©rcitos espaƱoles, bajo el mando del maestre de campo Sancho DĆ”vila, el ārayo de la guerraā, obtuvieron una aplastante victoria sobre las tropas protestantes de Luis de Nassau en Mook, Limburgo. Esta batalla se inscribe dentro de la Guerra de los Ochenta AƱos, una larga guerra que desangrarĆa a la MonarquĆa HispĆ”nica. Sin embargo la MonarquĆa HispĆ”nica serĆ” la protagonista de innumerables victorias, siendo Mook una de tantas.
Batalla de Mook, victoria aplastante de los Tercios espaƱoles
Sabiendo las intenciones de los rebeldes, Luis de Requesens se anticipĆ³ a las maniobras enemigas y enviĆ³ cuantas tropas pudo. Para ello, pensĆ³ en frenar a los rebeldes en las cercanĆas del rio Mosa. Los espaƱoles, desde sus posiciones se dedicaron a realizar diversas encamisadas para distraer a los holandeses, siendo una de las mĆ”s sonadas la ocurrida el 18 de marzo en la que apenas 300 arcabuceros causaron unas 700 bajas al enemigo, resultando 4 valones y 3 espaƱoles muertos solamente. SegĆŗn los autores, estas maniobras tĆ”cticas de escaramuzas en el rio Mosa sirvieron para reunir un ejĆ©rcito Ā con unos 5.000 infantes y 800 jinetes aproximadamente, con los que harian frente a los 9000 holandeses. Luis de Nassau ahora se veĆa rodeado y perseguido por los espaƱoles que, evidentemente, buscaban dar batalla.
[adinserter name=”adpv”] El āRayo de la guerraā no desperdiciĆ³ la ocasiĆ³n y a orillas del Mosa, en la localidad de Mook, los espaƱoles dieron batalla. Los rebeldes holandeses se dispusieron cerca de un cerro, buscando su protecciĆ³n. AllĆ dispuso en torno a 1.000 soldados mientras que en el flanco derecho del mismo situĆ³ a 2.000 jinetes dejando el grueso en el flanco izquierdo. Los espaƱoles, formados en escuadrones, iniciaron el ataque. Disparaban mientras los rebeldes contestaban tambiĆ©n. Sin embargo, estos fueron desalojados de varias trincheras que cubrĆan en sus posiciones -como relata Julio Albi āhora y media durĆ³ el combate hasta que viendo que tiraban algo mĆ”s flojamente, dan el asalto y les desalojaron del trincherĆ³nā-. Aunque, como se observa, los ataques entre ambos ejĆ©rcitos se producĆan simultĆ”neamente, los holandeses iban perdiendo intensidad en el ataque. Los espaƱoles, liderados por Sancho DĆ”vila, avanzaban, como era habitual, en formaciĆ³n de cuadro.
En este sentido, en el cenit de la batalla, los rebeldes enviaron a su caballerĆa para intentar reestablecer la caĆ³tica situaciĆ³n. Sin embargo, todo quedĆ³ en intento. A pesar de ser mĆ”s numerosa la caballerĆa holandesa, sus cargas fueron repelidas por los piqueros espaƱoles, quienes evitaron que la formaciĆ³n se rompiera. La debilidad del ejĆ©rcito rebelde estaba en los flancos como comprobaron los espaƱoles que cargaron por ambos flancos y despuĆ©s por el frente provocando, consecuentemente, la huida desordenada de los rebeldes.
AsĆ las cosas, en tal combate, los rebeldes sufrieron mĆ”s de 3.000 muertes, entre los que se encontrabanĀ Luis de Nassau y su hermano Enrique asĆ como el duque del Palatinado, ademĆ”s de sufrir el arrebato de 30 banderas, 3 estandartes y 2 caƱones. Las bajas espaƱolas oscilan en torno a la centena segĆŗn los expertos.
La disciplina, preparaciĆ³n, entrenamiento, coraje, valentĆa y honor, entre otras, de los Tercios, decidieron la batalla a su favor frente a un ejĆ©rcito mĆ”s numeroso pero carente de disciplina y organizaciĆ³n, sobre todo. Sin embargo, los autores coinciden en que la victoria si bien fue decisiva, no lo fue del todo. La falta de dinero en Flandes oscureciĆ³ la brillante victoria. El atraso de las pagas de los soldados desembocĆ³ en un amotinamiento tras la batalla. Luis de Requesens habĆa dejado sin defensas a los rebeldes tras la victoria en Mook pero, tristemente, no se pudo aprovechar aquella victoria como otras tantas veces debido al amotinamiento de los soldados, un hecho que hizo que los rebeldes se reorganizasen en menor tiempo.
A pesar de todo, la efectividad y el derroche de coraje de los espaƱoles fue la tĆ³nica en aquella batalla que se cobrĆ³ algo mĆ”s de 3.000 vidas protestantes en plena Guerra de los Ochenta AƱos.
Autor: Ćlvaro GonzĆ”lez DĆaz para revistadehistoria.es
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BibliografĆa:
http://ejercitodeflandes.blogspot.com/2008/11/motn-tras-la-batalla-de-mook-entrada-en.html
https://terciosviejos.blogspot.com/2019/04/batalla-de-mook.html
ALBI DE LA CUESTA, J., De PavĆa a Rocroi, Desperta Ferro ediciones, Madrid, 2017
HERNANDEZ, F., 2016, https://www.batallasdehispania.com/2020/06/sancho-davila-y-daza-1523-1583.html