Críticas de Luis II de Baviera, el rey loco (1973) - FilmAffinity
Haz click aquí para copiar la URL

Luis II de Baviera, el rey loco

Drama En 1864, antes de cumplir los veinte años, Ludwig de Wittelsbach (Luis II, "el rey loco") ocupó el trono de Baviera. El joven rey era generoso y romántico y soñaba con traer la felicidad a su pueblo. Fue un gran mecenas que amaba el arte, la paz y la armonía universal. Sin embargo, por confiar en sus consejeros, llevó a Baviera a una desastrosa guerra que la dejaría en manos de Bismarck. Hasta sus más fieles colaboradores conspiraban ... [+]
<< 1 2 3 4 5
Críticas 24
Críticas ordenadas por utilidad
18 de mayo de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Era en el otoño salmantino cuando me dirigía de la mano de mi amada novia cacereña, junto con mi hermano y un amigo al que llamábamos “el burgalés”, camino del cine Coliseum, en el pasaje del mismo nombre, a ver una obra que era de obligado cumplimiento para los buenos aficionados al cine. Las calles estaban alfombradas de hojas secas, ofreciendo un aspecto romántico teñido de melancolía. Justamente lo propio para ver esta cinta.

Es una película histórica que cuenta la vida del entonces veinteañero Ludwig de Wittelsbach (Luis II, "el rey loco"), un hombre generoso e idealista que amaba la paz y el bienestar de su pueblo. Luis II ocupó el trono de Baviera, sin reparar en las perfidias de la corte, los malos consejeros y los conspiradores que sumieron a Baviera en una terrible guerra de la cual se benefició el artífice de la unificación alemana: Otto von Bismarck. Luis II entró en una tremenda decadencia física y mental que el film retrata muy bien.

Nada hay que añadir a la excelente, clasicista y preciosista dirección de un Luchino Visconti en plenitud, con un guión de altura, del propio Visconti junto a Enrico Medioli y Suso Cecchi d'Amico, escrito con sesudos y poderosos diálogos. La trama está tan bien narrada que deja en el espectador esa sensación de desasosiego cuando es testigo de los desmanes humanos, tanto en lo político, en las insidias e intrigas palaciegas, como en la violencia que no perdona cuando de conseguir el poder se trata.

Una banda sonora esplendorosa de Jacques Offenbach (la excelsa música es firmada casi íntegramente por Wagner) acompaña a una bellísima fotografía Armando Nannuzzi, junto con una puesta en escena maravillosa. Además, es una película de planos muy cuidados rodados en formatos anchos, primeros planos, panorámicas rodadas con zoom, una obra con tendencia al divismo y al histrionismo, con una cuidada ambientación, elección de localizaciones y excelente diseño de vestuario. En realidad, como digna sucesora de “Muerte en Venecia”, esta es una película que reflexiona acerca de las relaciones entre la vida y el arte, entre la estética y la ética.

Este prolijo retrato del mundo mental de Luis II y su decadente y progresivo ocaso se extiende en un metraje excesivo (264 minutos), que no todo el mundo tolera igual; si bien, al más puro estilo viscontiniano, esta es una cinta en extremo bella y elegante, a la par que da una sensación de realidad, una sensación de estar observando en la pantalla la corte bávara genuina, tal como debió ser, sin atisbo de artificio o sensación de folletín. Ese es uno de los principales méritos de la cinta y se nota que está muy bien documentada.

En cuanto al reparto, los actores realizan trabajos más que convincentes. Helmunt Berger acomete su principal papel en el cine, según yo lo veo, en esta encarnación de Luis II y sus intrincados recovecos psicológicos; Berger está excelente y parece que más que Berger fuera el mismo Rey Loco en persona, ese joven con muchos claroscuros en su frágil personalidad. Igual ocurre con Trevor Howar, cuya recreación de un mezquino Richard Wagner roza la perfección. La siempre fulgurante Silvana Mengano encarna a la bellísima Cósima, tan elegante y convincente que también parece que la Mangano fuera la mismísima Cosima Francesca Gaetana Wagner, esposa del insigne compositor. Y Sissi, o sea, Isabel de Austria se hace verdad gracias a la hermosura y el talento de Romy Schneider. Un reparto de lujo que aporta gran valor a la obra.

Fue una película exitosa que estuvo bien representada en los Premios Oscar de 1973 (nominada vestuario), y en 1972 en los premios David di Donatello donde se alzó con el galardón a Mejor película (ex-aequo) y director, y 1973 en la Seminci de Valladolid fue Espiga de Oro. Son premios importantes, sobre todo teniendo en cuenta que no es una película de masas. Es una obra densa, centrada en la historia, en la psicología de sus personajes y en el aspecto estético. Toda una obra visualmente esplendorosa, que no oculta su culto a lo nocturno, lo cual le confiere un halo de inequívoco romanticismo.

En suma, una obra maestra, un espectáculo musical y visual que debe ver todo buen cinéfilo.
Kikivall
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6 de diciembre de 2006
19 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me fui a verla al cine porque reponían clásicos más o menos conocidos y dije anda mira Visconti, vamos a verla.
Este trabajo, que por otra parte tiene la originalidad de que dura más de 4 horas (hay que ir con un palanca para despegar el culo de la butaca) es lo más aburrido y soporífero que yo recuerde, junto con algun trabajo del teutón Fassbinder. Trata de la vida y milagros del rey Luis II de Baviera, por si con el título no nos habíamos dado cuenta. Decir que el cine programó un descanso debido al largo metraje. De este engendro, recuerdo la musiquilla de fondo durante toda la película y durante los ñoñazos diálogos de los personajes. A mi, que me encanta Wagner, quedé hasta las narices de escuchar de fondo la muerte de amor de Tristán e Isolda y la muerte de Sigfrido. Por cierto, Wagner sale en la película, por supuesto absolutamente distorsionado. Vamos que un amante de Wagner sale trás ver la película, odiándolo hasta la muerte.
Aburrida, exasperante, cansina, soporífera. Un 2 merecido. Mala hasta decir basta.
Gabriel Knight IV
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8 de junio de 2007
2 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Exhaustivo retrato, a modo de telefilm, sobre la vida de del controvertido Luis II de Baviera, en la que Visconti, analiza una vez más la hipocresía reinante en las clases burguesas, escondidas detrás de opiparos banquetes y multitudinarias recepciones y que lleva a un joven y prometedor monarca a devaluarse gradualmente hasta llegar al nivel de demente.
Quizá el film peca un poco de pesado ya que el argumento es de ritmo lento y el metraje excesivamente largo.
o0_oscar_0o
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
27 de abril de 2007
4 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo que siempre me ha desconcertado en Visconti es su "clasicismo", por decirlo así. Le da igual que un diálogo se preste a un primer plano, por lo menos para ver de cerca si los actores están bien, sobre todo en sus películas "históricas".

Es una notable película, como otras suyas, pero falta de espíritu, de fuerza, creo que hoy cualquier jovencito de cualquier academia de cine, con el mismo material, le sacaría más partido, simplemente cambiando de planos y con un montaje más dinámico.

Eso sí, cuando se trata de retratar a la vieja aristocracia y sus salones suntuosos, etc. se las pintaba solo, no en vano procedía de una familia ídem, aunque en puridad parece que se trata del retrato de Luis II de Baviera y las circunstancias de aquel tiempo un tanto caótico en toda Europa, puesto que aún vendrían las grandes guerras del siglo XX, y aquí nos cuentan la historia de un rey un tanto peculiar, preocupado por el arte en vez de por la guerra, y con una enfermedad mental de por medio, al parecer.
rosbar
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 5
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow