Germán Portanova, el DT de Argentina, a horas del debut en el Mundial: “Me llamaron para cambiar la identidad de la Selección”

La cuenta que hace Germán Portanova en su cabeza es sencilla: no perder con Italia, ganarle a Sudáfrica y enfrentar a Suecia en la última fecha con cuatro puntos que -tal vez- le permitan soñar con una clasificación a los octavos de final del Mundial de fútbol femenino que comenzará este jueves con tres partidos. Y aunque la ecuación sale fácil, el concepto está equivocado. "Es un error salir a empatar con Italia", advierte el entrenador de la Selección Argentina.

Es una cuestión de principios. Portanova llegó a la Selección Argentina femenina para dejar atrás un largo proceso que mantenía incómodas e insatisfechas a las jugadoras. Cuando fue designado, el ex futbolista de Chacarita, Tristán Suárez, Cerro Porteño (Paraguay), Rangers (Chile), Racing de Ferrol (España) y Deportes Melipilla (Chile), se encargó de aclarar que no era "un paracaidista". Su trabajo en UAI Urquiza le daba el aval y el consenso entre las jugadoras para hacerse cargo del combinado nacional.

La semiprofesionalización de la liga y el cambio de mando en la Selección están haciendo virar el rumbo del fútbol femenino en Argentina. Y para la Copa del Mundo el objetivo está claro: ganar por primera vez un partido, claro que de sumar tres o más puntos en las primeras dos fechas se abrirá una ventana para dar otro paso y clasificarse a la siguiente ronda.

"Creo que me llamaron para cambiar la identidad. Para intentar hacer lo que se hizo en UAI Urquiza durante diez años, ¿no? Con un proceso muy bueno, con cinco campeonatos, con la participación en dos Copa Libertadores. Con muchas jugadoras saliendo al exterior a jugar. Creo que lo estamos intentando con la Selección, de protagonizar, de buscar el arco rival, intentar jugar y tener una identidad", explica Portanova.

El entrenador cumplirá dos años al frente de la Selección el 26 de julio, cuando ya haya pasado el debut ante las italianas (el 24/7 en el Eden Park de Auckland, a las 3am, hora argentina) y en la antesala del duelo con Sudáfrica (el 27/7, en el Forsyth Barr Stadium de Dunedin, a las 21 de Argentina). E irá al frente. Lo dejó claro en el partido despedida en San Nicolás ante Perú (triunfo 4-0), donde paró un 4-3-3 con Banini, Bonsegundo, Yamila Rodríguez, Dalila Ippolito y Larroquette; más Lorena Benítez, que es volante central pero con vocación ofensiva.

Paso a paso, Portanova fue consiguiendo resultados. Primero tuvo que rearmar un vestuario devastado. Recuperó a las jugadoras que habían renunciado a la Selección (Estefanía Banini, la principal figura, entre ellas) y las fue incluyendo en el grupo que había armado. Después, logró apoyo para tener amistosos en las fechas FIFA. hizo una Copa América histórica donde logró el tercer puesto y el boleto directo al Mundial (en la edición anterior, para Francia 2019, se accedió por un Repechaje) y en Australia-Nueva Zelanda buscará hacer historia.

"Si vos ves jugar a nuestra Selección en bloque bajo o que está defendiendo es porque nos llevan. No es una estrategia", afirma Portanova en una entrevista con Clarín, días antes de subirse al avión que lo llevará a Oceanía.

-¿Como está el grupo?

-El grupo es el día a día. Las jugadoras expertas están acostumbradas a la convivencia. Imagínate que muchas de ellas hace diez años o más que conviven en cada torneo. Eso es lo que quiero cambiar, por ejemplo, que no sean siempre las mismas. Por muchos años siempre salían las mismas en la lista. Si vos tenés jóvenes que también están para jugar, vayan pidiendo pista y vayan empujando. Y si están mejor, la experta quedará en la esperando y jugará el joven. Y eso es parte de el crecimiento y la competencia sana. Así lo veo yo. Y con respecto al grupo, tienen creo que una convivencia cordial. No hay que forzar situaciones. Dicho por por el psicólogo de la selección (NdeR: Juan Manuel Brindisi), que habla mucho y adentro se las ve muy unida.

-¿Viaja el psicólogo al Mundial?

-Sí, viaja. Le hago un montón de preguntas. Soy mucho de respetar los estudios y las profesiones del cuerpo técnico. A veces va todo tan rápido que uno le hace una corrección a una jugadora desde la pasión. Y después se va viendo la otra parte, desde lo psicológico, para que el grupo esté bien. Pero la verdad es que estas jugadoras son unas guerreras, es admirable su dedicación, su predisposición. Hacen cosas para poder jugar que a veces desde afuera no se ven, lo han hecho desde hace muchos años y lo hacen ahora. Por eso que la FIFA ahora les reconozca lo económico es un premio al alma.

La organización le pagará 30.000 dólares a cada jugadora que participe de la fase de grupos. Si acceden a instancias superiores, el monto se incrementará. Una futbolista campeona del Mundial se llevará en total 270.000 dólares. 

Portanova, un "soldado de Dios"

"Mi vínculo con Dios es algo que realmente lo siento. En Cerro Porteño, allá por el 98, 97, conocí a mi amigo Sergio Recalde (NdeR: Guaraní Antonio Franco, Newell's, entre otros). El me hizo conocer la Biblia de la Palabra de Dios, escrita por hombres inspirados por Dios. Y de alguna manera me cambió la vida. Creo que conocer a Dios y estar cerca de él hace que uno pueda descansar ante las dificultades, ante los acontecimientos. Pero Dios lo es todo para mí, todo depende de él. Él es el que me llevó a distintos lugares en mi carrera futbolística. Es el que me llevó a UAI Urquiza para formarme como entrenador. Y él es el que me trajo a la Selección para intentar darle un sello desde lo futbolístico y desde lo laboral y desde la persona", se abre Portanova.

El entrenador de Argentina es Portanova para los medios ahora que el foco está puesto en el Mundial femenino. Pero para quienes siguen el día a día de la selección y de la actividad del fútbol femenino en el país Portanova es "Germán". Cálido, cercano, generoso; con las jugadoras y también con las periodistas (la mayoría mujeres) que difunden el deporte. En su palabra es recurrente la referencia a Dios.

-¿Qué cambió en tu vida desde que descubriste a Dios?

-Dios te lleva creo que a las mejores cosas. A una vida sana, una vida de familia, una vida cerca de Dios. Hay situaciones, por ejemplo, ahora trabaja, se empeña, quiere que el equipo juegue bien y en un cierto momento ya está. O sea, depende. Hay que descansar en Dios y depende de lo que él decida. En situaciones límites. En el fallecimiento de mi madre, por ejemplo. Mi madre tuvo cáncer de pulmón y nosotros íbamos a la clínica con mi hermana. De repente Dios decidió que su corazón termine y bueno fue su voluntad.  Lo tomo desde ese lugar, la visión que te da tranquilidad. Nosotros acompañamos hasta lo último, pero Dios decidió que no sufra más, que que no esté más en una cama. Y bueno, la visión de ese otro lugar creo que tranquiliza. Hay situaciones o enfoques que uno puede decir: 'Mirá, perdí 2-0 y está todo mal'. O puede decir: 'Perdí 2-0. Voy a capitalizar, voy a dar vuelta la página y voy a aprender de esa derrota'".

"Yo leo la Biblia, No soy de una religión, siempre lo digo. Soy de Dios. Soy un soldado de Dios", aclara Portanova.

-¿Cuánto ocupa el Mundial en tus oraciones en el último tiempo?

-Todos los días le pido a Dios, la verdad. Le agradezco mucho también porque tal vez no merezca tanto de lo que él me da. Pero sí me esfuerzo mucho para enaltecerlo a él. También lo que puede ser mi trabajo. El sabe qué es lo que deseo, pero bueno si no llegara a suceder, como aconteció con mi madre, ¿no?; lo daré todo, todas las herramientas que desde mi lugar puedo brindarles a las jugadoras. Iremos a jugar estos tres partidos con el corazón y también con mucho trabajo y convencimiento, pero si no se da es su voluntad y va a ser aceptada. Seguimos adelante, esto no termina.