Vamos ya para nueve años sin el "Rey de Pop". Michael Jackson murió en junio de 2009 pero su música, su estilo, sus movimientos; en definitiva, su impronta, sigue bien presente. Su trayectoria –entiéndase esto como la suma de vida y trabajo– jamás dejó a nadie indiferente y aun a día de hoy resuenan sus ecos. Con Michael, el mainstream –entiéndase esto como la masa crítica que puebla el Planeta Tierra– encontró un líder; un referente cultural que de algún modo guió la cultura global, la conectó, y le dio una banda sonora. Además, en tanto que artista, su música sigue estando tan fresca como sus bailes. Los últimos trabajos de Pharrell Williams; Daft Punk o David Guetta así lo demuestran. Tampoco su bailes han perdido fuelle, pues están en la base de la mayoría de coreografías. En tanto que personaje público, con él se acabó la privacidad. Claro que hubo gente famosa (¡y mucho!) antes que él, pero su vida era motivo de interés. Así, sin más. Cualquier paso que daba era analizado al detalle y al minuto. Y hablamos de un tiempo en el que ni se sospechaba qué era una red social. Hoy en día sería mucho más sencillo de conseguir (YouTube mediante), pero ya han pasado más de tres décadas desde que aquel mocete negro dejó a sus hermanos y emprendió el camino en solitario.

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Michael Jackson junto a Quincy Jones en la gala de los Grammy. Getty Images

El fenómeno "disco" fue la gran sensacion de los 70. Lo fue todo y más; pero sinceramente, tras una década de podiums, bolas de discoteca y brazos estirados en diagonal apuntando al cielo, aquello no podía dar más de sí. Por lo que la entrada en 80 se vio perdida, sin rumbo; a falta de un nuevo estilo que fascinara al personal, y un Mesías que lo encabezara. La industria se movía torpe y lenta entre las ruinas del punk y los exclusivos y selectos altares del techno. Nada terminaban de enganchar. Lo uno por viejo, y demasiado trillado ya; lo otro por insólito, un producto demasiado chic. Westlake Recording Studio se alzaba como un oasis en mitad del desierto. La discografía que había lanzado Off The Wall ( 1979 ) era considerada poco menos que el oráculo. Y emitió su veredicto.

Michael Jackson y Quincy Jones habían conseguido poner a público y crítica de acuerdo: Off The Wall había sido todo un bombazo. Al unísono, la prensa y los fans, claudicaron en favor del álbum, lo que lo convertía en una excusa de lujo para repetir (si no superar) el cometido. Thriller no empezó convenciendo al propio Michael, pero tras varios arreglos, ajustes y decisiones acertadas, el álbum se resumió en nueve temas que se apoyaban en cuatro grandes patas. Beat It era el tema rock, Humane Nature una balada sublime, Wanna Be Startin’ Somethin’ el tema bailable de r&b, y por último: Thriller, un tema que iría acompañado de un gracioso video. Ok, el plan parecía encajar.

Y llegó noviembre de 1982, la fecha del lanzamiento. Junto a Paul McCartney, el primer single: The Girl is mine. Después vino Beat It, con un fantástico solo de guitarra de Eddie Van Halen. Y bueno, bien; pero desde luego aquello distaba años luz de ser un nuevo bombazo. 1983 entró en los calendarios y con él Billie Jean. La cosa empezó a tomar otro color. Una espectacular intro con un bajo prodigioso, unos toques de sintetizador y los deslices vocales de Michael. A la canción no se le podía pedir más. Y tanto color alcanzó que terminó madurando, y cayó por su propio peso. Y John Landis recibió un buen día la llamada de Jacko. El director de Blues Brothers (1980) y El príncipe de Zamunda (1988) aceptó la oferta de Michael Jackson, quien se había encandilado de su película An American Werewolf in London (1981) y quería repetir cometido para el vídeo de Thriller. ¿Qué se podría decir hoy de Thriller que no haya sido dicho ya mil millones de veces antes? Una chica, una sala de cine y una peli de terror. Michael Jackson convertido en un licántropo bailarín, con una chupa de piel en color rojo –obra de Deborah, la esposa de Landin– que hoy es todo un icono, y seguido por una manada de terroríficos monstruos perfectamente coreografiados.

900.000 dólares era la suma total del video, contando las partidas para el rodaje, los efectos especiales en posproducción y los diez días de ensayos previos. MTV costeó una parte, Showtime otra, y todo el resto fue adelantado por Michael Jackson. Esto sí que fue el antes y el después, porque si Off The Wall consiguió vender 20 millones de copias, Thriller rebasó los 100. Y es que claro, uno disco fue lanzado en la era pre-MTV, y el otro fue la gran baza del canal para su estreno en antena. Ambos se beneficiaron mutuamente; una simbiosis perfecta entre cantante y canal de televisión. Día y noche, de lunes a domingo, MTV pasaba los vídeos de Michael Jackson, con lo que la gente enloquecía frente a las pantallas. 27 semanas en el número 1 (¡ahí es nada!). También la cadena sacaba rédito de aquella propaganda, pues era la “casa amiga” de Michael con tan solo un año de vida. El "Rey" estaba de su lado, y así, unos y otros salían beneficiados. Y la pelota iba haciéndose grande. Y de nuevo, Thriller en antena en hora punta. “Estaba guapo, feliz, relajado; cantando y bailando como nunca. No le importaba nada ni nadie, sólo el aquí y el ahora” –declaraba el director Spike Jonze al International New York Times con motivo del treinta aniversario del video.

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Michael Jackson y Diana Ross. © Getty Images

Parece que algo está cambiando de nuevo en la industria. El trabajo de Romain Gavras para M.I.A. (Bad Girls) o cualquiera de los vídeos de Chris Milk así lo insinúan, aunque lo que es innegable que lo que ya ha cambiado son las reglas del juego. Hoy en día, de la noche a la mañana, un video como el Gangnam Style de Psy se convierte en viral. Y ni es especialmente bello, ni relevante (aunque los límites de la relevancia podrían ser un buen tema a debatir). Pero Thriller sí lo fue. Relevante, influyente, mítico y único (o por lo menos el primero) de su especie. Y si no, a ver quién consigue reunir a Marlon Brando, Jackie O, Fred Astaire, Prince y Diana Ross para asistir al pase privado del video. Después lo estrena en un cine y lo mantiene como tráiler. Y de remate consigue que MTV replique la première, a bombo y platillo, para todo el mundo. Pues nadie más que él, que por algo fue el Rey.