La muestra, que se inaugura este viernes, consta de una docena de obras, alegres y luminosas en su mayoría, que son un canto a la vida. Y es que, como los grandes fotógrafos de todos los tiempos, Alicia Benavente es capaz de transformar lo cotidiano en arte.
La de El Rinconcito es la primera exposición de Alicia Benavente, aunque la fotógrafa tiene ya experiencia en muestras colectivas. Así, la artista ha colgado su obra en la Posada de los Portales y ha participado en la última exposición del Grupo Téchne.
La fotografía llegó a esta profesora de Inglés de la UCLM como afición a través de su padre, “hace diez años hice un curso y a partir de ahí fui explorando distintas técnicas y adquiriendo material”. Fue un paso del Rubicón que hizo que la fotógrafa empezase a salir por su cuenta y “hasta ahora”.
Como se aprecia en “Vidas anónimas”, la figura humana es el leitmotiv de la obra de Alicia Benavente “las personas me llaman la atención”. Es por ello que suele hacer “mucha fotografía callejera”, lo que significa “un reto para la artista”, dado que “tienes que encontrar el sitio y la persona o las personas que te digan algo”.
La artista acomete la fotografía callejera sin red, “no preparas nada, tú vas por cualquier sitio y si te encuentras alguna persona o situación que te llame la atención disparas la cámara”. Lo que intenta Benavente es contar ese momento, a través de la fotografía, “quiero capturar el instante que me ha capturado a mí”. Tomelloso, Madrid, Francia o Bélgica son los lugares que ha registrado Alicia Benavente en sus instantáneas.
Le parece “fácil”, nos cuenta, capturar lo natural, “lo que me parece difícil es poner a una persona delante de la cámara y darle instrucciones. Creo que así no saco la esencia de la persona ya que, por regla general, si nos sentimos observados, nos cohibimos”. La foto más antigua de las que enseña la artista en El Rinconcito está hecha en Tomelloso, durante la pandemia —es, precisamente por estar registrada en ese momento, la única en blanco y negro— y Alicia Benavente continúa saliendo a la calle con la cámara para capturar momentos de las vidas anónimas de la gente con la que se encuentra.