Dinamarca

Los 15 imprescindibles para ver en Copenhague.

Son muchos los motivos que hacen de Copenhague una ciudad que no debería faltar en el itinerario de cualquier viajero. No solo porque es la capital de Dinamarca, uno de los países más felices del mundo según la ONU, sino también porque es una ciudad hermosa para visitar, recorrer, disfrutar y aprender. Copenhague es una ciudad que vive al ritmo de la bicicleta y disfruta de la vida hygge. Sus coloridas calles, sus edificaciones, el puerto, las cafeterías y fundamentalmente su atmósfera acogedora no decepciona a ninguno. Para que puedas vivir al máximo tu visita a la capital danesa, a continuación te detallo 15 actividades para ver y para hacer en Copenhague.

Si tienes pocos días para visitar Copenhague, te invito a leer el artículo “Qué hacer en Copenhague en dos días”.

1. Qué ver en Copenhague: Pasear por el barrio de Nyhavn.

Sin duda, si se busca la palabra Copenhague en Google, lo primero que aparece es la imagen del canal Nyhavn con sus casitas de colores. Y no es para menos. Nyhavn es un paseo muy bonito, digno de postales, donde encontrarás muchos restaurantes y cafeterías, rodeados de una atmósfera increíble.

Este puerto nuevo (por su significado en Danés) en realidad tiene cerca de 350 años. Fue enviado a construir por el Rey Christian V en 1670 como puerta de entrada para los barcos a la antigua ciudad. El movimiento en el puerto trajo como consecuencia que marineros, trabajadores y visitantes temporarios frecuentaran el lugar. La intención era buscar pubs y bares donde conseguir comida, cerveza y “compañía femenina”. Desde entonces Nyhavn, además de puerto, se transformó también en la zona roja de Copenhague.

Nyhavn Copenhague
El puerto de Nyhavn

Sin embargo, a medida que los barcos mercantes se hicieron más grandes, y el desarrollo del transporte terrestre creció, Nyhavn perdió relevancia y movimiento. Por ese motivo, en la década del 60, se creó la Sociedad Nyhavn dedicada a la revitalización del lugar. En conjunto con la ayuda de la alcaldía, la zona roja se desplazó del lugar. Finalmente en el año 1977 el alcalde inauguró nuevamente Nyhavn como puerto museo.

Hoy en día es un paseo muy concurrido por turistas y locales, pero con una ambiente relajado. Se puede disfrutar de buenos lugares para comer, tomar café y escuchar música en vivo (generalmente en verano). Incluso se puede visitar alguno de los barcos que son museos, como el XVII Gedser Rea, o también se pueden realizar excursiones por el canal. 

Realmente Nyhavn con sus antiguas casas de colores, los barcos reposando en el canal y su variedad de restaurantes, hacen que sea un lugar imprescindible para ver en Copenhague. Eso sí, hay que estar preparado a gastar mucho si se decide por consumir algo.

2. Qué ver en Copenhague: Rådhuspladsen y la plaza del ayuntamiento.

Es una de las plazas principales de Copenhague donde siempre hay movimiento, es lugar de encuentro para las celebraciones, eventos o manifestaciones. Antiguamente era la plaza donde se encontraba el mercado de heno, y una de las puertas de entrada a la ciudad.

Un dato curioso de la plaza, en el juego Monopoly, el Rådhuspladsen es el lugar más caro. 

Hoy en día, en la plaza podremos ver el monumento a Hans Christian Andersen, el escritor danés de varias fábulas infantiles como La sirenita o El patito feo, y a quien se lo considera como hijo pródigo de Dinamarca. También se encuentra el Ayuntamiento de Copenhague. Edificio que fue inaugurado en 1905, luego de ser reconstruido debido a que un gran incendio en la ciudad que destruyó el antiguo edificio. El ayuntamiento se puede visitar, e incluso se puede subir a su torre del reloj. 

Copenhague Termómetro torre Rishshuset
Torre Rishshuset

Otro edificio particular que podemos disfrutar en Rådhuspladsen es el que se encuentra en la esquina de el H. C. Andersen Blvd. con Vesterbrogade. Este edificio cuenta con la torre Rishshuset que cumple la función de termómetro gigante. Si si, termómetro gigante, ya que indica mediante luces la temperatura en Copenhague. Pero lo más llamativo es “la chica del clima”, la Vejrpigerne. Dos esculturas de una misma chica, una montando una bicicleta y la otra con un paraguas. Dependiendo del pronóstico del clima se puede ver una o la otra. Sin embargo, en mi caso, cuando visité la ciudad no estaba en funcionamiento y se veían las dos al mismo tiempo. 

Por lo tanto, estando en Copenhague, la plaza de Rådhuspladsen puede ser un buen lugar para empezar a recorrer la ciudad. De hecho, la peatonal Strøget comienza desde este punto así como también la mayoría de los free walking tour.

3. Qué ver en Copenhague: Strøget. Pasear por la calle peatonal más larga de Europa.

Stroget Dinamarca Europa

Desde la plaza de Rådhuspladsen hasta la plaza Kongens Nytorv, la calle Strøget ostenta el título de ser la peatonal más larga de toda Europa. 

En principio, Strøget era una calle muy transitada por los autos sin embargo, en 1962 fue cerrada al tránsito por Navidad y así permaneció hasta la actualidad. Tanto fue el éxito que también se anexaron como peatonales algunas de las calles aledañas, Frederiksberggade, Østergade, Nygade, Vimmelskaftet, Amagertorv. Hoy en día se calcula que en verano circulan aproximadamente 250.000 personas por día, y en invierno unas 120.000.

La peatonal Strøget está repleta de tiendas para todos los gustos, y para todos los presupuestos. Desde las más importantes como Louis Vuitton, Armani, Gucci o la famosa Porcelana Royal Copenhagen hasta tiendas de souvenir donde comprar cualquier tipo de recuerdos. Pero no solo es lugar de tiendas, además encontraremos gran variedad de restaurantes, bares y cafés que tanto en verano como invierno generan un movimiento constante de personas.

Si estamos en Copenhague es difícil que no pasemos por Strøget más de una vez. Es el corazón de la ciudad, donde la vibra y la atmósfera es sumamente acogedora e invita a recorrerla de punta a punta. 

Copenhague es una de las ciudades más preparadas del mundo para circular en bicicleta. Te recomiendo un tour por la ciudad con guía en Español andando en Bicicleta. Reserva tu lugar haciendo click aquí.

4. Qué ver en Copenhague: Disfrutar la ciudad desde las alturas de Rundetårn.

Muy cerca de la peatonal Strøget, doblando hacia el norte, en la calle Købmagergade, encontramos el Rundetårn o la Torre redonda.

En el siglo XVII, Christian IV envío a construir una torre que se utilizaría como observatorio astronómico y formaría parte del Trinitatis Complex. Una serie de tres edificios entre los que se encuentran también una biblioteca y una iglesia para los estudiantes universitarios.

Rundetårn Copenhague
Torre redonda Rundetårn

Hay dos cuestiones que son llamativas del Rundetårn. Primero, ostenta el título de observatorio astronómico más antiguo de Europa. Y segundo, que para subir a la cima hay que caminar una rampa en espiral de 209 mts que gira siete veces y media hasta llegar a una pequeña escalera final.

La torre mide 35 mts de alto. Realmente no es mucho, pero como Copenhague es llano y los edificios del centro son bajos, entonces se pueden obtener vistas 360˚ muy bonitas de la ciudad entera. 

Cuenta la leyenda que el día de inauguración de la torre, el Rey Christian subió hasta lo alto de la torre montando su caballo. Sin embargo, la realidad es que la torre tiene dicha arquitectura para facilitar el traslado de los materiales astrológicos hasta la cima mediante carros.

Entre otras cosas, en la misma torre podremos encontrar un gran telescopio, una galería de exposiciones y un pequeño museo de la torre.

Entrar a la torre vale entre 5DKK y 25DKK dependiendo de la edad. Con la Copenhagen Card el ingreso es gratis.

5. Qué ver en Copenhague: Probar la comida típica danesa. Comer un smørrebrød y un øllebrød en Torvehallerne.

La realidad es que los daneses no se caracterizan por tener gran variedad de comidas típicas. Sin embargo, si nos preguntamos qué comer en copenhague, no podemos irnos de Copenhague sin probar los smørrebrød o el típico øllebrød.

smørrebrød
smørrebrød

Los smørrebrød consisten en una rebanada de pan, generalmente negro, untada en mantequilla, y con variedad de productos fríos por encima. Puede ser carne, pollo, pescados, verduras, fiambres o una infinidad de posibilidades más. En cuanto al øllebrød, es una gacha o polenta hecha de trozos de pan de centeno y hervida en cerveza. Antiguamente esta comida era muy típica en las familias danesas, donde en cada casa existía una gran olla en la que se colocaban los restos de pan junto con la cerveza y se cocina por varias horas. 

Para probarlos, existe un mercado muy cerca de la torre redonda, sólo a unos metros de la estación Nørreport, que se llama Torvehallerne Copenhague. Es un ambiente muy agradable donde podemos pasear por dos grandes galerías repletas de negocios de comida para todos los gustos. Se puede decir que son más de 60 negocios con productos bien frescos de todas la variedades como vinerias, chocolaterías, negocios de aceites, de té, de especias, de frutas, y verduras e incluso panaderías.

Pero no solo hay negocios para comprar alimentos, también hay variedad de lugares para comprar comida lista para llevar y disfrutar, o incluso para comer en la misma barra del local. Las posibilidades son muchas, comida italiana, mexicana, argentina, y por supuesto, comida local donde podemos comer los típicos smørrebrød.

6. Qué ver en Copenhague: La estatua de La Sirenita.

El monumento a La Sirenita, personaje de una de las fábulas de Hans Christian Andersen, es una estatua de bronce de no más de un metro de altura que posa sobre una gran roca frente al mar. Muchas veces las personas llegan con grandes expectativas y terminan sintiéndose un poco decepcionadas. Pero la verdad, la estatua tiene el título de ser el monumento más visitado de toda Dinamarca e icono de la ciudad. Por esta razón se transforma en un imprescindible para ver en Copenhague y así poder decidir por nosotros mismos que nos parece.

La sirenita Copenhague
La Sirenita

La estatua fue creada a principios del siglo XX por el escultor Edvard Eriksen pero fue objeto de muchos actos de vandalismos (fue mutilada, disfrazada, pintada, etc), por lo que no es la original ya que tuvo que ser refaccionada varias veces. La primer Sirenita fue donada por otro de los hijos pródigos de Copenhague, el empresario y creador de la Cerveza Carlsberg, J.C. Jacobsen.

La estatua se encuentra siempre llena de turistas, posando y sacando fotos. Lo más recomendable es visitarla a primeras horas de la mañana y así estar más tranquilos. Después se puede seguir el recorrido por otros atractivos cercanos a la Sirenita.

Pero para no dejar a nadie afuera, desde el año 2012, La Sirenita no está sola en la ciudad. Este mítico personaje tiene pareja enfrente la casa de la Cultura de Elsinore y lo bautizaron “Él”. Es una estatua muy parecida a la Sirenita pero mucho más moderna que hasta incluso pestañea cada hora. 

7. Qué ver en Copenhague: Dar un paseo por el Kastellet.

Luego de visitar a La Sirenita, y de camino de vuelta al centro, podemos entrar al Kastellet (ciudadela en danés), una de las antiguas fortificaciones de Copenhague.

Es una pequeña ciudad fortificada de siglo XVII muy bien conservada, donde podremos observar algunos de sus antiguos edificios. La iglesia de estilo barroco, la vieja prisión, o un bonito molino de viento al estilo holandés. Y sin dudas, en días de sol, podemos disfrutar de un hermoso parque verde.

8. Qué ver en Copenhague: Visitar el teatro de la Ópera y sacarle una linda foto.

Continuando por la ribera, luego de pasear por el Kastellet, podemos llegar hasta el parque Ameliahaven. Desde el parque vamos a poder ver el hermoso y moderno edificio de la Ópera de Copenhague en la ribera de enfrente. 

Es un edificio moderno ya que fue inaugurado en el 2005, el cual es casa de la Real Ópera danesa. Sin embargo, si ya vimos el teatro de la ópera de Sydney, Australia, o el de Oslo, Suecia, éste de Dinamarca no logrará deslumbrarnos. De todas formas, es un edificio muy bonito e impresionante, y nos queda de camino al centro. 

9. Qué ver en Copenhague: Visitar el Palacio de Amalienborg y disfrutar el cambio de guardia.

Palacio de Amalienborg Copenhague
Palacio de Amalienborg

El Palacio de Amalienborg es la residencia de invierno de la familia real y es bastante particular. Son cuatro edificios, distribuidos en forma circular alrededor de una gran plaza, y en el centro se distingue el monumento a Frederik V.

Originalmente los edificios del palacio no fueron construidos para la realeza sino que pertenecían a familias de la aristocracia danesa. El gran incendio en Copenhague de 1794, el cual destruyó gran parte de la ciudad incluyendo el entonces Palacio Real, obligó a la familia real a mudarse a nuevo lugar. El improvisado hogar elegido por los Reyes daneses fue el Palacio de Amalienborg, aunque desde entonces se transformó en su residencia definitiva de invierno.

De los cuatro edificios solo se pueden visitar dos, el Palacio Christian VII o Palacio Moltke, y el Palacio Christian VIII o Palacio Levetzau donde se encuentra un museo de la historia de la familia real. En otro de los Palacios, llamado Christian IX o Palacio Schack, actualmente vive la reina en invierno. Y finalmente en el cuarto Palacio, Frederik VIII o Palacio Brockdorff, vive el heredero al trono.

Los días y horarios para visitar los palacios varía en invierno y verano por lo que es recomendable chequear primero en la página web. Y el valor de la entrada es de 65 DKK a 95 DKK dependiendo la edad.  

Cambio de guardia.

Así como en otras ciudades del mundo como Londres o Praga, otra de las actividades que se puede hacer, y gratis, al visitar el Palacio de Amalienborg, es disfrutar del cambio de guardia. Hay diferentes cambios dependiendo qué miembro de la realeza se encuentre en el Palacio. Podemos presenciar, la “guardia real”, la “guardia del teniente” o la “guardia de palacio”.

Palacio de Amalienborg cambio de guardia Copenhague
Cambio de guardia

Por lo tanto, todos los días a las 11:30, y siempre que algún miembro de la realeza se encuentre en el palacio, un grupo de soldados sale marchando desde el Palacio de Rosenborg, vestidos en su típico uniforme militar, hasta el Palacio de Amalienborg. Una vez allí, permanecen formados por un largo tiempo mientras la banda militar interpreta varias canciones. 

Para saber qué miembro de la realeza se encuentra en el palacio, solo necesitamos mirar al techo de Brockdorff y observar que bandera es la que flamea; el estandarte real, la bandera del heredero al trono, la bandera del regente o la bandera de la casa real.

Independientemente cual sea el cambio de guardia que nos toque, siempre es un espectáculo muy agradable y entretenido para disfrutar. 

10. Qué ver en Copenhague: La Iglesia de Mármol en Copenhague.

A pocos metros del Palacio de Amaliemborg se encuentra la iglesia de culto luterano Frederiks Kirke, o también conocida como la Iglesia de Mármol. Esta iglesia de 270 años de antigüedad es una de las más bonitas para ver y de las más visitadas en la ciudad de Copenhague.

Iglesia de Mármol Copenhague
Iglesia de Mármol

En 1749 el Rey Federico V envío a construir la iglesia en conmemoración de los trescientos años de reinado de la familia Oldemburgo. Sin embargo, la construcción se vio interrumpida en 1770 debido a los altos costos que implicaban los planos originales (los cuales incluían dos torres laterales que nunca se construyeron). Además, el nuevo rey Christian VIII no deseaba continuar financiando el costoso proyecto. Finalmente, un siglo después, el empresario Carl Frederik Tietgen aportó los capitales necesarios para terminar la obra pero ya no de acuerdo a la idea original. La iglesia terminaría adoptando un estilo Barroco. 

Frederiks Kirke se caracteriza por su enorme cúpula de 31m de diámetro (la más grande de toda Escandinavia) inspirada en la basílica de San Pedro en el Vaticano. La cúpula es sostenida por 12 columnas de mármol (el proyecto original consistía que la iglesia entera sea de mármol) y por eso el nombre.

Se puede ingresar gratis a la iglesia siempre y cuando no se esté celebrando algún servicio religioso. También se puede subir a la cúpula y tener buenas vistas de Copenhague aunque los horarios no son fijos y hay un límite diario de visitantes. El valor de la entrada es de 35DKK para adultos y 20 DKK para niños menores de 18 años.

11. Qué ver en Copenhague: Disfrutar del Castillo y los jardines de Rosenborg.

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El Castillo de Rosenborg fue construido como residencia veraniega del Rey Christian IV en 1606 aunque no fue hasta el año 1624 que se finalizó por completo. Sin embargo, luego de la muerte del rey, el castillo fue poco utilizado como residencia real excepto por dos ocasiones. La primera cuando el incendio de 1794 destruyó el Palacio de Christiansborg original, y la segunda cuando la flota Británica atacó la ciudad de Copenhague en 1801.

El Castillo no es de los más grandes, particularmente su forma es más larga que ancha, sin embargo es muy bonito para ver con sus ladrillos color rojo y sus techos de color verde. Lo que más destaca del castillo son los jardines a su alrededor llamados los jardines del Rey. De hecho, los jardines fueron los primeros en diseñarse antes que el propio Palacio. Son realmente dignos de ver.

Actualmente se puede visitar el interior del Castillo de Rosenborg y disfrutar del museo. Entre las exhibiciones se encuentran las colecciones de arte reales, incluyendo las joyas de la corona danesa. También se puede visitar varias de las salas del castillo, entre ellas los aposentos del Rey Christian IV y el salón rojo.

El valor de la entrada es de 105 DKK para adultos y es gratis para menores de 17 años. Los estudiantes pagan un valor reducido de 70 DKK, y si tienes la Copenhague card, la entrada es gratuita. También existe la posibilidad de combinar las entradas al Palacio de Amalienborg y al Castillo de Rosenborg por 145 DKK.

12. Qué ver en Copenhague: Disfrutar de los Jardines Tivoli como un niño.

A diferencia de lo que puede entenderse por su nombre, los Jardines Tivoli son un parque de diversiones muy antiguo. De hecho es uno de los primeros en el mundo y el segundo en Dinamarca después del Bakken. El nombre proviene de la ciudad Italiana Tivoli donde se encuentra una de los jardines más bonitos del renacimiento.

El parque abrió sus puertas por primera vez en 1843 con tan sólo un carrusel y una montaña rusa. Fue inaugurado por Georg Carstensen quien le alquiló las tierras, en ese momento a las afueras de la ciudad, al Rey Christian VIII convenciéndolo que “un pueblo cuando se divierte no piensa en la política”. Luego, con la ampliación de la ciudad gracias a la construcción del ayuntamiento de Copenhague y la estación central Københavns, el parque sin quererlo se quedó ubicado en el centro de la ciudad. 

Jardines Tivoli

Dentro del parque se puede encontrar todo tipo de atracciones, desde montañas rusas, juegos de caída libre, sillas volante, hasta una noria gigante. También hay juegos más tranquilos para los que prefieren mantenerse al ras del piso. 

Otro aspecto interesantes del parque son algunas de sus atracciones. Por ejemplo el Castillo de Valhalla que nos permiten descubrir un poco más la mitología nórdica. O también podemos divertirnos con las fábulas de Hans Christian Andersen en el juego de las maletas volantes. 

Pero eso no es todo, también se puede disfrutar de espectáculos, ferias, tiendas y restaurantes, pudiendo elegir entre comer en un barco flotante, en una pagoda China, en un Palacio árabe o simplemente en alguno de sus food trucks. Todo con una estética que se mantiene desde sus orígenes, como su gran entrada, pero que aún así no deja de maravillar a todos.

Visitar el Tivoli.

Hoy en día los Jardines Tivoli es una de las mayores atracciones y emblema de la ciudad de Copenhague con más de cuatro millones de visitantes al año. Incluso muchos daneses cuentan que Walt Disney lo visitó y se inspiró para crear Disney World. Realmente es un parque que vale la pena visitar y disfrutar, tanto para niños como para grandes por igual.

El parque se puede visitar en tres temporadas:

  • Abril a Septiembre. Temporada regular.
  • Mediados de Octubre a principios de Noviembre. Decorado al estilo Halloween.
  • Mediados de Noviembre a finales de Diciembre. Decorado de navidad.

El horario es de 11hs a 23hs de Domingos a Jueves y de 11hs a 00hs los Viernes y Sábados, por lo que es una actividad muy bonita para terminar el día.

El Valor de la entrada solamente es de 100 DKK a 160 DKK dependiendo el día pero para subir a las atracciones hay que pagar por separado. Con la Copenhague card, la entrada se encuentra incluida. 

13. Qué ver en Copenhague: Visitar el Parlamento en el Palacio de Christiansborg.

Palacio de Christiansborg
Palacio de Christiansborg

El Palacio está ubicado en el islote de Slotsholmen muy cerca de los Jardines Tivoli, el Ayuntamiento de Copenhague y el Museo Nacional de Dinamarca. Es un Palacio sencillo en comparación a muchos otros pero muy bonito, tanto en el exterior como su interior. Lo que más se destaca es su torre de 106 m de altura desde donde se pueden conseguir una vistas de la ciudad de Copenhague muy lindas. Además cuenta con la particularidad que es el recinto donde conviven los tres poderes de Dinamarca, el poder ejecutivo, el legislativo y el judicial. Algo totalmente único en el mundo.

La historia de este palacio es bastante peculiar y trágica al mismo tiempo. El Palacio fue reconstruido tres veces en el mismo lugar a lo largo de la historia.

La primer versión fue el “Castillo de Absalón” en el siglo XII, construido por el poderoso obispo Absalón. Sin embargo, en 1369, la Liga Hansa destruyó el Castillo y sobre sus ruinas se construyó el nuevo castillo llamado “Castillo de Copenhague”. Esta nueva fortaleza vivió casi 350 años, aunque por lo que se sabe, se consideraba como la residencia más pobre de toda Europa para un monarca. Este “título” hizo que el Rey Christian VI decidiera destruirlo en 1728 y construir el palacio más lujoso de toda Dinamarca. 

El nuevo palacio llamado “Christiansborg” fue finalizado en 1740 aunque su vida fue corta, El gran incendio en Copenhague de 1794 destruyó por completo el Palacio obligando a la realeza a adoptar como nueva residencia el Palacio de Amalienborg.  Sin embargo, la obstinación de los Daneses llevó a construir nuevamente el Palacio de Christiansborg en el mismo lugar. 

Esta nueva versión del palacio tampoco estuvo librada de catastróficos eventos. Un incendio en 1884 destruyó parte del Palacio dando lugar a una nueva reconstrucción. La versión final del Palacio de Christiansborg y que hoy podemos ver es de 1928, sin embargo, nunca más fue residencia real.

Qué ver en el palacio.

El Palacio tiene muchas cosas para ver. Se puede recorrer el interior y disfrutar de las diferentes salas, la sala del trono, la sala de los caballeros, las escaleras reales, los aposentos de Christian IX y la muy bonita biblioteca de la reina. Además se puede visitar las caballerizas (sobrevivientes a los dos incendios), la capilla Real y las ruinas de los antiguos castillos. Sin embargo, eso no es todo. También se puede ingresar gratis a la sala del parlamento durante las sesiones parlamentarios.

Los precios varían de 50 DKK a 150 DKK dependiendo de la edad y las zonas que se quiera visitar del Palacio, pudiendo combinarse entre varias. Los horarios también varias de acuerdo a la época del año que nos encontremos pero en general es de 10hs a 17hs.

14. Qué ver en Copenhague: ¿Viajar a otro país dentro de Dinamarca? La ciudad libre de Christiania.

Pueblo libre de Christiania
Pueblo libre de Christiania

¿Porqué viajar a otro país dentro de Copenhague? Porque en el corazón de la capital danesa existe la autodenominada “Ciudad libre de Christiania”. Es un espacio de 34 hectáreas ubicado en el barrio de Christianshavn donde una comunidad autogobernada cercana a los 1000 habitantes se proclama independiente de Dinamarca.

Christiania llama tanto la atención que se transformó en uno de los mayores atractivos de Dinamarca, siendo uno de los lugares más visitados del país compitiendo con La sirenita o los Jardines Tivoli. Pero ¿qué es lo que llama tanto la atención?

Son varios los motivos. En principio la venta y consumo de drogas blandas dentro de Christiania está “permitido” (aunque desde el 2004 ya no legalmente). Incluso se puede ver cómo la gente tiene sus propias huertas en la que cultivan sus plantas. Segundo, su estilo de vida está muy marcado por la cultura hippie, donde sus habitantes proclaman por una vida sustentable. Por este motivo al caminar por sus calles encontraremos lo que a nosotros nos parecería “chatarra” pero realidad solo es material para reciclar, pudiendo transformarse en macetas, sillas, mesas, o incluso materiales para construir sus casas (como la casa de cristal).

Cómo nació Christiania.

La historia de la Ciudad libre de Christiania tiene casi ya 50 años. En 1971 un grupo de padres ocupó unos terrenos militares abandonados con el objetivo de conseguir un espacio para que sus hijos pudiesen jugar. A partir de ese momento el partido político anarquista Provo comenzó a ocupar los terrenos con el objetivo de crear un comunidad basada en sus principios pacifistas, la lucha contra la contaminación y a favor de la legalización de la marihuana.

Desde entonces la relación entre la comunidad de Christiania con el gobierno danés ha tenido varias idas y vueltas. En 2004 prohibieron la venta y consumo de marihuana (hasta el momento era legal en la ciudad) debido a su creciente tráfico. En el 2012 permitieron a los habitantes comprar los terrenos y así legalizar la ocupación (aunque en realidad los terrenos pertenecen a la comunidad). Y, al día de hoy, la relación sigue en discordia, incluso la policía realiza algunas redadas para controlar el tráfico de drogas.

Visitar la ciudad de Christiania es algo que tenemos que hacer si estamos en Copenhague. No porque nos sorprenderemos con lo “estético o bonito”, sino porque conoceremos algo totalmente diferente, algo que es interesante de entender cómo vive y piensa la gente de la ciudad. Además por su calle principal “Pusher” encontraremos varios negocios (los productos son más baratos porque no se paga impuestos), ferias, bares, cafeterías, exposiciones, e incluso en verano hay muchos eventos y recitales en su plaza central.

También se pueden hacer algunos tours guiados por la ciudad y aprender más a fondo sobre Christiania y su gente. 

Finalmente, luego de pasear por algunas horas en Christiania, como dice su cartel al salir, “podemos volver a Copenhague y entrar nuevamente a la Unión Europea”.

15. Qué ver en Copenhague: La opción para los días de lluvia. Conocer el Museo Nacional de Dinamarca.

No es raro que en Copenhague llueva, pero eso no es problema, para esos días también hay actividades para hacer en la ciudad. Una buena opción es visitar el Museo Nacional de Dinamarca (Nationalmuseet en danés) y disfrutar de la mayor colección del país dedicado a la cultura e historia danesa.

En el museo podemos recorrer toda la historia de Dinamarca iniciando en la edad de piedra hasta llegar a la modernidad, pasando a través de la época de los vikingos. Las colecciones incluyen objetos de hasta 14.000 años de antigüedad, de la edad de piedra, tesoros vikingos, armas y joyas de la Edad de hierro y hasta la moneda más antigua de Dinamarca. 

Pero no solamente eso, el museo también ofrece grandes exhibiciones de otras culturas del mundo como la cultura Oriental, Romana, Greca, e inclusive Egipcia con sus características momias. 

Y si vamos con niños, en el sótano se encuentra el museo de los niños con exhibiciones interactivas y representaciones históricas, como los antiguos barcos vikingos o un incluso pequeño castillo medieval.

En realidad el museo es una muy buena opción para hacer, llueva en la ciudad o no. Está muy bien ubicado en el centro de Copenhague (Prince’s Mansion, Ny Vestergade 10, 1471 København K, Dinamarca) por lo que es muy fácil llegar. El valor de la entrada es 75 DKK para adultos y gratis para los menores de 18 años. El ingreso es gratis con la Copenhague Card.

Si aún tenemos tiempo en Copenhague, a continuación siguen 5 actividades más que hacer en la ciudad:

16. Disfrutar del Jardín Botánico.

El jardín botánico de Copenhague es parte del museo de historia natural de Dinamarca y se encuentra muy bien ubicado justo detrás del Palacio de Rosenborg. Es un lindo paseo para relajarse un poco del movimiento de la ciudad. Otro lugar recomendado para ver en Copenhague.

17. Divertirse en Bakken, el parque de atracciones más antiguo del mundo.

Si luego de divertirnos en los jardines Tivoli nos quedamos con más ganas de parques de diversiones, que mejor es visitar el parque de diversiones más antiguo del mundo.

18. Tener las mejores vistas de Copenhague desde la Iglesia de San Salvador.

La iglesia de San Salvador está ubicada en el barrio de Christianshavn, muy cerca de la ciudad de Christiania. Es una iglesia muy bonita de finales del siglo XVII que destaca por su llamativa torre de 90 m de alto. Para subir hasta la cima y poder ver desde las alturas la ciudad de Copenhague, hay que pasar por 400 escalones, y los últimos 150 son por fuera de la torre.

El valor de la entrada es de 35 DKK a 40 DKK pero con la Copenhaguen card es gratis.

19. Hacer una excursión a los castillos de Frederiksborg y Kronborg y Roskilde.

Si hay algo que les gustaba a los daneses era hacer castillos. Hay dos castillos más que se pueden ver un poco más alejado del centro de Copenhague. El castillo de Frederiksborg construido sobre tres islotes del Slotssø y con un muy bonito jardín. El segundo castillo que se puede ver está ubicado muy cerca de copenhague, en la ciudad de sueca de Helsingborg. El castillo es muy conocido porque Shakespeare lo utilizó como escenario para representar su conocida obra Hamlet.

Por último, viajar a la ciudad de Roskilde y visitar su catedral. Una iglesia construida a principios del siglo XII y declarada patrimonio de la humanidad.

20. Cruzar la frontera y visitar Malmö en un día.

No solo hay lugares para ver en la misma ciudad de Copenhague. Desde aquí se puede viajar la ciudad de Malmö (la tercer ciudad más grande de Suecia). Se puede viajar en tren o en bus y cruzar el famoso Puente de Øresund (que también se hace túnel por debajo del agua!!). Este puente fue el que terminó de unir todos los países de Europa por tierra.

La ciudad de Malmö no es muy grande y se puede recorrer perfectamente a pie. Se puede visitar su castillo, el parque Kungsparken y su plaza principal Stortorget entre otras cosas.

Si prefieres no complicarte, puedes reservar un tour en español.

¿Dónde alojarse en Copenhague?

Indre By

El barrio del Indre By en el centro es el más antiguo y uno de los más bonitos para alojarse en Copenhague. Esta zona se encuentra siempre llena de vida y movimiento, tanto de día como de noche. además de encontrarse muy bien ubicado respecto de las atracciones turísticas de la ciudad.

En esta zona abundan restaurantes, cafeterías, bares, tiendas y por supuesto lugares para dormir. Aunque, como Copenhague ya es una ciudad cara, los alojamientos en esta zona son bastante costosos.

Vesterbro.

Otra opción es el barrio de Vesterbro muy cerca de la estación de tren, lo que es una muy buena ventaja cuando llegamos o nos vamos de la ciudad. Además está muy bien comunicado con otras zonas de Copenhague con la gran oferta de medios de transporte.

Se trata de una zona con una gran oferta de alojamiento por estar cerca de la estación y a un precio un poco más razonable. Incluso, este barrio cuenta con la mejor oferta de bares y discotecas para todos los públicos y bolsillos por lo que es recomendable para quedarse en Copenhague si también la idea es disfrutar la noche danesa.

Mi última estadía fue en la cadena Wake up. Un hotel/hostel muy lindo y moderno en el barrio de Vesterbro, a unos 10 minutos a pie del centro. La habitación era bastante pequeña pero para el precio vale la pena.

Norrebro

Si se busca una opción de alojamiento más económico, el barrio de Nørrebro es una de las mejores alternativas. En este barrio gran parte de los habitantes son artistas bohemios y estudiantes universitarios, pero también una buena parte de los residentes son de origen extranjero.

Este ambiente multicultural es ideal para conocer la cara menos turística de Copenhague. principal calle del Nørrebro es Nørrebrogade, donde se concentran la mayor parte de tiendas de la zona. Con todo, es recomendable evitar la zona de la estación y de Mimersparken; que son consideradas por los locales como las más conflictivas.


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