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Pers�polis, un alegato contra el integrismo isl�mico en vi�etas de plena actualidad 25 a�os despu�s

Marjane Satrapi, autora del c�mic y la pel�cula que subvirtieron el feminismo en el mundo isl�mico, ha recibido el Premio Princesa de Asturias de Humanidades

Pers�polis
Una vi�eta del c�mic Pers�polis.2.4.7. Films | The Kennedy/Marshall Company
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Hace casi 25 a�os que la primera edici�n de su c�mic sali� a la luz y, sin embargo y por desgracia, sus vi�etas siguen de rabiosa actualidad. Marjane Satrapi, historietista y directora de cine iran�, justificaba en pleno bum de su obra magna Pers�polis, ya convertida en pel�cula de culto, que aquello no era en ning�n caso un documental sobre su vida ni tampoco un alegato pol�tico, que ella lo que hab�a hecho hab�a sido arte: "Las pel�culas pol�ticas ofrecen respuestas y yo s�lo hago preguntas. �sa es la diferencia".

Y sin embargo, fuera como fuera concebido Pers�polis, su irrupci�n primero en el panorama literario y despu�s, en el cinematogr�fico, s� se recibi� a nivel internacional como un mensaje claro contra el integrismo isl�mico que asolaba entonces y sigue devastando con renovada crueldad el pa�s natal de Marjane Satrapi, Ir�n, del que sali� con 14 a�os y al que s�lo podr� regresar si cae el r�gimen.

El primer tomo de los cuatro que conforman Pers�polis se public� en pleno cambio de siglo pero se refer�a a 20 a�os atr�s, poco antes de la Revoluci�n Isl�mica iran�. La protagonista, Marjane, tiene entonces 10 a�os y pertenece a una familia progresista. Bisnieta del �ltimo shah de la dinast�a kadjar, Ahmad Shah Qajar, y nieta de primer ministro bajo el �ltimo shah, Reza Pahlavi, la ni�a crece en un entorno muy politizado y militante. Sus padres se manifiestan en las calles contra la llegada al poder de los islamistas mientras Marjane, muy creyente, planea hacerse profeta y vuelve a colocarse el velo obligatorio en la escuela.

Son los ojos de esa ni�a, inocente y anonadada ante lo r�pido que todo cambia a su alrededor, los que permiten a la autora poner rostro al precio de la libertad y a la diferencia entre integridad e integrismo en Pers�polis. Como la Marjane Satrapi original, su alter ego sobre el papel experimenta durante cuatro a�os lo que significa vivir como laica bajo un r�gimen autoritario y teocr�tico hasta que sus padres la env�an a estudiar a Viena.

Como la original, la Majane del c�mic regresar� a Ir�n en 1988, movida por la nostalgia y por una cierta fe recuperada, y encontrar� un pa�s en ruinas en plena guerra con Irak que la considera una occidental, a ella que siempre ha sido una iran� en Europa. En 1994, ambas se rendir�n a la evidencia y se instalar�n en Francia, donde la autora vive desde entonces.

Si el c�mic gener� conversaci�n tras convertirse en un fen�meno editorial, lo que realmente lanz� el mensaje de Marjane Satrapi fue Pers�polis, la pel�cula francesa que firm� junto a Vincent Paronnaud y que obtuvo una candidatura a la Palma de Oro y consigui� el Premio del jurado en el Festival de Cannes 2007. Su llegada a las salas de medio mundo cay� como una bomba en Ir�n, donde el r�gimen s�lo permiti� la emisi�n de una versi�n censurada de lo que consideraba "una imagen irreal de las consecuencias y los logros de la Revoluci�n Isl�mica".

A finales de marzo de 2008 tambi�n se prohibi� la emisi�n de Pers�polis en L�bano durante unas semanas, antes de que la controversia que despert� la censura entre la poblaci�n forzara a las autoridades a levantar el veto.

El gran estallido del mensaje feminista y laico de Marjane Satrapi tuvo lugar, sin embargo, en T�nez un tiempo m�s tarde. Tras el estreno de Pers�polis el 7 de octubre de 2011, 200 salafistas intentaron incendiar el edificio ocupado por la cadena de televisi�n Nessma5 antes de atacar la casa de su director general, Nabil Karoui, unos d�as despu�s. La clave estuvo en una escena que representa a Dios, algo absolutamente vetado en el islam.

Dec�a la flamante Princesa de Asturias de Humanidades que lo suyo no era un alegato pol�tico sino simplemente, arte. Y sin embargo, el mundo nunca lo vio as�. En un encuentro con EL MUNDO hace unos meses, Marjane Satrapi aseguraba que detesta el pasado, ni siquiera le gusta que le hagan fotos: "Quiero un coche que no tenga marcha atr�s. El objetivo es avanzar no volver sobre un tema que ya funciona. Me gusta ir sobre un tema que sea un desaf�o y que me haga sentir en peligro", aseguraba.

Su �ltima obra, Mujer, Vida, Libertad (Reservoir Books), cuenta a trav�s de historias ilustradas de distintos artistas la revoluci�n iniciada en Ir�n tras la muerte en 2022 de Masha Amini, asesinada a golpes por la polic�a de la moral por no llevar el velo bien puesto. Parece que aquella mirada al pasado de Pers�polis tiene a�n demasiado de presente.