Reseña de la temporada 3 de La maravillosa señora Maisel (sin spoiler)

La temporada 3 de Marvelous Mrs. Maisel envía a su heroína a la carretera para vivir otra tanda de episodios divertidos y encantadores.

Este La maravillosa señora Maisel La reseña no contiene spoilers.

El giro radical de Midge Maisel ha afectado a todos en su vida. Principalmente los escuchamos quejarse, culpándola, lamentando su falta de voluntad para volver a alinearse. Pero, más que los dos anteriores, La maravillosa señora Maisel La temporada 3 muestra cómo la táctica de Midge ha abierto un mundo de posibilidades para otras personas en su vida, animándolas a encontrar sus propias pasiones y defenderse.

El brillo más obvio es el de Joel, quien pasó de ser objeto de odio extremo de la audiencia a ser un barco legítimo. O, en términos no estándar, pasó de ser un absoluto idiota a ser un hombre que realmente representa algo. Abe y Rose tienen sus propios viajes, al igual que Moishe y Shirley, aunque los Maisel mayores tienen sueños algo menos radicales.

Centrada en la actuación continuamente impresionante de Rachel Brosnahan, la temporada 3 trae lo que esperas (disfraces suntuosos, diálogos rat-a-tat, dinámicas familiares deliciosamente dolorosas) y expande el mundo de Maisel incluso más lejos que antes, con Midge de gira y Joel trabajando en la apertura de un club de comedia en Chinatown. Ahora en 1960, Maisel también trae a un grupo más ecléctico, incluidos algunos marxistas libertinos que pasan el rato con Abe y hablan de valores proletarios mientras dan órdenes a un Zelda asediado. Midge finalmente consigue una amiga en el negocio del entretenimiento, una estrella invitada inteligente y siempre activa en la forma de Liza Weil, la favorita de Palladino (esa es Paris Gellar, plebiscitos). Todo se suma a una experiencia de entretenimiento que se siente como comida reconfortante pero que es elaborado con los mejores ingredientes.

Leroy McClain regresa con más oportunidades de cantar y encantar como Shy Baldwin, lo cual siempre es bienvenido, pero la verdadera sorpresa es la seductora presencia de Sterling K. Brown como su manager, Reggie. Incluso la posición de Reggie, el verdadero manager de Shy, escondido detrás de un “manager” blanco para lucirse, es una declaración. Todo lo relacionado con la energía de Brown hace que la presencia de Reggie persista después de que abandona el cuadro, como una pregunta sin respuesta, dejando a la audiencia buscando algo más innombrable.

Como Maisel se adentra más en el mundo profesional de la actuación, ver cómo lo hacen otras personas además de Midge y Susie es fascinante, y con la oferta de Sophie Lennon a Susie al final de la temporada pasada flotando en el aire cuando comienza la temporada 3, la relación entre un artista y su manager se convierte (si es posible) en un tema aún más relevante que hasta ahora. Alex Borstein continúa demostrando por qué tiene todos esos trofeos, y ver a Susie encontrar su camino a través del mundo del negocio del entretenimiento logra ser a la vez divertido y conmovedor. Maisel incluso logra superar a su predecesor Palladino Las chicas Gilmore haciendo responsable a Midge cuando discute con Susie basándose en sus propios sentimientos heridos, cegada por su privilegio y las realidades financieras de la vida de Susie.

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Una de las mejores adiciones de esta temporada es una inmersión en la sorprendente historia de fondo de Rose, que ilumina mucho sobre su personaje y al mismo tiempo impulsa sus relaciones y la historia en general. Cualquiera que mire Maisel Sabe que no hay un mal actor entre el grupo, pero ver a Rose reducida a nada menos que la mujer majestuosa que conocemos y amamos es fascinante y difícil. Aquí también, aunque disfruté la historia de Rose, me habría sentido completamente diferente si no hubiéramos dedicado tanto tiempo a la situación financiera mucho más grave de Susie. Verlos a ambos nos permite apreciar el dolor de cada uno en sus propios términos, mientras que las salidas pasadas de Palladino han optado por ignorar la difícil situación de los personajes más marginados en favor de sólo las Rosas del mundo, y luego se han sorprendido por la respuesta a tales narración desequilibrada.

Lenny Bruce no hace muchas apariciones (al menos en los primeros cinco episodios proyectados para los críticos), pero alguna vez las hace contar. Luke Kirby continúa encarnando a Bruce con una especie de energía cinética tintineante que sólo parece calmarse cuando está actuando o en unos pocos momentos fugaces de cruda honestidad con Midge. La actuación se siente empática y profundamente humana, estudiada e informada pero completamente relajada y en el momento. Bruce de Kirby sigue siendo una de las mejores partes de Maisel y, con suerte, lo será en los años venideros, incluso cuando resulta imposible no contemplar el tictac del reloj de su trágica muerte en 1966.

La química entre Kirby y Brosnahan no se parece a casi nada en la pantalla y recuerda a Michael y Alex de Roswell, Nuevo México por pura e innegable atracción gravitacional. Luke Kirby tiene una manera de mirar a alguien que, desde un actor menor, se llamaría ardiente. En cambio, hace algo más devastador. Mira directamente a su compañero de escena con tanta intensidad que la cámara capta el fenómeno de lo que se siente al ser visto realmente tal como eres. Puede elegir cuándo y cómo transmitir los sentimientos de su personaje directamente en su rostro sin decir una palabra, abriendo silenciosamente a su personaje o cerrándolo a voluntad.

La temporada 3 aborda algunas críticas pasadas de frente: hay una escena bastante divertida en la que la familia extendida aprende sus tareas de cuidado de niños durante el tiempo que Midge no está, con la advertencia obvia de que los niños pasarán la mayor parte del tiempo con su padre. . Es un pequeño gesto hábil para aquellos que aferran sus perlas a las habilidades parentales de Midge (o las de Mindy) sin siquiera preguntar por los hijos de personajes masculinos solteros, como Louie o Ross de Amigos.

Los Palladinos han oído claramente las críticas muy legítimas a MaiselLa abrumadora blancura. En el mundo de Shy Baldwin, Midge y Susie son las que están fuera de lugar, aunque en los primeros cinco episodios el único personaje negro al que se le da la oportunidad de diferenciarse a nivel personal es el manager protector de Sterling K. Brown. Si bien el bajista de Liza Weil es una incorporación bienvenida y muy necesaria (¿cómo es posible que Midge solo tenga dos amigas, una de las cuales es su jefa?), es como un espectáculo de Palladino abrirse al mundo de una cantante negra y solo Agregue dos personajes principales, uno de los cuales es una mujer blanca.

La tercera temporada de La maravillosa señora Maisel Es un reloj perfecto para las fiestas navideñas. Probablemente obtendrás exactamente lo que esperabas: una hermosa pieza de época con muchos comentarios de género, suficiente comedia azul para hacerla interesante, pero no tanta como para que no puedas verla con tu mamá, y algunas de las personas más talentosas del mundo. negocio en la cima de su juego. Pero todavía hay algunas sorpresas, como el humor seco de Cary Elwes jugando contra Jane Lynch, la recién llegada Stephanie Hsu como misteriosamente en todas partes Mei, y lo que sea que Reggie de Sterling K. Brown tenga bajo la manga. Como todo buen cómic, Maisel sabe que tiene que equilibrar dar más de lo que sabemos y mantener las cosas frescas.