De Gene Kelly a Alain Delon: cómo mantener la elegancia en plena ola de calor según los mitos de la pantalla | Cultura | ICON | EL PAÍS
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De Gene Kelly a Alain Delon: cómo mantener la elegancia en plena ola de calor según los mitos de la pantalla

Hay formas de sobrellevar las altas temperaturas sin rendirse a los atuendos más básicos del verano y estas 13 películas, todas anteriores a 1990, pueden servir de inspiración

Al Pacino y Steven Bauer, puro Miami bien entendido en 'Scarface. El precio del poder' (1983).
Al Pacino y Steven Bauer, puro Miami bien entendido en 'Scarface. El precio del poder' (1983).

Vestir dignamente en verano, cuando las temperaturas alcanzan cotas propias de un horno en modo gratinar, puede parecer una aspiración inalcanzable. Esto es especialmente cierto en el sector masculino de la población, cuyo atuendo está más codificado, y que aún encuentra dificultades para transgredir esas normas preestablecidas.

Sin embargo, el cine lleva mucho tiempo enseñándonos que la elegancia estival masculina es posible, así que no es necesario hacer acopio de los editoriales de moda publicadas en los últimos meses para ponerla en práctica. De hecho, todas estas películas son anteriores a 1990, y muchas se ambientan en épocas anteriores, pero su estilo puede reproducirse perfectamente este verano que ya empieza a mostrar los colmillos.

Gene Kelly.

Gene Kelly en Un americano en París (1951), de Vincente Minnelli

Sorprende lo actual que resulta el vestuario de Gene Kelly en este musical rodado hace más de setenta años. La sudadera blanca o los pantalones beis de lino que lleva en varias secuencias nos servirían hoy para cualquier ocasión. Pero en el número Tra-la-la, cuando Kelly baila claqué encima de un piano con una camiseta blanca de tirantes bajo una camisa azul celeste, directamente parece haber salido de un catálogo de moda masculina de la temporada SS23.

Cary Grant, Jean Martinelli y Charles Vanel.
Cary Grant, Jean Martinelli y Charles Vanel.Sunset Boulevard (Corbis via Getty Images)

Cary Grant en Atrapa a un ladrón (1955), de Alfred Hitchcock

Montecarlo ya no es lo que era, como cualquier visita a la capital monegasca puede demostrar. Sin embargo, el estilo de Cary Grant en esta película es eterno. Su conjunto de camiseta de rayas, pantalón gris azulado, náuticos marrones y pañuelo rojo de lunares no le sentaría bien a cualquiera, pero hay intentarlo.

Alain Delon, Marie Laforet y Maurice Ronet.
Alain Delon, Marie Laforet y Maurice Ronet.Sunset Boulevard (Corbis via Getty Images)

Alain Delon y Maurice Ronet en A pleno sol (1960), de René Clément

Es cierto que la adaptación que Anthony Minghella hizo en 1999 de El talento de Mr. Ripley, la novela de Patricia Highsmith, destacaba por su cuidado diseño de vestuario. Pero casi 40 años antes, Alain Delon y Maurice Ronet ya se situaban en la cumbre del estilo masculino gracias a un soberbio despliegue de camisas ligeras y polos de piqué que nos hacía soñar con un verano mediterráneo hecho de playas recónditas, travesías en barco, platos de marisco y copas de pinot grigio.

Marcello Mastroiani.

Marcello Mastroianni en La dolce vita (1960), de Federico Fellini

Una fiesta en una villa frente al mar termina al alba. Marcello Mastroianni, con traje claro, camisa oscura y pañuelo a juego, se arrastra hasta la playa cercana, donde una joven trata de llamar su atención. Él no entiende lo que dice ella: le dedica una sonrisa somnolienta, alza sus dos manos en señal de impotencia y vuelve con sus amigotes para seguir con la dolce vita. La escena final de esta obra maestra de Fellini cuenta algo con lo que es fácil identificarse desde el mundo de hoy, donde tampoco desentonaría el atuendo de Marcello. Un consejo en particular: pónganse pañuelos al cuello sin miedo. Y, si dudan cómo llevarlos, recuerden a Mastroianni.

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FilmPublicityArchive (FilmPublicityArchive/United Arch)

Jean-Louis Trintignant y Vittorio Gassman en La escapada (1962), de Dino Risi

Otro dúo ganador, el francés Jean-Louis Trintignant y el italiano Vittorio Gassman, emprende un recorrido por las carreteras italianas en pleno ferragosto. Para ello cuenta con un guardarropa que podría calificarse de minimalista –polos y camisas en tonos claros al primer plano–, cómodo y funcional para un viaje en coche. Si ese es su plan para este verano, les recomendamos que vean esta película y tomen buena nota. Y no olviden que la camisa masculina de manga corta, denostada por muchos, es una maravillosa opción para estas fechas.

Jean-Paul Belmondo y Françoise Dorléac.
Jean-Paul Belmondo y Françoise Dorléac.Michael Ochs Archives (Getty Images)

Jean-Paul Belmondo en El hombre de Río (1965), de Philippe de Broca

Esta entretenidísima película de aventuras inspirada en los tebeos de Tintín se beneficiaba de su ambientación exótica (un Río de Janeiro de postal) y de la química de la pareja protagonista, los irresistibles Jean-Paul Belmondo y Françoise Dorléac. Belmondo aprovechaba la coyuntura para pasearse por las playas cariocas a torso descubierto, haciendo exhibición de poderío abdominal. Sin embargo, uno de los grandes activos de la cinta es su vestuario, que incluye una chaqueta blanca de esmoquin y una camisa de cuadros con la botonadura abierta très Jacquemus. Pero sin duda el look más recordado de Belmondo, el que ahora procede copiar a toda costa, es el que combina pantalón oscuro con camisa de popelín azul cielo con charreteras y bolsillos de solapa en el pecho. Pasarán los años, y esa combinación permanecerá igual de fresca.

Maurice Ronet, Alain Delon y Romy Schneider.
Maurice Ronet, Alain Delon y Romy Schneider.Sunset Boulevard (Corbis via Getty Images)

Alain Delon y Maurice Ronet en La piscina (1969), de Jacques Deray

Nueve años después de A pleno sol, a pleno rendimiento volvían Delon y Ronet con este policiaco de trama algo insustancial pero visualmente imbatible. No es que Alain Delon lleve mucha ropa durante la mayor parte del tiempo, pero cuando lo hace –pantalón vaquero de talle alto con camisa azul desabrochada, jersey de malla crudo, camisa de manga corta a cuadros– es un absoluto sí.

Helmut Berger y Fabio Testi.
Helmut Berger y Fabio Testi.United Archives / Alamy

Helmut Berger, Fabio Testi y Lino Capolicchio en El jardín de los Finzi-Contini (1970), de Vittorio de Sica

De Sica puso en pie una adaptación algo desmayada de la hermosísima novela de Giorgio Bassani sobre una familia judía patricia de Ferrara en los tiempos inmediatamente anteriores al Holocausto. Pero supo transmitir la idea del paraíso que está a punto de ser arrasado a sangre y fuego con un vestuario apto tanto para jugar un partido de tenis en 1930 –su función original– como para sorber un spritz al campari sentado en una terraza de Portofino en 2023. Lo que era bueno para Berger, Testi y Capolicchio es bueno para usted.

Jean-Claude Brialy

Jean-Claude Brialy en La rodilla de Claire (1970), de Éric Rohmer

Si hablamos del cine de Rohmer, la elección obvia habría sido Pauline en la playa por su perfecto vestuario ochentero. Pero hemos preferido reclamar atención para el estilo con el que Brialy afronta sus vacaciones frente al lago Annecy en el verano de 1970 en La rodilla de Clara. Tocado con un sombrero de paja, y llevando un cárdigan azul marino sobre los hombros, nos hace añorar esa hora del día veraniego en la que, en algunos lugares que no son el centro de la península ibérica, la temperatura desciende agradablemente, lo que marca el momento justo del aperitivo.

Ian Holm y Ben Cross.
Ian Holm y Ben Cross.Stanley Bielecki Movie Collection (Getty Images)

Ben Cross, Ian Charleson y el resto del reparto de Carros de fuego (1981), de Hugh Hudson

En una de las primeras escenas de la película, ambientada en la universidad de Cambridge en 1919, obtenemos un inventario visual tan variado y completo del estilo universitario británico, con sus chaquetas perfectamente cortadas, sus gorras con visera y sus jerseys de ochos y cuello de pico, que podríamos quedarnos a vivir en ella. Pero hay que decir también que los uniformes de los corredores de la época valdrían perfectamente para sobrellevar con elegancia las tardes asfixiantes de verano en nuestras ciudades asoladas por el cambio climático.

Al Pacino.
Al Pacino.photo: MPTV.net

Al Pacino y Steven Bauer en Scarface. El precio el poder (1983), de Brian de Palma

Se supone que Tony Montana y Manny Ribera, los narcotraficantes que protagonizan esta película ambientada en el Miami de principios de los ochenta, son un par de horteras redomados. Y puede que resulte difícil defender algunos de esos trajes con camisas de enormes cuellos sobresaliendo por encima de las solapas de la chaqueta: aunque, como casi todo, solo es cuestión de saber llevarlos. Sin embargo, la diseñadora de vestuario Patricia Norris también les asignó unas camisas estampadas que cualquiera en su sano juicio querría ponerse este verano.

Alain Delon, Carlos Miranda y Rogerio Miranda.
Alain Delon, Carlos Miranda y Rogerio Miranda.United Archives / Alamy

Rupert Everett y Anthony Delon en Crónica de una muerte anunciada (1987), de Francesco Rosi

La traslación a la pantalla de la novela de García Márquez no fue precisamente un triunfo, pero sí lo es el modo en que visten todos sus protagonistas, que por momentos parecen encontrarse antes en un anuncio de perfume que en un pueblo de la Colombia rural. Pantalones de pinzas impecablemente blancos y camisas remangadas son la combinación que proponemos para este verano, y para todos los veranos por venir. El sombrero panamá es opcional, pero altamente recomendado.

Lee, Aiello, & Others In 'Do The Right Thing'
Anthony Barboza (Getty Images)

Spike Lee en Haz lo que debas (1989), de Spike Lee

En un registro mucho más desenfadado, esta película ambientada en un barrio del norte de Brooklyn ofrecía gran parte del repertorio de lo que hoy llamamos street style: pantalones cortos, boleras, camisas de béisbol, camisetas de baloncesto, zapatillas deportivas y mezclas explosivas de colores conformaban un estilo característico de la juventud afroamericana del momento, que después iría expandiéndose de manera progresiva a otros segmentos sociales. Hoy es casi un estándar imperante, pero pocos lo han defendido con la gracia y la originalidad con las que Spike Lee combinaba su beisbolera de los Dodgers con bermudas rojas, calcetines bicolores y zapatillas Nike Air Trainer 3. Conclusión: hay que volver a las fuentes.

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Sobre la firma

Ianko López
Es gestor, redactor y crítico especializado en cultura y artes visuales, y también ha trabajado en el ámbito de la consultoría. Colabora habitualmente en diversos medios de comunicación escribiendo sobre arte, diseño, arquitectura y cultura.

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