Linz, ciudad que se desarrolla con criterios ecointeligentes
Linz, situada en el noroeste de Austria, es un ejemplo de Solar City. Linz cuenta con una población de unos 190.000 habitantes, más de 200.000 empleos y 9.600 empresas. Las necesidades de vivienda de los años noventa pusieron de manifiesto que la única zona posible para el crecimiento futuro de la ciudad era el sureste, el distrito de Linz-Pichling. Es en aquel momento, cuando se comienza a gestar la idea de construir la nueva área urbana con criterios ecointeligentes. El proyecto ha sido premiado en varias ocasiones y catalogado por el programa UN-Habitat de la ONU como Best Practices.
El ecobarrio solar de Linz-Pichling ocupa una superficie de 60 hectáreas, donde viven 3.200 habitantes, en un total de 1.300 apartamentos. El plan de desarrollo urbanístico fue realizado por el arquitecto austríaco Roland Reiner, y los proyectos de las primeras viviendas han contado con firmas como las de Norman Foster, Richard Rogers y Thomas Herzog. Está constituido por edificaciones que incorporan criterios de arquitectura sostenible, sobre todo solar, orientados al autoabastecimiento energético. El modelo se aplica tanto a los equipamientos públicos, como a las viviendas. La arquitectura solar se caracteriza, principalmente, por un diseño compacto, con fachadas inteligentes orientadas hacia el sur, iluminación y ventilación natural, y una óptima inercia térmica. De esta forma, las viviendas que componen el ecobarrio solar de Linz- Pichling reducen su demanda energética situándola en 37 KWh/m2, frente a los 65 KWh/m2 de una vivienda convencional situada en la misma región.
El suministro de energía en el barrio se realiza de la siguiente forma:
• Cuenta con una planta de cogeneración donde se produce electricidad y calor con combustibles renovables (biogás y aceite vegetal).
• Existen colectores termosolares para producir agua caliente.
• Cuando se producen picos de consumo, la autoproducción se complementa con calefacción procedente de la red.
• En cuanto a la gestión de los residuos, los desechos orgánicos se valorizan como biogás, que se usa en la planta de cogeneración. En lo relativo al agua, las aguas grises (las procedentes de duchas, lavabos, etc.) se depuran en el barrio mediante filtrado a través de un lecho de grava. Así mismo, existe un sistema de gestión de aguas pluviales con huecos, galeras y embalses que garantizan que se filtren directamente en el suelo, favoreciendo el ciclo natural del agua.
El barrio dispone de una amplia red peatonal y para bicicletas, y se encuentra conectado con el centro de Linz por un tranvía. Así mismo, existen zonas verdes, como áreas de transición entre las viviendas y el medio natural circundante.
Fuente: Ecointeligencia