Las Cartas a un joven novelista fueron compuestas a partir de notas de trabajo que Vargas Llosa utilizaba para dar sus clases y conferencias. Llegado el momento, decidi� reunirlas y darles formato de libro, bajo la apariencia de una serie de cartas ficticias a un interlocutor que desea aprender a escribir novelas. En ellas nos muestra su visi�n de lo que un novelista y una novela es, as� como analiza los principales mecanismos a trav�s de los cuales se construye una novela. Probablemente ese origen, como notas para clases, sea lo que le da un car�cter acad�mico, lleno de clasificaciones de los tipos de narrador, de punto de vista, de temporalidad o de niveles de realidad. El lector se siente en una especie de clase de literatura, con un profesor que va alternando los contenidos del curso con magn�ficos ejemplos, tomados de las lecturas que han impresionado (y probablemente influido) al propio Mario Vargas Llosa, los cuales son analizados con detalle, y una sensibilidad literaria propia de un Premio Nobel. Quiz� ese ejercicio de cr�tica literaria sea lo mejor del libro: sus comentarios sobre la obra de Flaubert, Hemingway, Onetti, Borges o Faulkner, entre otros, son verdaderamente luminosos. Cartas a un joven novelista es un texto amable, una lectura que se disfruta totalmente, sobretodo por amantes de la literatura. Es como acudir a o�r a un Nobel hablar de su disciplina favorita, deleit�ndonos con su enorme conocimiento del tema, y su facilidad para expresar lo que sabe bellamente. Sin embargo, debajo del oropel, las ideas son sencillas, y est�n basadas en clasificaciones acad�micas bastante estandarizadas. No hay en sus p�ginas ni la humanidad profunda de las Cartas a un joven poeta de Rilke, ni la pasi�n desesperada del Querido y remoto muchacho de Ernesto S�bato. Es una especie de recuento literario, ejecutado con brillantez, y macerado con una multitud de lecturas analizadas con cari�o y buen sentido. Un peque�o y delicioso lujo. + Leer m�s |