Cuando Muere Alguien que Amo
La manera de salir del abatimiento del duelo no es a través de una temporada de soledad sino ministrando a los demás. Es al dar que los hijos de Dios reciben
La manera de salir del abatimiento del duelo no es a través de una temporada de soledad sino ministrando a los demás. Es al dar que los hijos de Dios reciben
Muchos creyentes no son capaces de explicar realmente lo que significa para nosotros la sangre de Cristo. ¡A través de la sangre de Jesús podemos acercarnos a nuestro padre celestial con confianza y sin temor!
Las Escrituras muestran claramente que es el orgullo y un espíritu altivo e inamovible lo que nos trae abajo. Un corazón quebrantado y un espíritu contrito, sin embargo, capturan el corazón del Señor.
No importa lo que hayamos pasado o lo que hayamos hecho, Dios mira nuestros corazones. Si un seguidor de Cristo tiene un espíritu quebrantado y contrito, Dios estará allí.
Dios sabe que sus hijos siempre estarán insatisfechos con el mundo, incluso con sus respuestas a nuestras oraciones. El Señor es lo que anhelamos; Él es nuestra bendición y recompensa.
En lugar de enfurecerse contra Dios porque no cumple con nuestras expectativas, los creyentes deben aprender a apoyarse y descansar en él porque él es totalmente justo y bueno.
Quizás esa persona por la que hemos orado es un completo desastre y hemos llorado por ella. Justo ahí es donde Dios quiere mostrar su poder y hacer cosas extraordinarias.
Jesús es el gran Sumo Sacerdote, y él se cubre con su sangre, intercede por nosotros ante el Padre y sale a bendecirnos a cada uno de nosotros con la plena autoridad de Dios.
Dios nunca bendice sin atraer a esa persona a sí mismo. Cuando comencemos a bendecir a otros en medio de nuestras pruebas, sabremos que la mano de bendición de Dios está sobre nosotros.
¿Ha venido ya sobre ti la bendición de Abraham? Si aceptamos plenamente la justicia de Cristo por fe, entonces seremos bendecidos junto con los fieles Abraham y David.