Descargar el PDF Descargar el PDF

Un kokedama es un jardín colgante y hacer uno para tu casa puede ser un proyecto manual divertido. Para elaborarlo, primero tienes que crear bolas con tierra y musgo. Después, envuelve las plantas en las bolas y cuélgalas en tu casa. Riégalas y córtalas con regularidad para que el kokedama se mantenga saludable.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Crear la bola de tierra

Descargar el PDF
  1. Puedes usar cualquier tipo de planta para un kokedama siempre que entre cómodamente en tu casa cuando esté colgando. Al final, la planta colgará de una cuerda en un gancho de techo. Tradicionalmente los kokedama se hacen de varias plantas diferentes, así que invierte en variedad cuando estés elaborando uno. Ve a un vivero y escoge unas que estén en macetas para elaborar tu kokedama. También puedes traer plantas de afuera si tienes un jardín.[1]
  2. Sea que uses una planta de maceta o de jardín para tu kokedama, el primer paso es sacarla de raíz. Sácala de la maceta o el suelo. Usa los dedos con delicadeza para quitarle la tierra que rodea a la raíz. En el caso de las plantas que la tienen muy fina, enjuágala en el lavadero para quitarle la tierra.[2]
    • Si traes una planta del exterior, siempre revisa las hojas para ver si tienen bichos u otras plagas antes de meterla.
  3. Toma una bolsa de compras de plástico o una cubeta, y ponte guantes. Usa musgo de turbera y tierra para bonsái para hacer el kokedama. Utiliza una proporción de 7:3 de musgo a tierra y combínalos hasta que tengas una mezcla uniforme.[3]
    • Necesitas suficiente musgo y tierra para cubrir las raíces de todas las plantas en una bola hecha de estos dos ingredientes. Las cantidades precisas dependerán del tamaño del jardín que vas a elaborar.
  4. Saca un pedazo de tierra y musgo de la cubeta o la bolsa de plástico. Usa las manos y forma una bola densa y firme. Hazla lo suficientemente grande como para que cubra las raíces de las plantas. Cuando termines, ponla a un lado.[4]
  5. Usa el musgo de turba, que se puede comprar en Internet o en un vivero. Envuelve el musgo varias veces alrededor de las raíces de la planta hasta que queden completamente cubiertas. Después, rodéalas con un poco de hilo para asegurarlas.[5]
    • La cantidad de musgo que necesitarás dependerá del tamaño de la bola.
  6. Parte la bola en dos. Luego, pon las raíces entre estas dos partes. Luego, une nuevamente la bola a toques para que quede bien asegurada alrededor de las raíces.[6]
    Anuncio
Parte 2
Parte 2 de 3:

Envolver y colgar las plantas

Descargar el PDF
  1. Envuélvela alrededor de la bola. Puedes comprarla en un vivero o en Internet. Haz que una capa completa de musgo rodee la bola.[7]
    • La cantidad de musgo varía dependiendo del tamaño de la bola.
  2. Envuelve la bola con hilo conforme sea necesario para asegurar la capa de musgo. Pasa el hilo bien ajustado alrededor de ella hasta que todo esté unido. El objetivo es poder levantar y mover la bola sin que se derrame nada de tierra o musgo.[8]
  3. Toma otro pedazo de hilo del tamaño que quieras teniendo en cuenta en dónde colgarás el kokedama. Ata los dos extremos de este pedazo en el hilo que asegura la bola. Ahora tendrás una planta adherida de un hilo que podrás colgar.[9]
  4. Escoge un lugar de tu casa para colgar el kokedama. De ser posible coloca las plantas directamente frente a una ventana que dé al norte. Si no tienes una ventana en esa dirección, cuélgalas entre 60 y 90 cm (2 y 3 pies) de distancia de una ventana que dé al sur, al oeste o al este.[10]
    Anuncio
Parte 3
Parte 3 de 3:

Mantener el kokedama

Descargar el PDF
  1. Humedece las plantas todos los días con una botella con atomizador llena de agua de grifo. También puedes colocar una bandeja de piedras y agua debajo de las plantas para darles la humedad que necesitan.[11]
  2. Para regar un kokedama, remójalo en un recipiente de agua a temperatura ambiente por 10 minutos. Luego, deja escurrir la bola de tierra en un colador hasta que deje de gotear y vuelve a colgarla.[12]
    • Las plantas se deben regar cuando empiezan a sentirse livianas y las hojas se ponen marrones.
  3. Observa de cerca tus plantas. Cuando veas alguna hoja muerta o marrón, usa unas tijeras o podadoras para quitarlas.[13]
    • Si aparecen hojas marrones con regularidad, es una señal de que no estás regando la planta lo suficiente.
  4. Cuando crezcan, las raíces comenzarán a salir a través del musgo y la bola de tierra. Entonces, tendrás que trasplantarlas a una nueva bola. En el caso de la mayoría de las plantas, se tiene que hacer una o dos veces al año.[14]
    Anuncio

wikiHows relacionados

Acerca de este wikiHow

Ben Barkan
Coescrito por:
Diseñador de jardines y paisajismo
Este artículo fue coescrito por Ben Barkan. Ben Barkan es un diseñador de jardines y paisajismo, y es el propietario y fundador de HomeHarvest LLC, un negocio de construcción y huertos con sede en Boston, Massachusetts. Ben tiene más de 12 años de experiencia trabajando con jardinería orgánica y se especializa en diseñar y construir hermosos paisajes con construcción personalizada e integración creativa de plantas. Es diseñador certificado en permacultura, tiene licencia de supervisor de construcción en Massachusetts y es un contratista con licencia para mejoras en el hogar. Tiene un título de asociado en Agricultura Sostenible de la Universidad de Massachusetts Amherst. Este artículo ha sido visto 10 189 veces.
Categorías: Jardinería
Esta página ha recibido 10 189 visitas.

¿Te ayudó este artículo?

Anuncio