La vida plagada de anécdotas de José Antonio Reyes en el Arsenal: "La cajera veía la cuenta corriente y ponía cara de que le iba a dar un paro cardiaco" | Relevo
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La vida plagada de anécdotas de José Antonio Reyes en el Arsenal: "La cajera veía la cuenta corriente y ponía cara de que le iba a dar un paro cardiaco"

El exjugador del Sevilla fue el único español de aquel equipo legendario de los gunners, los 'Invencibles', que hoy hace 20 años se proclamaron campeones de la Premier sin perder ningún partido.

José Antonio Reyes , el día de su presentación con el Arsenal./ABC
José Antonio Reyes , el día de su presentación con el Arsenal. ABC
Alonso Rivero
Samuel Silva

Alonso Rivero y Samuel Silva

La vida del inolvidable José Antonio Reyes está llena de anécdotas. Su currículum habla de un canterano sevillista que tuvo el privilegio de jugar en el equipo de su corazón, siendo ídolo y tocando plata, además de pasear su excelsa calidad por algunos de los mejores clubes del mundo. Aquel niño que llamaba a las puertas del estrellato desde que luciese melena con cara de chico bueno en su pueblo, Utrera, ganó títulos inimaginables. Tuvo que madurar de repente, casi sin desearlo, cuando las necesidades económicas de su Sevilla y el potencial deportivo del mejor Arsenal de la historia hicieron que se unieran sus caminos.

Este jueves se cumplen exactamente 20 años de aquel 25 de abril de 2004 en el que el equipo de Arsene Wenger culminara la mejor obra del club. Esa temporada acababa de aterrizar un jovencísimo Reyes, que se incrustó en un vestuario con futbolistas del nombre de Thierry Henrry, Dennis Bergkamp, Soll Campbell, Jens Lehmann, Patrick Viera, Fredick Ljungberg, Robert Pires o Ashley Cole, entre otros.

En Londres, Alexander Marcos Walker fue, junto a su familia, la persona que mejor puede contar las andanzas de Reyes en la capital. Xandy, como le conocen todos, fue su asistente personal durante su etapa en los gunners y la barrera del idioma le permitió tener una cercanía más importante de la habitual. ¿Qué ha sido de Xandy? ¿Cómo vivió aquella etapa junto al utrerano? Relevo lo ha localizado en Palma de Mallorca donde es el director del colegio de la Academia que Rafael Nadal tiene en Manacor.

De padre español y de madre británica, Xandy trabajaba de consultor en Inglaterra hasta que un buen día una llamada para pedirle un favor acabaría cambiando su vida meses después. "Un buen amigo mío me llamó un martes por la tarde. Creo que jugaba el Arsenal un partido de Champions ante el Deportivo de la Coruña y me dice: 'Oye, tengo que traducir los discursos que hay en la cena oficial que hay antes del partido de los directivos en un restaurante que hay en el centro de Londres. Me ha surgido un tema y no puedo ir. ¿Puedes ir tú y ayudarme que eres bilingüe y confío en que lo harás bien?'. Entonces le dije que sí porque a mí me encanta el fútbol. Estuve sentado entre Augusto César Lendoiro y David Dean (vicepresidente Arsenal). David había sido el que montó todo lo que conocemos ahora como Premier League", narra Xandy a Relevo.

Xandy en una ceremonia en la Rafa Nadal Academy. Rafa Nadal Academy
Xandy en una ceremonia en la Rafa Nadal Academy. Rafa Nadal Academy

"Meses después me llama David Dean y me dice: 'Me has impresionado. Quiero que te vengas a trabajar al Arsenal '. Yo le dije que tenía un buen trabajo, aunque me encantaba el fútbol. Volvió a insistir: 'No, no. Vente. Además, vamos a traer a este jugador (era José Antonio Reyes) y quiero que estés con él y que le ayudes. Tengo otros temas de jugadores que vienen de España y temas de patrocinios. He visto que hablas también francés y a Arsene Wenger le gustará'. Este tipo de ejecutivos tienen mucho poder de persuasión así que le respondí: 'Venga'. Y allí estuve dos años y medio. Mayoritariamente con José Antonio Reyes y su familia, ayudándoles y ayudando al Arsenal para que su jugador estuviera feliz fuera del campo y pudiera rendir dentro del campo. También era el punto de contacto con sus agentes allí en Sevilla y el club", relata.

El día a día de los Reyes

En su primera semana en la capital londinense perdió siete kilos y en su mente, ese famoso runrún que se inyecta en algunos jugadores que se debaten en la tentación de dar marcha atrás y regresar a casa. Pero Reyes tiró de orgullo y con el apoyo de su entrenador se agarró a su decisión de triunfar. Su día a día giraba en torno al balón y su familia, un clan indisoluble que se instaló en la casa que el canterano alquiló en la exclusiva zona de Barnet Road. Francisco y María, sus padres, junto a su hermano, consiguieron mitigar la nostalgia importando todos aquellos productos que José Antonio utilizaba en su día a día en Utrera.

"Yo iba a todos los entrenamientos. Me presentaba en la casa de la familia por la mañana, a primera hora. Igual algunas veces desayunaba con ellos. Después nos íbamos al entrenamiento. A veces venía conmigo en el coche, otras veces iba con él o incluso yo iba en el mío detrás del suyo. Hacía de enlace entre Arsène Wenger y José, para que se alinease un poco lo que quería el entrenador y transmitírselo a él. Por último, que Jose y su familia se sintieran arropados. Llegar a Inglaterra, a una ciudad como Londres suponía un cambio muy brusco. Mi padre era español, mi madre de Liverpool y por eso yo lo entendía y sabía lo que suponía todo eso", describe Xandy.

Alexander Marcos era uno más. Así lo demuestran las palabras de Paco, padre de Reyes, en una entrevista reciente en los medios del club: "Con Xandy todo era más sencillo". Él mismo nos cuenta cómo intentaba mejorar la vida de los Reyes: "Ayudaba en todo: desde buscar casa, entender cómo funcionaban cosas básicas en Londres como hacer la compra u operaciones en el banco. Era ayudarles con el idioma. Luego fueron surgiendo más cosas como echar un cable con temas de patrocinio, situaciones del contrato y a veces hacer que los agentes y el Arsenal se entendieran mejor. ¡Yo estaba encantado! Obviamente el club además me pedía otras cosas. Había otros españoles como Almunia o Lauren. Como hablaba muy bien francés pues me llevaba muy bien con Thierry Henry o Robert Pires. También tuve buena relación con Dennis Bergkamp. Fue una gran generación a la que se les llamó los invencibles", destaca.

Las peculiaridades familiares: Un mini Utrera en Londres

Los padres de José Antonio Reyes eligieron una manera muy particular de sentirse como en casa, hacer que en su hogar no se notara tanto los más de 2.200 kilómetros que separan Londres de su Utrera natal. De eso da fe Fernando Matres, socio y director de Rebellious, que por aquel entonces trabajaba como periodista en Diario de Sevilla. "Recuerdo como Paco, su padre, me enseñaba los botes de cola-cao y los zumos que habían traído. Era como estar en una pequeña burbuja española dentro de una ciudad inmensa como era Londres", cuenta a Relevo. Tras los primeros meses de Reyes en el Arsenal, pasó varios días con él en octubre del 2004. "Había dos situaciones bien diferenciadas que me llamaron mucho la atención. Por un lado el Reyes futbolista, que estaba totalmente adaptado al equipo y que se encontraba muy a gusto en el vestuario con sus compañeros. Cayó de pie. Era súper respetado en un equipo lleno de estrellas. Por otro lado, la persona. Yo no diría que no se adaptara a su vida en Reino Unido, más bien creo que ellos no tenían intención de hacerlo y por eso trataron de tener todo aquello que lo acercara a Utrera: alimentos, música e incluso la televisión".

Xandy vivió todas estas situaciones aunque su propia experiencia lo hacía entenderlo: "Yo he trabajado por todo el mundo. La gente, en el fondo, quiere tener una parte de ellos mismos en su casa, porque añoran las cosas cuando están fuera. El típico caso del español que se planta en Londres a aprender inglés y va con sus amigos. Pues no va aprender mucho. Jose tenía allí una mini Utrera en su casa. Yo pensaba, `si esto le funciona, yo encantado ́. Yo aprendía de todo aquello porque no conocía el ambiente que él vivía en Utrera o en Sevilla".

Henry hizo de cicerone

Mucho se habló de la conexión que se creó entre el exsevillista y la estrella de los gunners. Para el que fuera su asistente, su bondad y su inteligencia sobre el césped provocaron que el idioma no supusiera un inconveniente para brillar en Highbury: "Voy a ser muy honesto. Cuando empecé con José Antonio Reyes, yo había oído muchas cosas sobre él. Reyes me sorprendió por dos aspectos: el primero es que tenía un corazón tremendo. Se puede decir lo que sea de él pero el tío amaba a su familia, la cuidaba, era generoso y lo daba todo por su familia. A mí me daba envidia eso, lo digo así de claro. Reyes me decía siempre que la familia era lo primero y era algo real y muy bonito de verlo. El segundo era su amor al fútbol. No paraba de darle a la pelota en el campo o fuera de él. Eso era lo que le relacionaba con el vestuario. Él no hablaba nada de inglés. Tú cuando quieres entenderte con alguien, sea de China o de Japón, te entiendes si tienes ganas. Y eso era Reyes. Recuerdo cómo en su segundo año metió 5 goles en los 5 primeros partidos. Entró muy bien en el vestuario. Tuvo que superar todas las dificultades propias de ese gran cambio y no fue fácil".

Henry ayuda a Reyes a levantarse del césped. ABC
Henry ayuda a Reyes a levantarse del césped. ABC

Al propio Fernando Matres, en su estancia en la capital londinense le llamó tanto la atención que el propio Jose acabó contándole una curiosa anécdota: "Otra de las cosas que me llamaron la atención en aquella visita es la amistad que hizo con Henry. Creo que a pesar de la barrera del idioma él se dio cuenta de lo bueno que era José Antonio y siempre tenía muchos detalles con él". Uno de ellos fue una valiosa pluma Cartier con una peculiar inscripción: "Para mi compañero, la cabrona". "Reyes me contó que él siempre les decía esa palabra a sus compañeros en tono jocoso. A Henry le hacía mucha gracia y quiso hacerlo patente en ese regalo", recuerda Matres. "Otras de las cosas que les llamó la atención fue que antes de los partidos José siempre se comía algunas pipas. Allí no estaban acostumbrados y lo veían como algo extraño y Ashley Cole se hartaba de reír", añade.

Un día a día cargado de sonrisas

Las peculiaridades de la familia Reyes generaban a diario un sinfín de anécdotas que provocan la sonrisa de Xandy. "Anécdotas hay muchas, pero no todas se pueden contar (se ríe). La madre, por ejemplo, siempre me pedía que la llevara al banco. Yo le decía: `Mari, ¿para qué vas al banco?. Tendrá que venir el banquero a tu casa ́. Ella me respondía: `No, no. Yo voy al banco como siempre ́. Llegábamos al banco y esperábamos cola como hacían todos. Cuando llegábamos a la caja y le entregaba la tarjeta era muy gracioso, porque la cajera veía la cuenta y ponía cara de que le iba a dar un paro cardiaco. Siempre le decía: 'One minute, please ', y se marchaba rápidamente a buscar al director".

"Es verdad que recordar cosas de él me entristece por todo lo que sucedió luego. A él, por ejemplo, la gente lo quería mucho y siempre se paraba a atender a todos. También obviamente las chicas. Jose era muy bromista y, a veces, cuando querían hablar con él por internet, nunca ponía la cámara. Mandaba a alguno de sus amigos mientras estaba jugando al fútbol conmigo fuera. También me llamaba mucho la atención su alimentación. Uno espera que un deportista de ese nivel coma muy sano. Cada vez que salíamos e íbamos a algún restaurante de lujo él pedía su carne con patatas y un huevo. Yo le decía: 'Jose, ¡que estamos en un restaurante con estrella Michelin! Otro día fuimos a otro y volvió a pedir lo mismo. El chef salió y nos invitó a irnos. Él tenía las cosas muy claras aunque pudiera parecer lo contrario", explica entre risas.

"Después de un partido, recuerdo una anécdota graciosa donde el piloto del avión tuvo inventarse una excusa para retrasar el vuelo, porque Jose había acabado un partido, había cogido atasco y quería coger el primer vuelo disponible para marcharse dos días a España. Pero eso no quiere decir que Inglaterra y Londres no le gustase. Le encantaban ciertos restaurantes, el fondón de chocolate de aquí o encontrarse con algunos futbolistas en el centro de la ciudad. Sí es cierto que no fue fácil, que con el apoyo de su familia se hizo más ameno pero que con el tiempo su propia familia tuvo su dificultad".

Un traspaso sonado y muy deseado por Cagigao

Tras muchos meses de seguimiento, y aprovechando que las arcas del Sevilla seguían necesitando inyecciones de dinero en forma de traspaso, Arsene Wenger y el Arsenal se deciden a apostar fuerte por conseguir el fichaje de Reyes en el mercado de enero, algo poco habitual en un equipo que seguía cosechando victorias. Uno de los grandes culpables de la llegada del sevillano a Londres fue Francis Cagigao, por aquel entonces jefe de scouting internacional del Arsenal durante 23 años. "Reyes tenía 19 años y ya destacaba en Primera División. Yo personalmente había recomendado su fichaje unos 18 meses antes cuando todavía jugaba en el juvenil. Por A o por B no se decidieron a hacerlo y acabó viniendo casi dos años después. Tuvo un coste de 16,5 millones de euros de fijo más otras variables por partidos jugados y objetivos conseguidos. Era una cifra importante para la época", confiesa a Relevo.

"En mi opinión, los primeros meses no le costaron tanto. Quizá la novedad hizo que fuera más fácil para él y su familia. Incluso en el inicio de la temporada siguiente llegó a marcar en seis partidos seguidos y se quedó a uno de establecer un récord. A partir de ahí sí le costó más, pero creo que más por su familia", revela el actual director global del Galatasaray. "Wenger apostó por la llegada de Reyes en enero para que su integración fuera más fácil en un equipo que iba a velocidad de crucero". "Lo vimos como un chico majísimo con un potencial bestial. Hay que reconocer que no llegó a desarrollar todo ese potencial que tenía en ese momento. Técnicamente era impresionante, con un cambio de ritmo increíble y muy creativo. Con Henry se entendió rápidamente. Cuando José Antonio recibía ya comenzaba el movimiento para recibir ese pase diagonal tan preciso", explica Cagigao.

Todo el mundo habla del carácter afable de José y de esa eterna sonrisa que inundaba de positivismo los vestuarios por los que estuvo. "Con José Antonio era imposible llevarse mal, tenía una sonrisa permanente, aunque era algo introvertido. Quizá lo que te decía, que la familia que vivía con él no se adaptó todo lo que debía y eso le pudo influir. Con todo, estuvo tres años más gloriosos del Arsenal, y aunque se adaptase quizá no salió todo lo que espera de él. Era un jugador llamado a marcar una época. Sólo hay que mirar su currículum y todo lo que ha ganado. Con el tiempo mantuve contacto con él. Si algo puedo recordar de él aparte de su zurda era esa sonrisa permanente. Era un chaval maravilloso con un corazón de oro", recuerda. Un partido especial para Sevilla y Arsenal. Unidos por siempre por José Antonio Reyes. Una leyenda que despierta una sonrisa al recordar su talento y forma de ser. Un gunner de corazón utrerano y sangre sevillista.