Marisa Berenson ha sido una de las pocas mujeres del universo capaz de resultar tan veros�mil con cors� y peluca dieciochesca como bailando en la era dorada del disco neoyorquino. De sangre aristocr�tica, inspira algunas colecciones que han fijado su atenci�n en los a�os 70. Pero ella es mucho m�s que una d�cada.
Desde el presente podemos constatar que monsieur Saint Laurent no se equivoc� al definir a Berenson como "la chica de los 70". Si uno se fija en algunas de las colecciones femeninas de esta primavera-verano, inspiradas en la d�cada disco y el Watergate, su estilo acude a la mente al revisar las blusas con chalina de Gucci, los profundos escotes en V y los pantalones de cuero de Cavalli o las franjas de colores, los fruncidosy los finos tirantes con lazada de Ferragamo. Se produce as� el efecto metonimia, en el que la parte reemplaza al todo, y concluimos que la imagen de Marisa Berenson no s�lo representa, sino que es los 70.
Su atractivo atraviesa todas las �pocas por su extra�a cualidad atemporal y eternamente moderna.Su padre y su madre eran, respectivamente, un diplom�tico y hombre de negocios de origen jud�o lituano y una arist�crata paneuropea. Marisa se educ� en las boarding schools suizas de rigor, tras lo cual decidi� convertirse en modelo para disgusto de su abuela.
Con una mentora como Diana Vreeland y unos rasgos f�sicos salidos de un sue�o de Modigliani, la cosa no pod�a salir mal. En los sesenta, Marisa Berenson se impuso en las portadas de todas las revistas de moda, fotografiada por David Bailey, Richard Avedon, Cecil Beaton o Irving Penn (y, despu�s, por Helmut Newton, Steven Meisel o Robert Mapplethorpe). Abarc� todos los registros de la moda de la �poca: futurista de Courr�ges o Rabanne, lady de Valentino, psicod�lica de Pucci o ultrasofisticada de Saint Laurent. El rostro ovalado de Berenson, su nariz respingona, sus ojos imposiblemente verdes no ten�an nada que ver con la agresiva modernidad de las chicas del momento, de Twiggy a Veruschka. Y, sin embargo, Berenson no s�lo logr� situarse al mismo nivel que ellas como maniqu�, sino que inici� una prometedora carrera cinematogr�fica en pel�culas m�ticas como Muerte en Venecia (1971), de Visconti, Cabaret (1972) de Bob Fosse, y Barry Lyndon (1975), de Stanley Kubrick.
De R�gine's Studio 54
En los a�os 70 Berenson alcanz� la cima de su popularidad vestida de Saint Laurent, de Diane Von F�rstenberg, de Azzaro o de Ungaro. Se caso dos veces: con el empresario James Randall en 1976 (Valentino blanco de inspiraci�n mexicana) y con el abogado Aaron Richard Golub en 1982 (Halston rosa: "�No iba a vestirme de blanco dos veces!"). Con el primero de sus maridos, tendr�a su �nica hija, Starlite Melody Randall: �Starlite! �Melody!. Hoy en d�a, Berenson compagina apariciones espor�dicas en las pantallas grande y peque�a con la comercializaci�n de una l�nea de productos de belleza. Y pasa largas temporadas en Marrakech, ciudad que descubri� durante una sesi�n de fotos hace m�s de 40 a�os.
Mientras tanto, la sola menci�n de su nombre sigue evoc�ndonos una �poca y una forma de vida que s�lo unos pocos pudieron llevar, y en la que todos so�amos con haber participado. Aunque sea a trav�s del filtro de un Cavalli o un Ferragamo.