Rey David versus Brad Pitt - Protestante Digital

Rey David versus Brad Pitt

Cuando descubras tu debilidad, simplemente corre hacia Dios.

27 DE MAYO DE 2023 · 14:00

Imagen de <a target="_blank" href="https://unsplash.com/es/s/fotos/david#:~:text=Foto%20de-,Mateus%20Campos%20Felipe,-en%20Unsplash">Mateus Campos Felipe</a>, Unsplash.,
Imagen de Mateus Campos Felipe, Unsplash.

“La fragilidad del cristal, no indica debilidad sino calidad”

Jena Malone (Carine McCandless)

 

Me encanta esta preciosa frase tomada de una película muy especial: Hacia rutas salvajes. En ella se cuenta la historia del soñador idealista Christopher McCandless, quien decide dar un giro total a su vida al salir de la universidad. 

Cambia su nombre, se despide de su familia y marcha de casa sin dinero, camino de la naturaleza.

Cuando pienso en esta frase, medito en la vida de alguien muy especial, sobre todo para Dios; se le llama el gran cantor de Israel, era rubio y de hermoso parecer… pero la definición acerca de él es la más preciosa para mí: “Un hombre conforme al corazón de Dios”.

En la vida del que salió de cuidar con amor a todas sus ovejas y llegó a ser el gran: “Rey David”. Ocurrieron unas cuantas cosas en su vida; pero hay dos que nos la resumen en muy pocas palabras; su gran victoria y su gran derrota.

A pesar de las burlas de sus hermanos, el comienzo de la preocupación del aún rey Saúl y mucho más, aquel muchacho, que quizá por su físico siempre lo comparo con Brad Pitt, se enfrentó y con muy poco y sobre sí al gigante Goliat, y esa fue su gran victoria; pero cuando medito mucho sobre su vida y todo lo que ocurrió en ella, concluyo que, en cierto sentido fue una derrota. ¡Claro que venció y mató al filisteo enemigo! Pero con aquello de…“Saúl mató a mil y David a diez mil”, cuando volvían, después de que David matara al filisteo y las mujeres de todas las ciudades salían al encuentro del rey Saúl, cantando y danzando alegremente con panderos y platillos cantando a coro. Creo realmente que ahí comenzó la envidia de Saúl y todo lo que vino después.

Y nuevamente en la vida de David, cuando ya se creía un tanto por encima de todo y de todos, ocurre la gran derrota de este hombre conforme al corazón de Dios, un gran pecado de adulterio, asesinato premeditado, mentira y demás, y cuando vuelvo a meditar con mucho detenimiento en toda la historia, concluyo que todo aquel horror, después de la muerte del niño, el profeta Natán, y el arrepentimiento y restauración de David, llegó su gran victoria…. Volver a su Señor, casarse con una mujer que, creo sinceramente que fue a la única a la que amó de verdad entre todas sus mujeres. En Betsabé confluían dos sangres en la línea de Cristo y exactamente el “Rey Salomón”, sucesor del trono, era hijo de ambos. 

Hay una frase muy utilizada que me parece preciosa: ¡CUANDO NO SABES A DONDE HUIR… CORRE HACIA DIOS!

Vamos a analizar someramente otros personajes más, en la vida de David, que le causaron dolor; sus flaquezas, sus pruebas y el modo en el que pudo superar y salir con éxito.

- En primer lugar me acuerdo de Mefi–Boset. ¿Recordáis la amistad aún más allá de la muerte de Jonathan y David, y la promesa de cuidar y mirar siempre por los descendientes del uno hacia el otro? Conocemos la historia y como David encontró al lisiado de Mefi–Boset y como era puesto a la mesa del rey cada día tratándolo como hijo de rey y con todo el amor del mundo. En una ocasión, David, con ese gran corazón que tenía, fue a casa de Mefi, le llevaba muchas cosas, y se encontró la casa vacía; su criado le contó que Mefi había ido a Jerusalem a ver si podía recoger la herencia como nieto de Saúl, y no estaba cuando llegó la provisión de Dios. Esto me emociona y me duele… Cuantas veces hemos cavado para nosotros mismos, cisternas rotas en nuestras propias vidas, cisternas que no pueden retener el agua y que no sirven para nada, y desaprovechamos la provisión de Dios, el mamá de cada día.. ¡De cada día….! Supongo que David se entristeció mucho al vivir aquella escena, pero calló con comprensión y amor, y el regalo que era para Mefi, lo recogió su criado.

- ¿Os acordáis de Simei?... No podía ser menos, descendiente de Saúl, en una ocasión se puso a profetizar, y a apedrear a David, buen sucesor de Balaam. David, simplemente le dijo, repites la historia de Balaam, y la promesa del Señor sigue vigente. El Señor salvó a David.

- ¿Y quién no recuerda la tristísima historia de Absalom? ¡Un hijo! Y todos sabemos lo que puede llegar a doler un hijo. Con su preciosa cabellera, intentando usurpar el trono de su propio padre con bajeza, vileza y traspasado por la envidia. ¿Podéís situaros en el lugar de David? ¡Cuánto dolor! Pero no levantó su mano contra él, Dios mismo se encargó.

- Podríamos seguir con muchas cosas más, Goliat, la cueva de Adulam…

Cuando analizo la vida de David, el gran cantor de Israel, de hermoso parecer, el que fue despreciado por sus hermanos, perseguido por Saúl, David sabía que estaba ungido, pero supo esperar el momento de Dios, no tocó el manto de Saúl cuando podría matarlo, solamente cortó un trozo para poder demostrarlo; esto me habla profundamente al corazón.

Cuando miramos a alguien, sobre todo a alguien tan destacado como David, nos olvidamos de todo lo bueno, su capacidad de obediencia, espera, perdón… El modo en el que aceptó no poder construir su sueño, el Templo, el modo de delegar y ayudar a Salomón… Siempre vamos derechitos a todo el tema de Betsabé. Todo eso son profundidades mayores, es cierto que lo hizo tremendamente mal; pero también es cierto que su tierno corazón le traicionó, y del mismo modo que logró superar todos los otros temas, este también logró superarlo, no pasando por alto el castigo pertinente, pero sabiendo humillarse, sabiendo pedir perdón y lograr ver la preciosa restauración de aquella vida, por parte de un Dios que le amaba lleno de misericordia, y un hombre escogido, ungido y conforme al precioso corazón de Dios.

Voy a preguntar algo que me taladra… ¿CUÁL ES TU BETSABÉ? ¿DÓNDE ESTÁ TU PUNTO DÉBIL Y CUÁL ES TU DEBILIDAD? ... 

Entonces, inexorablemente, tengo que ir a las palabras del Nuevo Testamento y al Apóstol Pablo: “… Porque cuando soy débil, es entonces cuando soy fuerte, porque se manifiesta en mí el poder de Cristo…” (2 Corintios 12:10)

 

No sé que os han parecido estás consideraciones, yo he puesto todo mi corazón en ello. Cuando descubras tu debilidad, simplemente… ¡CORRE HACIA DIOS!

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