Hace un par de semanas que el Atlético de Madrid B logró la permanencia en Primera RFEF de manera matemática. Logrando el objetivo que le había marcado el club para la presente temporada. De este modo se asegura un año más en la tercera categoría, lugar habitual del filial en los últimos años. Un logro que de momento se acompaña acabando por encima del Real Madrid Castilla, un filial hecho para ascender a Segunda división.
Uno de los principales motivos del éxito del Atlético de Madrid B ha sido su solvencia defensiva. En la segunda vuelta se ha convertido en el segundo equipo más seguro del campeonato, sólo superado por un histórico como el Málaga. Los colchoneros han encajado 12 tantos, los mismos que el Atlético Sanluqueño, por los seis que le han anotado al cuadro malagueño. Un dato, el de la seguridad defensiva, que es muy poco habitual en equipos en formación como es el caso del filial colchonero.
Si miramos al otro grupo de Primera Federación, los únicos equipos que han encajado menos goles son el Deportivo que ha recogido el balón de su jaula en nueve ocasiones y el Nástic de Tarragona que lo ha hecho en once. Mientras que Ponferradina y Tarazona han encajado los mismos que colchoneros y gaditanos. Así que sólo hay tres equipos de los 40 que componen la Primera RFEF con mejores números defensivos que los pupilos de Tevenet.
Si ya sólo tenemos en cuenta a los filiales de la categoría. Equipos en formación que suelen tener problemas en este sentido. Los únicos que pueden compararse con el Atlético B son el Celta Fortuna que ha encajado 15 tantos por los 16 que le han marcado al Barcelona Atlètic. Filiales que se encuentran en la zona alta del Grupo 1. En el grupo 2 están el Castilla que ha encajado 18 goles y el Granada 21. Mientras que la clasificación la cerrarían la Real Sociedad con 21 tantos y el Osasuna B con 23, casi el doble que los colchoneros.
En los 16 partidos que ha disputado en esta segunda vuelta tiene un promedio de 0.75 goles por partido. Han logrado siete puertas a cero, en ocho ocasiones han encajado un tanto, y el único partido en el que se han visto ampliamente superados fue ante el Córdoba, día que encajaron cuatro tantos.
De estos 16 partidos, 13 los ha jugado Iturbe. Es una de las grandes promesas de la Academia en este momento y ya es internacional español Sub-21 a pesar de estar en Primera RFEF. En esta segunda vuelta ha dejado su portería a cero en seis ocasiones, ha realizado 31 paradas, entre las que hay que incluir un penalti al Atlético Baleares.
Una portería que ha compartido con Gomis. El meta habitualmente viaja con el primer equipo, a excepción de los periodos de parón internacional, justo cuando se marcha Itu con la Sub-21. Así que cuando esto sucede Tevenet le ha puesto de titular, esto ha sucedido en tres ocasiones. Tres ocasiones en las que ha dejado la portería a cero una vez, ha encajado dos goles y ha realizado 10 paradas. Tiene mérito porque Gomis nunca entrena con el filial, lleva toda la temporada en dinámica del primer equipo. Así que cada partido con el filial es como jugar casi con un equipo diferente.
Por último, el que no ha podido debutar en la portería del filial ha sido Sergio Mestre. Un portero que a pesar de seguir en edad juvenil ha estado siempre convocado por el filial rojiblanco. Y le ha tocado participar en la Youth League dónde ha hecho un buen papel con el Juvenil A.
Está claro que los porteros tienen buena parte de culpa de los buenos resultados a nivel defensivo del filial colchonero. Un gran trabajo de Iturbe, Gomis y Mestre, así que se merece una mención especial Manolo Rubio que es su preparador y que está en el día a día con ellos.
Aunque además de una buena labor de los cancerberos se trata de un trabajo de equipo. Un trabajo de equipo que permite dejar porterías a cero y convertirse en uno de los conjuntos menos goleados de la segunda vuelta en la categoría. Tiene mucho mérito por ser un filial, un equipo en formación.
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