Por qué algunos "expertos" creen que en realidad estamos viviendo en el año 1724

Pareciera ser que, según una serie de “historiadores” alemanes, el registro que el resto del mundo lleva del paso del tiempo está errado. No importa lo que otros científicos sociales digan, ellos están convencidos de que vivimos en el año 1724, de acuerdo con la última teoría de conspiración, conocida como la Hipótesis del Tiempo Fantasma. De acuerdo con ellos, no estamos celebrando el inicio del 2021, y quien lo haga, vive en un engaño histórico.

“La Edad Media nunca existió”

Al aire libre en la Capilla de Aquisgrán en Alemania (construida alrededor del 800), una escultura muy antigua de la Epifanía con los tres reyes magos (tres tipos) del este trayendo presente a María y su niño Jesús. Una estrella brilla desde arriba sobre el niño. Foto: Getty Images

En la década de los 90, un grupo de historiadores alemanes propuso la teoría de que la Edad Media no pasó nunca. Según su teoría, en realidad, estamos viviendo en el siglo XVIII, y el tiempo histórico responde a una serie de imposiciones de figuras de poder. Esta aseveración está basada en el hecho de que, en 1582, el Papa Gregorio XIII impuso el calendario gregoriano, nombrado en su honor.

Antes de esta aportación papal, el mundo occidental seguía el calendario juliano, impuesto por Julio César en el año 48 a.C. Para sincronizar el movimiento de la Tierra con los astros, este calendario contaba con un bisiesto cada 4 años, para compensar el día adicional en el cálculo de los años.

Ante la lógica matemática de los cálculos de cada mandatario, podríamos enfrentarnos a dos posibilidades. El Papa cometió un error que reduciría la fecha actual 300 años, haciendo que los procesos históricos fueran una creación endeble. A esta serie de afirmaciones, Heribert Illig y el Dr. Hans-Ulrich Niemitz las denominaron la hipótesis del tiempo fantasma.

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Vista inferior de la cúpula de la catedral de Aquisgrán, Alemania, construida en el siglo VII por Carlomagno. La imagen muestra la antigua cúpula octogonal. Foto: Getty Images

Esta teoría afirma que la supuesta falta de progreso que se identifica en el medioevo se deba a la falta de registros de grandes eventos, como la expansión del Islam y la reaparición del pueblo judío en el mapa, entre 711-1096 d.C. Según Niemitz, incluso la arquitectura de la época parece anacrónica:

“Uno de los mejores ejemplos, estudiado intensamente, es la Capilla de Aquisgrán (ca. 800 d. C.), que parece haber llegado aproximadamente 200 años antes. La forma de construir un arco que se muestra en esta capilla no tiene antecesor”.<

El historiador afirma que, incluso en términos simbólicos, era imposible que la idea del Purgatorio no evolucionara hasta el 600 y el 1100 d.C.. La única explicación, siguiendo su lógica, es que prácticamente no había pasado el tiempo, sino que se habían insertado cientos de años en el calendario.

¿Es real?

Vista frontal de la Catedral de Milán. Foto: Getty Images

Esta teoría no tiene ningún apoyo de la comunidad científica, ya que otros procesos históricos —como por ejemplo, la dinastía Tang en China—, sí empatan con los registros que se tienen de la Edad Media. Por esta razón, la Hipótesis del Tiempo Fantasma ha quedado reducida a una pseudociencia sin fundamento alguno.

A pesar de que otros filósofos e historiadores han calificado este desarrollo teórico como “necio“, o “un capricho“, si siguiéramos las ideaciones de Illig y Niemitz, hoy en día estaríamos celebrando el inicio del año 1724, y no del 2021. A pesar de que tienen una serie de seguidores convencidos de que hay tiempo fantasma, esta no es una teoría sustentada científicamente.

 

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