Sébastien
Loeb

Los rallies requieren una total concentración, una habilidad increíble y mucha sangre fría. Loeb tiene estas cualidades y más y, gracias a su dominio del deporte, recibe el apodo de “Le Patron” (el jefe). Las proezas deportivas de Sébastien se hicieron patentes desde pequeño, cuando se convirtió en el tetracampeón de gimnasia de Alsacia. Pero en 1995 Sébastien dejó la gimnasia y el trabajo para centrarse en ser piloto de competición. En 1998 compitió en la serie francesa del trofeo Citroën Saxo Trophy, ganando el título en 1999 antes de participar en el Campeonato del Mundo de Rallyes júnior en 2001. Ahí saltó a la fama gracias a sus victorias en cinco de las seis pruebas. Su primera competición en el Mundial de Rallyes (WRC) llegó en 2002, con el Citroën Total World Rally Team. Lo más asombroso es que Sébastien ha conseguido ganar los nueve títulos de WRC que se han disputado desde entonces (2004-2012), así las 78 pruebas de WRC (suma y sigue), más del doble que el resto de los pilotos de esta modalidad. Es más, desde 2005 ha ganado 52 de las 55 pruebas de asfalto disputadas, y en 2009 recibió la Legión de Honor. Dejando claro que es uno de los grandes pilotos de todos los tiempos, también ganó la Race of Champions en 2003, 2005 y 2008, quedó segundo en la 24 Horas de Le Mans en 2006, y ganó la final de rallycross en su primera aparición en los X Games en 2012, repletos de estrellas del deporte. No es de extrañar que el 2013 también fuese todo un éxito. Sébastien quedó segundo en el Rally de Suecia y primero en el de Argentina. 2014 le ha visto alcanzar la tercera plaza del Campeonato del Mundo de Turismos FIA. Tras casi una década en la cima de su deporte, Sébastien Loeb sigue al pie del cañón.

En 2021 vuelve al Rally Dakar con un coche nuevo. Loeb ha fichado por el Bahrain Raid Xtreme Team y pilotará el temible BRX1.