Medicina tradicional

9 de agosto de 2023 | Preguntas y respuestas

La medicina tradicional tiene una larga historia. Es la suma de los conocimientos, habilidades y prácticas basadas en las teorías, creencias y experiencias indígenas de diferentes culturas, explicables o no, que se utilizan en el mantenimiento de la salud y la prevención, el diagnóstico, la mejora o el tratamiento de enfermedades físicas y mentales. 

Véanse las definiciones de la OMS de medicamentos tradicionales, complementarios y herbarios. 

Durante siglos, la medicina tradicional y complementaria ha sido un recurso integral para la salud en hogares y comunidades. 170 países han comunicado que utilizan la medicina tradicional, siendo la acupuntura la forma más común de práctica (113 países). Muchos países desarrollados también han comenzado a reconocer e integrar la medicina tradicional en sus sistemas de salud.

Según datos de 2012, casi la mitad de la población en muchos países industrializados utiliza actualmente alguna forma de medicina tradicional y complementaria de forma regular (Estados Unidos, 42%; Australia, 48%; Francia, 49%, y Canadá, 70%); y en muchos otros países también se hace un uso importante de alguna de sus modalidades (Chile, 71%; Colombia, 40%, y hasta un 80% en algunos países africanos). 

Durante siglos, el conocimiento tradicional, indígena y ancestral ha sido un recurso integral para la salud en hogares y comunidades, y actualmente sigue formando una parte importante de la atención de salud en muchas regiones. 170 de los 194 Estados Miembros de la OMS han informado del uso de hierbas medicinales, acupuntura, yoga, terapias indígenas y otras formas de medicinas tradicionales. Muchos países reconocen que la medicina tradicional es una valiosa fuente de atención de salud y han tomado medidas para integrar prácticas, productos y profesionales en este ámbito en sus sistemas nacionales.  

Hoy en día, la medicina tradicional se ha convertido en un fenómeno mundial; la demanda está creciendo (los pacientes buscan una mayor representación y participación en su salud y bienestar y una atención médica más compasiva y personalizada). Para millones de personas, especialmente las que viven en zonas remotas y rurales, sigue siendo la primera opción para la salud y el bienestar puesto que supone una atención disponible, asequible y aceptable desde un punto de vista cultural.  

La labor de la OMS en materia de medicina tradicional es una respuesta a las solicitudes de los países de pruebas y datos que sirvan de base para políticas y prácticas, normas y reglamentos mundiales con los que lograr la seguridad, la calidad y el acceso equitativo a la salud.

En la Declaración de Astaná de 2018 sobre atención primaria de salud se reconoce la necesidad de integrar los conocimientos y las tecnologías de la medicina tradicional en la prestación de atención primaria (una piedra angular de los sistemas de salud) en la búsqueda de la salud para todos.    

La OMS reconoce la diversidad de prácticas de la medicina tradicional, complementaria e integradora en todos los países del mundo y su contribución a la salud, el bienestar, la atención de la salud centrada en las personas y la cobertura universal de salud. Esta medicina, adecuadamente integrada, puede mejorar los resultados de salud al aumentar la disponibilidad de servicios, especialmente en el nivel de atención primaria de salud. Muchos países tienen una larga historia de medicina tradicional y de profesionales en esa materia que son importantes para proporcionar atención a las poblaciones, y la OMS reconoce que la medicina tradicional, complementaria y alternativa tiene muchos beneficios.

La integración de la medicina tradicional, complementaria e integradora en los sistemas nacionales de salud y en la corriente principal de atención médica debe hacerse de manera adecuada, efectiva y segura sobre la base de las pruebas científicas más recientes. La OMS ayuda a los países que desean adoptar prácticas de medicina tradicional a hacerlo de una manera basada en la ciencia para evitar daños a pacientes y lograr una atención de salud segura, eficaz y de calidad. Es fundamental aplicar un enfoque basado en las pruebas; incluso si las medicinas tradicionales se derivan de una práctica establecida desde hace tiempo y son naturales, es fundamental establecer su eficacia y seguridad a través de ensayos clínicos rigurosos. Esto no solo hace que los tratamientos sean efectivos y seguros, sino que proporciona las pruebas rigurosas necesarias para que la OMS recomiende la medicina tradicional en sus directrices. Las terapias no medicinales (por ejemplo, el yoga y la acupuntura) suponen una dificultad adicional debido a su variabilidad en la práctica, lo que hace extremadamente difícil, si no imposible, la realización de ensayos controlados aleatorizados. Esto significa que debemos esforzarnos en desarrollar nuevas metodologías que proporcionen pruebas sólidas y dignas de crédito para recomendar su uso en condiciones concretas. 

El programa de medicina tradicional de la OMS comenzó en 1976; hoy, a través de su Unidad de Medicina Tradicional, Complementaria e Integradora, la Organización está trabajando con países para desarrollar normas y criterios de referencia para la capacitación y la práctica de diferentes sistemas de medicina tradicional, y para su integración basada en pruebas en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE). 

En la undécima revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), que entró en vigor el 1 de enero de 2022, figura un capítulo sobre la medicina tradicional para la codificación dual y opcional, que se basa en la medicina tradicional originada en la antigua medicina china (ahora comúnmente utilizada en China, Japón, República de Corea y en otras partes del mundo). La OMS está elaborando el siguiente módulo en este capítulo de medicina tradicional, con términos de diagnóstico procedentes de los sistemas de las medicinas ayurveda, unani y siddha.  

La Organización está aplicando su segunda Estrategia sobre Medicina Tradicional 2014-2023, centrada en la elaboración de normas, estándares y documentos técnicos basados en información y datos fiables para ayudar a los Estados Miembros a prestar servicios de medicina tradicional y complementaria seguros, cualificados y eficaces, y a integrarlos adecuadamente en sus sistemas de salud. Los Estados Miembros solicitaron en la Asamblea Mundial de la Salud de mayo de 2023 que se elaborara una estrategia actualizada para el período 2025-2034.

En 2022, con el apoyo del Gobierno de la India, la Organización estableció el Centro Mundial de Medicina Tradicional de la OMS en respuesta al creciente interés y demanda mundial por una medicina tradicional basada en pruebas científicas. Es el primer y único centro mundial de la OMS dedicado a la medicina tradicional. El centro de intercambio de conocimientos trabaja principalmente en pruebas, datos, biodiversidad, innovación y creación de alianzas para optimizar la contribución de la medicina tradicional a la salud mundial, la cobertura universal de salud y el desarrollo sostenible, y se guía por el respeto de los patrimonios, recursos y derechos locales.

La tercera encuesta mundial sobre medicina tradicional tiene por objeto supervisar los progresos realizados en el funcionamiento de los sistemas tradicionales y complementarios, comprender mejor su papel, función y efecto en los sistemas de salud de los países y lograr la armonización con los marcos de vigilancia de la OMS y mundiales. Los resultados servirán de apoyo para la elaboración de la nueva estrategia de medicina tradicional 2025-2034. La encuesta se basa en las encuestas mundiales anteriores realizadas en 2001 y 2012, donde los datos de seguimiento se recopilaron entre 2016 y 2018. Los resultados se publicaron en

2019 WHO Global report on traditional and complementary medicine. Se incorporaron dos indicadores de medicina tradicional, complementaria e integradora en la 2018 Global reference list of 100 core health indicators (plus health-related SDGs).

El primer principio en medicina es no causar daño, por lo que la seguridad es siempre un principio fundamental en la provisión de cualquier tratamiento y procedimiento de atención de salud. La OMS ha abogado sistemáticamente por la integración en los sistemas nacionales de salud de prácticas y productos de medicina tradicionales que cumplan las normas de calidad, seguridad y eficacia.

Los tratamientos y productos fitoterapéuticos, como la acupuntura y la homeopatía, se utilizan ampliamente en los sistemas de medicina tradicional. La mayoría están disponibles y son fáciles de usar. Como muchos se consideran naturales, se perciben como seguros y más saludables que las sustancias farmacéuticas. Ahora bien, al contrario de lo que se cree popularmente, los productos de la medicina tradicional no siempre son seguros y pueden acarrear consecuencias negativas para la salud, especialmente cuando se utilizan en combinación con otros medicamentos (véase aquí) o cuando se toman en dosis altas.

Los usuarios necesitan estar mejor informados sobre los beneficios y propiedades reales de los diversos tratamientos tradicionales y de sus posibles peligros, y tener acceso a una información digna de confianza, clara y fácilmente disponible. Un uso inadecuado pone a los consumidores en riesgo de sufrir efectos secundarios potencialmente graves como resultado de alergias, interacciones medicamentosas, contaminación de productos con pesticidas, metales pesados y otras sustancias, o daños producidos por profesionales inexpertos o mal capacitados.

Cualquier producto o terapia de la medicina tradicional, complementaria e integradora debería seguir un protocolo estricto y estar sometido a pruebas y ensayos clínicos para ser de calidad, eficaz y seguro para el paciente.

La medicina tradicional, complementaria e integradora puede ofrecer varios beneficios cuando se usa junto con tratamientos médicos convencionales para muchas afecciones de salud, por ejemplo ofrece la posibilidad de acceder a una gama más amplia de tratamientos, contar con cuidados paliativos con los que controlar los efectos secundarios de los tratamientos convencionales, mejorar el bienestar mental y emocional y aumentar la satisfacción del paciente.

Los productos y prácticas tradicionales pueden integrarse con la medicina moderna para apoyar la salud general y el tratamiento seguro y eficaz de afecciones de salud, aunque no deberían reemplazar o retrasar la búsqueda de atención médica convencional.

Las personas con afecciones médicas graves y críticas (por ejemplo, un cáncer agresivo o una fiebre alta en el caso de un niño pequeño) necesitan visitar a su proveedor de atención de salud y usar todos los tratamientos eficaces de la medicina convencional a su disposición.

Con los medicamentos derivados de la medicina tradicional podemos hacer muchas cosas para investigar su potencia, eficacia y seguridad en ensayos bien controlados. Las técnicas farmacológicas modernas, como la detección basada en la inteligencia artificial, también pueden ayudar a pasar de tratamientos tradicionales, con un buen potencial pero con problemas de estabilidad y consistencia, a medicamentos modernos bien controlados. La problemática ligada a las intervenciones tradicionales no medicinales exigirá una nueva forma de concebir las metodologías de los ensayos definitivos, con miras a proporcionar pruebas que sean lo suficientemente concluyentes y sólidas como para elaborar recomendaciones normativas. Debemos estar preparados para aceptar que los beneficios aparentes de algunas intervenciones pueden deberse a un efecto placebo, mientras que otros sean ejemplos empíricos de principios científicos modernos. Solo una investigación científica rigurosa responderá a estas preguntas. 

Muchos Estados Miembros de la OMS tienen un largo y rico patrimonio de medicinas tradicionales que han integrado en sus sistemas nacionales de prestación de servicios de salud en diversos grados. Una de las dificultades comunes es el control de la seguridad de los productos de esta medicina, especialmente el establecimiento de sistemas de farmacovigilancia de sus productos.

Siendo que es una realidad el amplio uso de la medicina tradicional en todo el mundo, vigilar la seguridad de sus productos y prácticas es un área de trabajo importante y prioritaria. La OMS alienta a los Estados Miembros a establecer un sistema integrado de farmacovigilancia tanto de los productos farmacéuticos convencionales como de los productos de medicina tradicional, complementaria e integradora (que algunos países ya tienen).

En términos generales, los productos y prácticas de esta medicina están sujetos al mismo escrutinio (regulación, seguridad y control de calidad) que los productos farmacéuticos; 124 Estados Miembros de la OMS han aprobado leyes o reglamentos sobre medicamentos de fitoterapia. 

Para apoyar a los Estados Miembros en este esfuerzo, la OMS ha publicado una serie de directrices sobre la calidad, seguridad y eficacia de la fitoterapia, entre ellas:

Alrededor del 40% de los productos farmacéuticos actuales tienen una base de productos naturales, y gracias a la medicina tradicional se han obtenido medicamentos emblemáticos. La medicina tradicional y los conocimientos tradicionales han contribuido a descubrimientos médicos innovadores, y hay una larga historia de fitoterapia que se traduce en tratamientos eficaces de afecciones de salud.

El descubrimiento de la aspirina se basó en formulaciones de la medicina tradicional utilizando la corteza del sauce; la píldora anticonceptiva se desarrolló a partir de las raíces de la planta ñame silvestre; y tratamientos contra el cáncer infantil se han basado en la planta vicapervinca. La investigación sobre la artemisinina para el control de la malaria, galardonada con el premio Nobel, se inició revisando antiguos textos de medicina china. El descubrimiento de la vacuna antivariólica, que ha llevado a la erradicación de la enfermedad, se inspiró en las antiguas prácticas de inoculación de comunidades de todo el mundo.  

La modernización rápida y notable de las formas en que se estudia la medicina tradicional puede ayudar a aprovechar su potencial y el de los conocimientos tradicionales, para la salud y el bienestar. Tomando pistas de usos tradicionales pueden descubrirse nuevos medicamentos clínicamente eficaces a través de métodos de investigación como la etnofarmacología y la farmacología inversa.

La aplicación de nuevas tecnologías en la salud y la medicina puede abrir nuevas fronteras de conocimiento sobre la medicina tradicional. La inteligencia artificial ha supuesto un cambio de paradigma, revolucionando el estudio y la práctica de los sistemas de curación tradicionales. Los algoritmos avanzados y las capacidades de aprendizaje automático de la inteligencia artificial pueden permitir a los investigadores explorar un amplio conocimiento médico tradicional, encontrar pruebas al respecto y detectar tendencias difíciles de descubrir en otra época.