¿Quién no ha ido a visitar un piso para alquiler o compra y se ha encontrado con un enorme pasillo? En un mundo donde el espacio urbano se vuelve cada vez más escaso, las soluciones arquitectónicas ingeniosas son más necesarias que nunca. Entre estas problemáticas destacan las “casas estrechas”, proyectos que desafían las convenciones mediante el aprovechamiento máximo de terrenos limitados.

Esta tipología de vivienda responde, entre otras cosas, a la falta de espacio y a una forma de construir que a día de hoy se ha quedado obsoleta. Sin embargo, todo se puede transformar. Estas casas se convierten en ejemplos palpables de cómo los arquitectos están reinventando las formas habitacionales en entornos urbanos densamente poblados.

Las casas estrechas, a menudo encontradas en ciudades con alto valor del suelo como Tokio, Ámsterdam y Nueva York, suponen un desafío particular tanto para arquitectos como para residentes. Los arquitectos deben lidiar con restricciones de espacio extremas, a veces con frentes que no superan los pocos metros de ancho, lo que les obliga a maximizar cada centímetro disponible. Al mismo tiempo, estas casas deben ser confortables y estéticamente atractivas, garantizando que la calidad de vida de los residentes no se vea comprometida.

Este equilibrio entre utilidad y belleza es la clave de los siguientes proyectos, que han llamado nuestra atención por sus singulares medidas y soluciones espaciales. Así sí. 

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comedor madera piso Barcelona estudio Forma
José Hevia

Aperturas en paredes

Con un diseño tubular: largo y angosto, este departamento presentaba extensos pasillos y cuartos oscuros con escasa iluminación natural. Situado en un edificio típico de los años 80 en el Eixample de Barcelona, el espacio fue completamente transformado gracias a la impresionante renovación llevada a cabo por el estudio Forma. Para conseguirlo, se hicieron cinco grandes aperturas en las paredes divisorias de la vivienda, “con el objetivo de integrar los ambientes y crear así líneas de vista en diagonal”, explican los profesionales del estudio.

Na Mime Salon
Fiona Costa

3 metros de ancho

Las limitaciones urbanísticas y de la estrecha parcela marcaron el desarrollo de este proyecto en Mallorca llevado a cabo por el arquitecto Jaime Company, una casa de dos alturas con azotea. Se decidió crear un sistema de pasarelas en interior y exterior que actuaran a modo de porches protegidos con persianas y se aprovechó para crear jardines tanto en el patio delantero como en los interiores.

Un piso en tonos neutros en Barcelona por PPT Interiorismo
Enric Badrinas

Creatividad al poder

Un claro ejemplo de cómo un piso estrecho puede presumir de grandes ideas se encuentra en las cuadrículas y pintorescas calles del Eixample de Barcelona: un compacto apartamento de 60 metros cuadrados que encapsula las esencias del diseño interior moderno. Bajo la dirección de Helena Puig, el estudio PPT Interiorismo ha revitalizado este espacio combinando de manera experta estética y funcionalidad. Este proyecto no solo demuestra una funcionalidad optimizada, sino que también ilustra cómo el diseño de interiores puede ser una herramienta efectiva para alterar la percepción del espacio. Su enfoque distintivo, que abarca diversas disciplinas creativas, incluyendo el diseño gráfico, se refleja en cada detalle del apartamento, forjando un entorno sereno y elegante.

apartamento Paris 3
Kitoko Studio

Un mueble multifuncional

No hace falta subrayar que residir en un espacio de apenas 9 metros cuadrados no es precisamente un lujo, incluso en París. Sin embargo, existen formas de convertir esta limitación en una oportunidad. Eso es exactamente lo que han logrado los expertos de Kitoko Studio, quienes se inspiraron en la funcionalidad de una navaja suiza para diseñar un área que cumple con todas las necesidades de sus habitantes.

Mesa de comedor de madera
David Zarzoso

Mesa de comedor de madera

Basándose en la configuración inicial de la propiedad, que consistía en un extenso pasillo y estancias con poca iluminación, el equipo de Forma Arquitectura se propuso redefinir este lugar en un espacio flexible y acogedor que satisficiera las necesidades actuales de vida, "preservando al mismo tiempo el carácter modernista original", explican desde el estudio. Esta transformación se llevó a cabo en una residencia situada en el Eixample de Barcelona, dentro de un edificio de 1900. El proyecto ha logrado abrir los espacios, aumentar la entrada de luz natural y, además, ha permitido recuperar y valorizar elementos arquitectónicos originales como las baldosas hidráulicas y las bóvedas catalanas.