El joven Winston (1972), de Richard Attenborough

Winston Churchill (Simon Ward) es un joven perteneciente a una familia acomodada, cuyos padres estaban más atentos a sus quehaceres, vida profesional y social, que a prestar atención a su hijo, hasta el punto de que su querida niñera es casi una segunda madre. Con el tiempo, el muchacho acabará dedicándose a la política , siguiendo los pasos de su padre, parlamentario que acaba cayendo en desgracia, y que murió tempranamente debido a la sífils, que mermó en sus últimos años sus facultades.

Richard Attenborough mostró tempranamente su afición al biopic. En esta película biográfica describe los años mozos del Primer ministro del Reino Unido, apoyándose profusamente en los abundantes textos de Churchill, no en balde ganaría el Premio Nobel de Literatura. De hecho, las propias palabras de Churchill acompañan a gran parte del film, con el recurso a la voz en off.

La película se centra en los primeros años de vida, concretamente, desde su infancia y adolescencia, la juventud en la que llegó a servir en regimientos de la India y el Sudán en caballería, hasta que fue nombrado corresponsal de prensa en las guerras de los bóer de las colonias africanas del Imperio Británico. Hay tres actores para el mismo personaje: Russell Lewis con siete años, Michael Audreson con trece, y Simon Ward. Cuenta con un elenco de rostros conocidos, a excepción de Ward que adquirió celebridad tras este papel, y que muestra un extraordinario parecido con el personaje, al que imprime una mezcla de orgullo y determinación muy adecuados.

Se nota que Attenborough tiene el referente de David Lean y su Lawrence de Arabia, rodada diez años antes, y entrega una película de amplio lienzo, con abundantes escenas bélicas muy bien filmadas, con una fotografía que aprovecha la polvareda que levantan los caballos en el combate; la última carga de la historia de la caballería británica, o el ataque a un tren, merecen formar parte de cualquier antología de cine bélico. Aunque también hay escenas más íntimas, con momentos muy logrados, como las entrevistas muy personales a la madre Jennie, y al propio Churchill, el momento de más confianza con el padre Randolph, y el excelente momento oratorio que le valió el apodo periodístico de "El joven león".

Destacan Robert Shaw (Tiburón), Anne Bancroft (El graduado), Ian Holm y Anthony Hopkins. La película recibió nominaciones al Oscar para el guión de Carl Foreman, la dirección artística (obra de Don Ashton, Geoffrey Drake, John Graysmark, William Hutchinson y Peter James) y el vestuario de Anthony Mendleson.