En 2020, los socios cinematográficos Amanda McBaine y Jesse Moss estrenaron Estado de los niños, un documental sorprendente y compulsivamente visible que reúne todos los defectos políticos de Estados Unidos en un evento competitivo. Al integrarse en la edición de Texas de 2018 de Boys State, un evento anual de liderazgo en el que mil adolescentes se reúnen para formar un gobierno simulado de EE. UU., McBaine y Moss siguieron a un puñado de participantes mientras competían por cargos públicos, aprendieron terribles lecciones sobre Estados Unidos. política, y alternaban entre actuar como estadistas hastiados y actuar como adolescentes. Una de las preguntas más obvias que surgieron de ese documental fue: ¿Cómo es la versión femenina de este mismo evento?
Los realizadores han respondido a esa pregunta en Apple TV Plus con Estado de las niñas, un documental estructuralmente similar realizado durante la edición de Missouri de 2022 del evento afiliado para adolescentes. Resulta que el público y los cineastas no son los únicos que se preguntaron en qué podrían diferir las experiencias de Boys State y Girls State: durante el transcurso del rodaje, uno de Estado de las niñasLos sujetos centrales de Emily Worthmore, inician una investigación sobre las desigualdades en la financiación, las reglas y el enfoque de los programas, y descubre algunas verdades nada sorprendentes. Entre esas revelaciones y el punto exacto de 2022 en el que se rodó el documental, Estado de las niñas está perfectamente alineado para ser exasperante, y tan revelador como Estado de los niños Se trataba del estado de América.
Worthmore es uno de los pocos temas a los que se atienen los documentalistas, mientras expone sus expectativas para el programa (y su ambiciosa carrera política futura), ingresa al evento, se postula para un cargo, enfrenta decepción y luego lanza su investigación sobre cómo el Se comparan los programas de niños y niñas. La reducción de las ambiciones de Worthmore es aleccionadora: su convicción al comienzo de la película de que se postulará para la presidencia de los Estados Unidos en 2040 se desmorona en el transcurso de solo una semana de Girls State.
Al igual que con Estado de los niños, hay una sensación a lo largo del documental de que las experiencias de los individuos perfilados reflejan historias similares de cientos de participantes, cada uno de los cuales podría haber sido un personaje central igualmente convincente (o incluso más convincente). Están sucediendo muchas cosas en este evento, ya que muchos jóvenes activistas ambiciosos y precoces informan que tuvieron un éxito satisfactorio y fueron centrales en los gobiernos estudiantiles de sus propias ciudades; luego tienen que enfrentarse, por primera vez, a la idea de que tal vez no parezcan estar cerca. como excepcionales o dignos de mención una vez que ingresan a un estanque más grande. Al mismo tiempo, muchos de ellos parecen encontrarse por primera vez con personas con creencias políticas diferentes. Y mientras todos anuncian su intención de escuchar a la oposición sin malicia y profundizar realmente en los problemas, los realizadores siguen capturándolos hablando entre sí o desconectándose unos de otros.
Pero el hilo más fascinante y triste que atraviesa Estado de las niñas proviene de su momento: el evento ocurrió en la ventana entre la filtración que revela la intención de la Corte Suprema de revocar Roe contra Wade y la sentencia real que se publica. Una y otra vez, los realizadores capturan a las participantes de Girls State afirmando con confianza que la Corte no de hecho tomar una acción tan extrema, incluso durante un evento en el que la propia Corte Suprema de Girls State, integrada exclusivamente por adolescentes, dictamina sobriamente si las mujeres deben ser legalmente obligadas a recibir asesoramiento antes de que se les permita abortar.
En comparación con el documento más nuevo, Estado de los niños se siente mucho más interno y centrado en sí mismo. Los sujetos centrales de ese documental también pierden algo de su ingenuidad y optimismo sobre la política estadounidense, pero es únicamente debido a las interacciones entre ellos y con su propio sistema político. Por el contrario, los sujetos de Estado de las niñas Están tratando de expresar su confianza en su poder e impacto en el mundo, mientras simultáneamente ven a su país negarles derechos sobre sus propios cuerpos y enfatizar su impotencia. Es una ironía particularmente incómoda verlos trabajar para reconstruir sus propias creencias y futuros políticos mientras su gobierno cierra sus opciones.
Si bien ese no es el enfoque principal aquí, la película todavía está plagada de una interacción incómoda entre el empoderamiento previsto de este patio de juegos político de la cultura juvenil y el debilitamiento de la política y el sexismo del mundo real, incluidos los hechos que Worthmore descubre sobre la financiación de Girls State. y reglas. Y existe una interacción igualmente atractiva y estimulante entre las diferentes presiones sociales que sienten estas niñas: competir entre sí pero apoyarse mutuamente, ser enérgicas pero educadas, decisivas pero de mente abierta. Los sujetos centrales son lo suficientemente inteligentes y conscientes de sí mismos como para ver cómo esas presiones entran en conflicto y para discutirlas y debatirlas.
Sólo eso mantiene Estado de las niñas de ser deprimente. Es fascinante, más bien, ver cómo McBaine y Moss entrelazan todas las diferentes historias y cómo capturan tanto los puntos en común entre las chicas que destacan como las diferencias entre cómo abordan el evento y lo que se llevan de él. Al igual que su pieza compañera, Estado de las niñas se centra en lo que se siente ser joven, confiado y políticamente ambicioso en Estados Unidos en este momento, y captura los tipos de presiones que empujan a la próxima generación a desconectarse o tomar medidas. Worthmore parece salir del proyecto con nueva determinación y propósito. Esperamos que no esté sola.
Estado de las niñas ahora se transmite en Apple TV Plus.
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