Jeepers Creepers: El renacer (2022), de Timo Vuorensola

Chase viaja a una convención de apasionados del terror, que se celebrará en Louisiana, con su novia, Laine, que no le ha dicho que se ha quedado embarazada, ni que le vienen a la mente oscuras visiones, en las que el bebé aparece rodeado por miembros de una secta, que adoran a una terrorífica criatura. Una vez en su destino, la pareja gana un concurso de cosplay, cuyo premio consiste en un boleto para participar en un juego basado en la leyenda del “creeper”, un ser que se despierta durante unos días cada 23 años, para comerse a cuanto incauto encuentre en su camino.

Nada menos que Francis Ford Coppola produjo Jeepers Creepers, film de terror que lograba buenas escenas de suspense, al menos en su primera mitad, escrito y dirigido en 2001 por Victor Salva. Éste se ocupó de dos secuelas, de 2003 y 2017, sin demasiado interés, pero ha sido cancelado por una condena de abusos sexuales. Le sustituye en la cuarta entrega el finlandés Timo Vuorensola, que hace honor a su nombre de pila, pues hasta los incondicionales del fantaterror se sentirán un poco estafados, sobre todo por su escasa habilidad para componer al menos algún plano que logre un mínimo de terror. Sorprende que se estrene en 2023, en lugar de un año después, cuando en la ficción se supone que el protagonista retoma sus sangrientas actividades.

Al menos podría haberse incluido algún golpe de humor, que aliviara la monotonía. No ayudan los efectos visuales, compuestos con un presupuesto bajo y tan poca imaginación que parecen sin acabar. También sorprende la baja calidad del maquillaje del actor que da vida al monstruo, el actor Jarreau Benjamin, sustituto de Jonathan Breck, que lo había interpretado en las tres cintas anteriores. No resultan creíbles los jóvenes Imran Adams y Sydney Craven, aunque las líneas de diálogo tan mal escritas no las hubieran salvado ni Robert De Niro y Meryl Streep.