Cuarta entrega de la saga iniciada en The Crow (94), en la que el protagonista regresa de la muerte para vengar su muerte y la de su novia e impedir el nacimiento de un ser demoníaco.
Extensa e intensa partitura lírica y épica, con un magnífico tema principal y abundancia de toques étnicos (flautas de pan, guitarra española, etc.). El compositor recrea hábilmente un tono místico y legendario.