La Selva del Darién y la Ilusión de los Muros - Destino Panamá
La Selva del Darién y la Ilusión de los Muros
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mayo 17, 2024

La Selva del Darién y la Ilusión de los Muros

Por: Julio E Briceño
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La selva del Darién, esa impenetrable franja de bosque tropical que separa Colombia y Panamá, se ha convertido en un mortífero corredor migratorio. Miles de personas, principalmente de Haití, Venezuela, Cuba y África, arriesgan sus vidas atravesando este inhóspito territorio en busca de un futuro mejor. Sin embargo, la propuesta de cerrar esta frontera para controlar la migración plantea más problemas que soluciones.

Cerrar la frontera en el Darién podría parecer una solución lógica para combatir el crimen organizado y proteger a los migrantes de los múltiples peligros que enfrentan, incluyendo terrenos montañosos, ríos caudalosos, fauna salvaje y la constante amenaza de grupos criminales. Sin embargo, esta medida podría ser contraproducente. Los migrantes buscarían rutas alternativas aún más peligrosas, incrementando su vulnerabilidad y fortaleciendo a las organizaciones criminales que se benefician de su desesperación.

La historia nos brinda claros ejemplos de la ineficacia de los muros para frenar la migración. El muro entre Estados Unidos y México no ha logrado detener significativamente el flujo migratorio y ha ocasionado severas repercusiones ambientales y sociales. Construir barreras físicas suele fallar porque no se abordan las causas subyacentes de la migración: pobreza, violencia y falta de oportunidades en los países de origen.

Para resolver la crisis en el Darién, es esencial que la comunidad internacional adopte un enfoque integral. Necesitamos proteger a los migrantes, garantizando su acceso a asistencia humanitaria y combatiendo a los grupos criminales. A largo plazo, es crucial invertir en el desarrollo económico y social de los países de origen, promoviendo la gobernanza justa y creando oportunidades que reduzcan la necesidad de migrar.

Cerrar fronteras es una respuesta simplista a un problema complejo. Los migrantes no son cifras, sino seres humanos que buscan una vida digna y segura. Abordar las causas estructurales de la migración es el camino hacia un mundo más justo y humano para todos.