Valencia | La Missa d’Infants cumple un siglo

La Missa d’Infants cumple un siglo

El origen de esta misa al aire libre es un acto infantil del año de la Coronación

Espectacular imagen de la Plaza de la Virgen completamente llena durante la Missa d’Infants.  | VÍCTOR GUTIÉRREZ / AVAN

Espectacular imagen de la Plaza de la Virgen completamente llena durante la Missa d’Infants. | VÍCTOR GUTIÉRREZ / AVAN / R.L.V. VALÈNCIA

Un año después de celebrarse el Centenario de la Coronación, el ritual de la fiesta de la Virgen de los Desamparados llega en su edición 2024 con otro centenario bajo el brazo: el de la Missa d’Infants, que se celebró por primera vez hace ahora un siglo, en el que tuvo lugar un oficio religioso. En aquel momento no existía la Escolanía (que no llegaría hasta 1958), que es una adición posterior. El oficio celebrado el año anterior, una misa de comunión, fue cantado por niños de diferentes colegios de la ciudad. «Fue tal el éxito que, a raíz de esa explosión de devoción y la multitudinaria participación, se planteó sacar esta celebración del interior de la Seo y trasladarla, con permiso del Ayuntamiento de la ciudad, a la plaza de la Virgen», afirma Mª Ángeles Gil, directora del Museo Mariano de la Virgen de los Desamparados (MUMA) a la Agencia Avan. «No se pensó en más escenarios porque realmente lo organizaba la ciudad, no la organizaba la Basílica y por tanto tenía que ser un espacio común a todos los valencianos, es decir, un espacio civil cercano a la Mare de Déu».

Una ubicación que vino marcada también por la costumbre de instalar tapices de flor en la fachada de la Basílica con motivo de las celebraciones en honor a la patrona. «Los tapices eran representaciones artísticas de la Virgen en flor. Precisamente a partir de 1924 se instalará de forma continua, «convirtiéndose así en un retablo para la misa».

El entonces arzobispo de València, monseñor Prudencio Melo, hace cien años, definió esta primera misa celebrada en la plaza de la Virgen «como un acto místico al aire libre del pueblo valenciano», una tradición que ha llegado con pleno vigor si como vigor hay que considerar su enorme poder de convocatoria.

El rector de la Basílica de la Virgen de los Desamparados, Juan Melchor Seguí, asegura que esta celebración «poco a poco ha ido adquiriendo relevancia y ha ido más allá de una misa de niños, porque hoy se ha convertido en la gran misa, en la gran celebración eucarística de las fiestas de la Virgen». El rector de la Basílica señala que como seminarista ya participaba en la Missa d´Infants - «venía a ayudar en la misa y participaba en las celebraciones de la Virgen» - y, ahora, como rector «lo vivo de una forma distinta, con mucho gozo y con mucha alegría al poder ayudar a organizar estos actos tan queridos y tan extraordinarios para el pueblo valenciano».